Alex Islas
En
las últimas semanas hemos visto como literalmente la Ciudad de México ha sido
ahorcada por distintas manifestaciones que generalmente han terminado de forma
violenta con enfrentamientos entre grupos que se autodenominan “anarquistas” y
la policía antimotines de la Capital.
Nadie
está poniendo a debate la libre manifestación de ideas de la que gozamos todos
los mexicanos, simplemente hay que hacer notar que ambos lados (“anarkos” y
policía del Distrito Federal) han transgredido la ley, a los primeros se les
olvida que la libre manifestación de ideas consagrado por la Constitución tiene
un límite y éste es afectar los derechos de terceras personas ya sea en su
propiedad, libre tránsito o seguridad física y no lo digo yo lo dice el Artículo
6 de Constitucional que reza lo siguiente: “La manifestación de las ideas no
será objeto de ninguna inquisición judicial o
administrativa, sino en el caso de que ataque a la moral, la vida
privada o los derechos de terceros, provoque
algún delito, o perturbe el orden público”. Aquí también hay que hacer notar
los diversos abusos que ha cometido la policía capitalina en su afán de
dispersar a estos grupos, no hay coordinación, no hay un entrenamiento, lo
único que se puede ver en los medios de comunicación es una autoridad limitada
y temerosa que cuando actúa lo hace con incompetencia y con brutalidad,
sirviendo en muchos casos de tontos útiles para que esta gente salga libre.
Hace
unos días fue francamente de terror ver cómo literalmente le prendían fuego a
un policía bancario que estaba haciendo su trabajo y como sus compañeros lo
único que atinaban a hacer era ver como se quemaba esta persona y no pudieron
hacer nada contra el delincuente que hizo eso, una vez más la incompetencia
policiaca salió a relucir; y lo peor también fue ver como en redes sociales no
pocos celebraban este hecho como una “gran hazaña” y que el agente “se lo
merecía por represor” ¿En qué clase de sociedad vivimos? Al parecer vivimos en
una sociedad que por un lado pide libre expresión, manifestación de ideas y
justicia, pero celebra y aplaude que quemen a un policía y por el otro lado una
sociedad que pide que se aplique la ley pero está de plácemes cuando se entera
de un abuso policiaco (así de hipócritas y surrealistas somos en éste país).
Recientemente
el grupo parlamentario del PAN en la Asamblea Legislativa anunció que
presentará una ley para regular las marchas, que dentro de lo que han anunciado
los legisladores me parece razonable, ya que se pide que en las manifestaciones
no se usen armas, no se profieran injurias e insultos, no se haga uso de violencia, ni se dañen
bienes, se proponen multas y sanciones para quien haga destrozos, se manifiesta
que no se debe impedir el libre tránsito, se facilita la denuncia en caso de
algún ilícito y se propone que en caso de daños a terceros los organizadores y
el Gobierno del Distrito Federal actúen como responsables solidarios, en fin,
nada del otro mundo (http://www.adnpolitico.com/gobierno/2013/09/09/diputados-del-pan-en-el-df-proponen-ley-para-limitar-marchas).
El único pero, es que toda propuesta de este tipo estará limitada si no va acompañada de un plan para depurar a la policía capitalina y un entrenamiento antimotines que la haga actuar con prontitud, eficiencia y respetando los derechos humanos, sí la propuesta panista no contempla esto quedará como una buena intención más.
El único pero, es que toda propuesta de este tipo estará limitada si no va acompañada de un plan para depurar a la policía capitalina y un entrenamiento antimotines que la haga actuar con prontitud, eficiencia y respetando los derechos humanos, sí la propuesta panista no contempla esto quedará como una buena intención más.
Definitivamente
no se puede tolerar que un grupo de maestros lleve ya casi dos meses acampando
(primero en el Zócalo y ahora en la Plaza de la Revolución) y las autoridades
no hayan hecho algo por disolverlo y hacerles ver claro que se debe respetar la
ley, así como tampoco se puede tolerar que un grupo de violentos que por hacer
libre uso de su “derecho”, agreden, roban
y vandalizan, pero lo que menos puede tolerarse es una autoridad que no
quiera actuar y que no tenga la capacidad para hacer bien su trabajo.
En
su cartón de hoy, el extraordinario monero, Paco Calderón, recuerda la “Marcha
sobre Roma” que llevó a Benito Mussolini al poder ante la poca pericia de
Víctor Manuel III para actuar contra un grupo bastante nutrido y bien
organizado de gente violenta y así fue como se instauró un régimen asesino y
autoritario (la receta para el fracaso). No estoy diciendo que en México se
pueda instaurar un régimen como el de Mussolini, solo expongo que la
incapacidad para actuar sobre manifestaciones violentas ha llevado a graves
consecuencias y las consecuencias en la Ciudad son una metrópoli secuestra por
intereses grupales que burlan la ley y una autoridad que no sabe, no quiere y
no puede hacer algo para impedirlo.
Necesitamos
actuar ya contra aquellos que quieren perturbar a terceras personas que nada
tienen que ver y, dicho sea de paso, tienen derecho a transitar y no ser
agredidos, y para ello necesitamos a una policía que de verdad nos proteja,
cuyo actuar sea ordenado y respetando la ley, y autoridades que no hagan leyes
a modo para que los violentos puedan destrozar a sus anchas o de plano terminen
cediendo al chantaje por miedo a perder capital político.
0 Comentarios