El rector de la Universidad
Autónoma de Guerrero, UAGro., Dr. Javier Saldaña Almazán, ha dado en el
“clavo”, no es que lo haya descubierto la piedra filosofal, pero sí ha eso
aspiran los políticos locales, él ha entendido las bondades del “poder blando”
que representa la educación.
El poder blando es el más
atractivo de los poderes contrario a la inercia del poder duro el establecido,
el sumergido en las gesticulaciones de la retórica natural de los políticos y
las quimeras con que pretenden seducir a la sociedad.
Hoy se la pasan hablando de la
reconstrucción…de la Jerusalén!!! en
tanto Javier Saldaña ha asumido el reto y el riesgo al entender como rector de
la máxima casa de estudios de Guerrero, que la educación superior es el mejor
referente de las relaciones interinstitucionales, y más en una entidad como la
nuestra.
El modelo político más exitoso es
el de la educación y cuando esta se
vincula con la sociedad, cuando se aprovecha la condición inherente que existe
entre ambos sectores, los lasos y el poder que se establece es verdaderamente
asombroso.
De ahí “el sospechosísimo y el
nerviosismo” existente entre la clase política local con la maniobrabilidad con
la que se desplaza el rector de la UAGro. Dr. Javier Saldaña Almazán. Y no es
para menos.
Sin los recursos que poseen los
titulares de los poderes establecidos, Javier Saldaña posee el mejor de todos,
el más noble y maleable, el más genuino y poderoso: los jóvenes estudiantes
universitarios. Este mundo es único, y es tan notable que parece confundirse
por momentos dada su fuerza y su ímpetu que parece arrasar cuanta valla y
alambrada quiera detener su fuerza y su destino.
No por ello ahí en ese sector de
la sociedad es donde se genera el venero de los futuros líderes, de todas las
cualidades y dimensiones. De ahí que hoy la Universidad Autónoma de Guerrero,
en su asimilación histórica con el pueblo de Guerrero, haya de nuevo retomado
el camino de la vinculación en todos sus tenores sin temor a ser confundido en
el oscurantismo del oportunismo político, porque bien claro lo han dejado los propios
universitarios “la universidad no pertenece a
ningún partido político, ni nos interesa”. Luego entonces, se pregunta
la miopía política,
Javier Saldaña ha logrado
incentivar a los universitarios, al
convertirlos en protagonistas del efecto
transcultural de la universidad-pueblo a través de la educación, o si se
prefiere –y aquí es donde crece el
nerviosismo de los políticos- ha promovido la movilidad estudiantil en todos
los ámbitos de la sociedad guerrerense, lo que ningún político ha logrado, ni
lo hará. Porque lo que está realizando hoy la UAgro, con Saldaña Almazán a la
cabeza es un ejercicio educativo en lo fundamental como entendimiento
transversal con la sociedad, y sabemos que tal entendimiento es sinónimo de
cohabitación, en los mejores términos de la dialéctica.
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