Alex Islas
Una
de las muchas cosas que nos ha legado la “corrección política” es el miedo a
las palabras y una de las corrientes de pensamiento que precisamente ha querido
tomar para sí el monopolio de la “corrección política” es el indigenismo ya que
nos ha insistido por todos los medios que a las tribus originarias de este
continente se les debe decir indígenas y no indios, ignorando completamente lo
que realmente significan estas palabras (hubiera sido más tomar un diccionario,
pero bueno para ellos parece que la forma más difícil de hacer las cosas es la
que les gusta). Quienes usamos la palabra con el verdadero significado nos
exponemos a ser tachados de “trogloditas”, “cavernarios”, “fascistas” y otras
linduras
El
miedo a las palabras es algo que nos ha acompañado desde hace relativamente
poco no es algo exclusivo del indigenismo, por ejemplo, para referirnos a una
prostituta se usa la expresión “mujer pública”, para un anciano o viejo ahora
hay que decir “persona de la tercera edad” o “adulto en plenitud”, a un
discapacitado ya no le puede llamar de esa manera ahora es una “persona con
capacidades diferentes”; se han puesto
muy de moda los eufemismos, hoy en día la gente se ofende muy fácilmente
y palabras como las anteriormente expuestas para referirse a personas con
ciertas características simple y sencillamente ya se tienen que omitir por el
“¿qué dirán?” digo nadie quiere ser acusado de tener ideas medievales.
Algunos
alegan que la palabra indio es una forma despectiva de referirse a las
personas, pero no se han molestado en saber realmente lo que significa la
palabra indio. La Real Academia Española (RAE) define indio como: “indígena de
América, o sea de las Indias Occidentales, al que hoy se considera como
descendiente de aquel sin mezcla de otra raza”,
entonces ¿cuál es el problema con esta palabra considerada por algunos
como tabú? La respuesta es muy fácil, todo se ha convertido en “corrección
política”, muchos piensan que no hay que herir susceptibilidades sobre todo si
se trata de grupos que pueden ser discriminados y algunas palabras consideradas
“fuertes” no pasan el filtro de los políticamente correctos.
En
su lugar los indigenistas y los defensores de lo “políticamente correcto” han
empezado a emplear la palabra “indígena” para referirse al indio, esto es lo
que dice la RAE: “originario del país del que se trata”, otra vez insisten en
seguir usando mal el idioma; como se puede observar, indígena, se refiere al
origen, por ejemplo, la cantante Ana Torroja es una indígena de España, el
comediante Jim Carrey es un indígena de Canadá, el actor Hugh Jackman es un
indígena de Australia, el expresidente Nelson Mandela es un indígena de
Sudáfrica y la mayoría de quienes están leyendo esto son indígenas de México
(incluido quien estas líneas escribe).
No
faltará quien alegue que la palabra “indio” se debe usar para aquellos que son
originarios de la India, les tengo noticias a esas personas, tienen razón,
además del significado anteriormente expuesto para referirse a las tribus originarias
de América (que pueden ir desde un esquimal hasta un quechua o un zapoteco)
también la RAE lo define como: “Natural de la India o relativo a ese país de
Asia”, nuestro idioma es tan rico que una sola palabra puede tener muchos
significados como la palabra banco que puede referirse a una “institución
financiera”, “un asiento que generalmente no tiene respaldo” o “un conjunto de
peces”, así que tranquilos pueden usar indio para referirse a un mazahua o una
persona nacida en la India y en ningún caso es despectivo (también la palabra
hindú se puede usar para un “natural de la India” o “un adepto o practicante
del hinduismo” así lo define la RAE, digo antes de que alguien quiera sacar a
relucir la palabra).
No
importa hablar con corrección política o siempre pensando en si se puede herir
alguna susceptibilidad, no hay que ofenderse por idioteces (o mejor dicho dejar
que lleguen algunos a decirnos porque nos debemos de ofender), lo que realmente
importa es que podamos usar las palabras sin miedo, expresando lo que de verdad
significan para ello existen organismos como la RAE y las Academias de Lengua
alrededor del mundo (todos los países de habla hispana, con excepción de Guinea
Ecuatorial, cuentan con una Academia) que se encargan de difundir el idioma y
establecer reglas dejemos que ellos establezcan dichas reglas no los
“políticamente correctos”, eso es lo interesante de la RAE que se ha mantenido
alejada del capricho de políticos, activistas, ONG’s y demás aspirantes a
burócratas y así es como debe seguir siendo.
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