Ernesto
Rivera Rodríguez
El
asunto de pretender imponer por decisión “coludida” entre el gobernador del
Estado, Ángel Aguirre Rivero y el Comisionado Nacional de Seguridad Pública,
Manuel Mondragón y Kalb, para imponer al Secretario de Seguridad Pública y Protección
Civil, en Acapulco, era a todas luces una flagrante violación al Artículo 115
Constitucional, que reconoce al municipio como una entidad de gobierno, libre,
soberano y autónomo como lo refiere la Carta Magna, entre lo que se encuentra
el tener bajo su responsabilidad la seguridad pública bajo el mando del
presidente municipal.
Luego
entonces si la Constitución es bien clara, qué era lo que se pretendía meter
“bajo el agua?, más allá de pretender nombrar un secretario de seguridad
pública a “modo” y ya reconocido por sus
grandes ineptitudes y violentos actos, como lo sucedido en el caso de los
Ayotzinapos caídos en plena Autopista del Sol, el 12 de Diciembre del 2011.
Por
qué todos los gobernadores del estado de Guerrero, también quieren a la vez
“gobernar Acapulco”?, si bien es la joya de la corona guerrerense, es a la vez
el municipio más emblemático del estado, su reconocimiento es internacional,
único en su género en muchos sentidos de la naturaleza política y eminentemente
como una atracción sin límites dentro de la cultura del ocio, o si se prefiere
de la industria sin chimeneas, que es el turismo a nivel mundial.
Es
mucho más que eso, es la antesala por mucho de la gubernatura del estado,
aunque no necesariamente, pero su significado político supera al resto, sin
menospreciar la capacidad ni el origen de quienes han pretendido, pretenden y
pretenderán arriba a Casa Guerrero.
Ángel
Aguirre tiene razones no tan ocultas, para tener mayor presencia y autoridad
sobre el municipio de Acapulco. El 2015 no está lejano, y por ello la visión
hacia el futuro ya está en la mesa de las posibilidades moviéndose los dados de
manera indescriptible, pero pretendiendo saber cómo en las casas de juego, de
antemano quien puede y va a ser el ganador, y de esa manera llevar “mano” en la
toma de decisiones políticas a futuro desde hoy.
No
es una locura pensar en esto cuando la cuestión de la seguridad es un tema de
interés nacional, y no solamente de interés, sino que no deja dormir ni al
inquilino de Los Pinos, mucho menos al de Casa Guerrero, por lo que meterse de
cuerpo entero en Acapulco, bajo el prurito de la inseguridad es un tema muy
viciado, real, y que pese a la retórica y a la demagogia del Programa Guerrero
Seguro, realmente se hace poco porque toque fondo, y cumpla con las promesas
eternamente incumplidas. Porque ante la retórica oficial la ciudadanía, el
pueblo en general se encuentra frente a una delincuencia activa, muy activa.
Email:gernestorivera@gmail.com
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