Ernesto Rivera Rodríguez
El
asunto del edificio inteligente, que más parece por historial, padecer de
“síndrome de Down”, está de nuevo presente en los medios y en el interés local
al darse a conocer por el propio gobierno del estado, el adeudo supermillonario
en que se encuentra ese inmueble a medio construir, y que sin lugar a dudas es
para Acapulco, el sinónimo de la corrupción zeferinista, como lo es la famosa
“estela de luz” del gobierno calderonista.
Como
expresara una empleada de la disco Paladium, “los principales enemigos de
Guerrero y de Acapulco son los gobernantes”.
Sí.
Sí la voz del pueblo, es la vos de Dios”, cuánta razón tiene esta trabajadora
acapulqueña, con todo el sentido común de la que la mayoría de las veces los
políticos carecen, metidos como es el caso de Guerrero, metido en su
virreinato, dos años y medio después Ángel Aguirre Rivero, “descubrió”, de que
el denominado “edificio inteligente” es una maraña de corrupción, y sin desfachatez alguna, hoy más
de uno buscan llevar “agua a su molino” como es el caso del dirigente del
Partido Movimiento Ciudadano, doctor Adrián Wences Carrasco, quien mediante un
comunicado reclamó al gobernador que “la
denuncia que hizo, no sólo se quede en esa esfera, ya que no basta con señalar
ante los medios y que ahí quede la cosa” (sic.)
Por
qué no le recordó también del desfalco dejado en las finanzas del H.
Ayuntamiento de Acapulco, por el ex presidente municipal, Manuel Añorve Baños,
o acaso ya le echaron tierra a ese asunto cuya gravedad no es que este podrido,
sino que apeste… “llegaron acaso algún arreglo en lo oscurito? como las aguas
que cubrieron toda la zona de humedales de Punta Diamante, y que a tres meses
de la contingencia de la tormenta tropical
Manuel, otro Manuel, no hay un solo responsable consignado por ello, pese a las
promesas y señalamientos del propio presidente de la República, Enrique Peña
Nieto y del secretario de Gobernación, Miguel Osorio Chong. Ya bajaron las
aguas, ya se secó el lodo, ya se olvidó el asunto.
Cómo
entender a nuestro gobernador, ¿acaso no es una obra faraónica el pretendido
Macrotunel?,y que decir del Acabus, que la ciudadanía común y corriente no
tiene la menor idea de cómo va a funcionar, y si de veras llegará a funcionar;
la obra de un gobierno no sólo está en la obra material, que es sin lugar a
dudas fundamental, pero también existe el trabajo de orden político, ahí donde
se sustentan las instituciones de gobierno, se nutre su credibilidad y
confianza, donde la ética política cubre su mejor función, no en el aspecto
ideológico, sino el que nutre la
confianza, y la construcción de la superestructura política de un gobierno, de
su gobierno, por ello nos preguntamos,
si hoy existe la denuncia…mediática en contra del ex gobernador Zeferino
Torreblanca Galindo, por el asunto del “edificio con síndrome de Down”, y que
no pasará de ahí, dónde quedaron las denuncias por el supuesto desfalco a las
finanzas de H. Ayuntamiento de Acapulco, que llevó a cabo Manuel Añorve
Baños?, de esto no se acordó el ex
contralor Julio César Hernández Martínez, cuando hacía declaraciones sobre
diversas irregularidades de los gobiernos anteriores. O también padecía en ese
momento de síndrome de Down?
Y
por qué hoy el alcalde Luis Walton Aburto, aprovecha la “coyuntura” mediática y
expresa a los medios que él quiere un “pedazo, una tajada del pastel”, perdón,
“un piso” de ese mamotreto, para supuestas oficinas públicas del H.
Ayuntamiento”. No cabe duda, en tiempo de posadas, todos quieren un pedazo de
la piñata.
Email:gernestorivera@gmail.com
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