Gloria Ritschel Galindo
Mientras se aleja sinuosa la Serpiente de agua, agotada de tanto trabajar en hacernos mudar de piel –a veces a jirones– podemos ya sentir como se acerca, a todo galope, el Caballo de Madera…
A partir del 31 de Enero del 2014 y hasta el 18 de Febrero del 2015, este maravilloso animal nos impregnará a todos con su energía y entusiasmo equino.
Viviremos un año que no nos dará tregua y nos veremos enfrentados a desafíos constantes. Atrás dejamos el miedo y la vergüenza, dos energías que nos mantenían estancados y nos atreveremos a experimentar por nuevos senderos. Osar es el verbo que conjugaremos en este periodo. Renovación por dentro y por fuera nos pide el potro sin dejar de moverse de un lugar a otro.
No será un año para la quietud sino más bien para aventurarnos en las amplias praderas de la vida y experimentar el vértigo y la pasión…
El caballo es un ser tan vital, pleno de energías, tan lúcido y siempre presto a disfrutar de todos los placeres que la vida le ofrece que llega con todo ese ímpetu trayendo un festín para cada uno de nosotros. No promete días felices, pero si mucha acción.
El Corcel llega brioso a sacarnos de este letargo y montarnos sobre su lomo para llevarnos a cabalgar y darnos a conocer otros mundos, algunos inimaginados aún por nosotros… esos mundos no los buscaremos afuera sino que serán internos. Llegó la hora de vivir la aventura más importante de nuestras vidas: El viaje hacia el interior de nosotros mismos.
El caballo tiene fama de superficial e instintivo –y lo es– pero nosotros vamos a sacarle su mejor trote para que deje aflorar su lado más sano: ese flanco lúdico y travieso que permitirá que hagamos conexión con nuestro niño interior. Sí, porque de juegos y travesuras sabe mucho el corcel de madera, así que si dejas atrás las preocupaciones podrás entregarte a lo que mejor hace este potro de madera: vivir el presente…
Tomaremos un curso intensivo de jinetes o amazonas para poder montar sobre el impetuoso corcel… ¿Alguno de ustedes ha montado un caballo? Difícil verdad? Hay que sujetar firme las bridas y mantener equilibradas las riendas para que el caballo no se desboque… y hay un dicho popular entre los campesinos: Quien puede domar a un potro puede con todo… así que a sacar las ganas porque durante 383 días –lo que dura el año caballuno– estaremos civilizando esa parte bruta que todos tenemos nosotros mismos para terminar el trabajo que inició la Serpiente de agua con sus constantes bamboleos: DESPERTAR… porque mientras sigas habitando en el reino de las ilusiones tu mayor trabajo será encontrar el camino y para lograrlo tienes que estar bien despierto y las energías caballunas no permitirán que nadie continúe durmiendo ya que basta con un pequeño trotecito o un relincho para despertar a buena parte de la humanidad.
Este año del Caballo Verde trae vertiginosos cambios en el ámbito personal y colectivo. Es como si el brioso corcel trajera unos polvos mágicos para ir tiñendo a su paso con la energía de la transformación. Si el 2013 estuvo regido por la actitud sigilosa y vigilante de la indecisa Serpiente; el Caballo, con su naturaleza desbocada nos abrirá los caminos a toda carrera.
En lo concerniente a la esfera mundial viviremos muchos cambios radicales que nos mantendrán muy inquietos y demandarán en nosotros toda la resistencia de que seamos capaces. Al caballo no le gusta la rutina y llegará haciendo transformaciones desde el mismo día de su ingreso a la regencia del año.
Aceptación, Adaptación y tolerancia serán las tres virtudes que conviene desarrollar para soportar los corcoveos del inquieto corcel que no solo afectarán la estabilidad económica de muchos gobiernos, sino que nuestra propia solidez monetaria. Seguirán saliendo muchos secretos a la luz… Nada puede permanecer oculto y el corcel no sabe de misterios ni secretos…
La generosidad del Caballo nos trae el gran regalo de la Evolución y eso puede causar mucha inestabilidad… y que bueno porque no hay nada más antievolutivo (palabra inventada) que la tan mentada estabilidad.
Así que dejen ya sus poltronas y agarren bien firme la fusta porque este año toca cabalgar… y ahí vamos… ¡Todos a galopar!
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