Alfredo
Sarabia Radilla
Las
autodefensas en Michoacán, han mantenido a este estado de la República Mexicana,
en “boca” de los mexicanos, en las últimas semanas de enero, y no es para menos
este acontecer, pues la ciudadanía de ese lugar, se ha armado para defenderse
de la delincuencia organizada bien identificada, “con pelos y señales” a sus
dirigentes, y así se lo han hecho saber al gobierno federal para “frenar” la
agobiante situación a que estaban sometidos y subyugados los habitantes de los
municipios de la Tierra Caliente del estado en mención. desde hace más de 12
años. Práctica e irremediablemente, estaban abandonados a su suerte, a merced
de las acciones delincuenciales de la que eran objetos impunemente…bajo el
conocimiento complaciente de las Autoridades de los gobiernos de los tres
niveles.
Ante
la novedosa acción de las llamadas autodefensas michoacanas, el gobierno
federal hace como si le preocupara la violencia delincuencial, y nombra a una
persona, un comisionado federal de nombre Alfredo Castillo para que “apague el
fuego” en aquella entidad vecina de nuestro estado de Guerrero en el lado Oeste,
desconociendo prácticamente al enfermo gobernador Fausto Vallejo.
Igualmente,
ha sido muy notoria la presencia de efectivos militares y de la Policía
Federal, en el supuesto combate a la delincuencia organizada.
Es
difícil la situación que impera en el Norte del estado michoacano, pues lo que
ocurre allí (de acuerdo a la revista Proceso on line del pasado sábado 25, son
76 ciudades y 34 municipios, en poder de las Autodefensas michoacanas), es un
síntoma de cómo funciona la Justicia en ese entorno, mal y “ladeada para los
malosos”, cosa que para nada es privativa de la entidad que hoy nos ocupa, y
por ello, existe el temor entre los gobiernos estatales, sean o no vecinos de
Michoacán, de que la “chispa” michoacana, se propague a sus estados, denotando
con ello, la fragilidad con que han conducido la justicia en la población
gobernada.
En
este sentido, ya hay visos de conformación de grupos de autodefensa en los
estados de Puebla, San Luís Potosí, Chiapas, etc., que dicho sea de paso, no
comparten fronteras con el mencionado estado de Michoacán.
Sin
embargo, hay muchas razones de tipo social que podrían ser detonantes de un
estallido social que “englobe” a muchos estados de la República Mexicana. Este
es el principal temor de “las altas esferas” del Gobierno, pues quiérase o no,
el “caldo de cultivo“ ya está dado, o mejor dicho, “los caldos de cultivo”,
están observables (La ocupación de 8 comunidades de Chilpancingo, refuerzan
este sentir.
El
estado de Guerrero, es uno de los más firmes prospectos a una “revuelta social”, causal de
que voces “ligadas” al gobierno, así como el mismo gobernador Aguirre Rivero,
se apresuran a descalificar y minimizar
los sucesos del estado vecino de Michoacán.
Las
estructuras básicas de este decir afirmativo, se encuentran en datos como los
informados recientemente por el Sistema de Seguridad, acerca de que Guerrero,
es el estado con más violencia en México (primer lugar) (2º lugar en
secuestros); datos que nos revelan un aumento de municipios guerrerenses en qu
e su gen te se está armando “para
combatir la delincuencia organizada”, y si a todo esto les sumamos las acciones
sociales emanadas del gobierno federal, se tornan más sólidas las palabras que
reflejan temor en “los de
arriba”...HASTA PRONTO.
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