Alfredo Sarabia Radilla
Después
de las vacaciones decembrinas y por ende de la “cerrazón” de ojos a la realidad
social en que estamos sometidos, después de las peregrinaciones religiosas
adormecedoras del entorno social en que estamos inmersos, después de gastar sin
ton ni son el aguinaldo, volemos a la triste realidad que nos agobia cruel y
miserablemente.
Desde
el primer día del año, se dejaron venir los latigazos económicos, esos que
perjudican atrozmente el desarrollo familiar. Flagelos como los aumentos
inmisericordes y desafortunados a la gasolina y demás hidrocarburos
(gasolinazos), aumento de impuestos a productos de necesidad, así como nuevos
impuestos, aumentos de la Luz, aumento en el pasaje de los autobuses foráneos,
etc., que combinado estos con un desempleo galopante, despido de trabajadores,
con una violencia delincuencial y oficial aplicada selectivamente a luchadores
sociales que no cede significativamente, etc., dan al traste con lo
presuntamente pretendido por el gobierno federal, que no se cansa de repetir
que México “va que vuela para arriba”.
Y
si a todo lo que se ha explicado, le adicionamos las Reformas Estructurales
impuestas, se hace más terrible la historia de vida de los mexicanos que viven
sumidos en la pobreza económica y en la
pobreza económica extrema, que según cifras oficiales, andan en los 60
millones, de un universo de 118 millones de mexicanos habidos.
Todo
ello quiere decir, que este año de 2014 que apenas inicia, “pinta” mal para la
población señalada y también para la gente considerada como de la Clase Media.
En
este espacio, lo decimos fácil, pero ya inmerso en un escenario real que
diariamente vive una familia pobre, cambia muy feo la situación. Para empezar,
se va a enfrentar al gasto que la Educación de los hijos que van a la Primaria
o Secundaria, genera o va generar, según donde se ubique.
La
alimentación, es otro elemento de primer nivel determinante en el diario
acontecer. Asimismo debemos mencionar, el pago de los insumos o servicios
indispensables, como la luz, el agua, el gas.
Es
cierto que hay programas federales de apoyo paras familias que viven en
condiciones necesitadas y de estrechez
económica, pero también es cierto, que estos apoyos son paliativos de la
pobreza, que no generan situaciones que disminuyan los índices del sector
cuestionado, los que no representan. Ni con mucho, un 15 por ciento de éstas.
Debes
saber, que estos factores, son un “caldo
de cultivo” para que jóvenes “ninis”, fatal y tristemente, se incorporen a las
filas de la delincuencia organizada, o en el mejor de los casos, emigre hacia
los Estado Unidos en busca de las alternativas laborales.
Desgraciadamente,
así como están las cosas en el país, con una ciudadanía adormecida, ésta
desesperante y “tormentosa” situación, seguirá permeando en el ánimo
popular…..HASTA LA PRÓXIMA.
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