Alfredo
Sarabia Radilla
Un
acto criminal se cometió la semana recién pasada en el Ayuntamiento municipal
de Atoyac, que dirige el priista Edilberto Tabarez Cisneros, al seleccionar y
“poner de patitas fuera del trabajo”, a más de 250 trabajadores “de la tropa”,
bajo la patética justificación de “la falta de dinero y lo abultado de la
nómina”.
Todo
esto, se desprende de un escrito que circula a través de las redes, donde se
denuncia la arbitrariedad que hoy nos ocupa. En él se señalan, entre otras
cosas: “….trabajadores que hoy fueron despedidos son personas de bajos
recursos, que ganan un sueldo raquítico por esta administración, sin embargo
tenían eso gotero que les ayudaba para sostener a sus familias, hoy comentan y
afirman, que existen aviadores y personal que no se presentan a trabajar y que
solo lo hacen en días de quincenas esos son los que hoy se quedaron en la nómina,
en la misma situación se encuentran policías municipales que no les han pagado
sus aguinaldos, ni sus quincenas cuando el recurso para esa rubro viene
etiquetado por la federación hoy sufren el mismo problema como los hoy ex
empleados…”
Ahí,
detalla que fue el propio secretario Felipe de Jesús, el encargado de asestar
el fregadazo: por la situación financiera por la que pasa esta administración
fue motivo para que Ediberto Tabarez tomara la decisión de hacer un reajuste
administrativo ya que la plantilla laboral está saturada de trabajadores pues
rebasa los mil empleados, según el documento citado.
Sin
embargo, las ediciones del pasado lunes y de ayer martes 21, del Sur, recoge palabras del propio alcalde
municipal Tabarez Cisneros, en torno al plan maquiavélico laboral que se vive
en el Ayuntamiento: Serán 500 trabajadores del Ayuntamiento los que serán
“corridos”, y no los que dijo el secretario de marras.
Delicada
y grave la situación la que se padece en ese lugar, lo cual, guste o no, tendrá
repercusiones sociales y económicas que impactarán tarde o temprano en el
desarrollo del municipio.
Esta
lamentable y desafortunada medida laboral,
en nada abona a tener un entorno de paz y tranquilidad en el municipio
atoyaquense, y por el contrario, la
inseguridad que hoy nos agobia y nos lastima
“per se”, podría verse
incrementada notable e irremediablemente
con esta escenario observado.
Pero,
todo esto es el efecto-causal que nos
obliga a remontar nuestros pensamientos
a los meses previos a la jornada electoral de la que salió victorioso el
alcalde Tabarez. En aquellos momentos decisivos en lo electoral, Edi o su
equipo, o como se le quiera llamar, no dudó ni un instante para prometer empleo
a la gente que hoy está fuera del Ayuntamiento, o bien está en capilla su
asunto laboral, a sabiendas que en ayuntamiento de Bello, la saturación de trabajadores, había sido “un
freno” en el municipio atoyaquense; la
cuestión era ganar, sin importar lo que se decía “sin ton ni son”.
Se
recuerdan sus palabras cuando asistió a una Tertulia: “Yo si gano, llevaré
cuando mucho, a 100 gentes, la nómina es un problema, porque los que ganan el
ayuntamiento, hacen compromisos y ya ven las consecuencias”.
Pero,
independientemente de todo, este es momento para refrescar al aire, la o las
nóminas del Ayuntamiento….HASTA PRONTO.
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