No
todo lo que procede de Michoacán es violencia o tensión política-social. Moisés A. Carreón, ingeniero
químico nacido en Morelia de 39 años de edad, será distinguido por Barack Obama con
el Premio Presidencial para Científicos e Ingenieros en los próximos días. El
máximo premio que da EUA a investigadores que inician su carrera, será porque el
científico logra convertir el dióxido de carbono en plástico.
Carreón
se graduó en ingeniería química en la Universidad Michoacana de San Nicolás de
Hidalgo, en Morelia, en 1997; también obtuvo una maestría en ingeniaría de
materiales en esa misma casa de estudios; en 1999 se trasladó a Estados Unidos
para continuar sus estudios en ingeniería química, y el 23 de diciembre de 2013
recibió una misiva electrónica de parte del Departamento Educación de la Casa
Blanca.
El
mexicano dijo que se día no asimilaba qué estaba pasando, pero ahora me siento
muy afortunado y muy agradecido con mucha gente, a nivel personal y a nivel
profesional: con mis padres, mis hermanos, mi esposa, mis profesores, mis
alumnos, con el gobierno de Estados Unidos por considerarme.
El
michoacano y sus colegas presentaron el diseño y desarrollo de membranas
que capturan dióxido de carbono(CO2), uno de los principales gases
contaminantes o de infecto invernadero, para luego "reciclarlo"
y convertirlo en plástico o combustible, lo que sirve para reducir el
calentamiento global. Estas membranas están hechas a base de cristales porosos
que permiten que el CO2 pase a través de ellas, y todos los demás gases de
efecto invernadero (nitrógeno, metano, etcétera) no pasen.
Y
explica que junto con otros 101 científicos e ingenieros del Colorado School of
Mines, donde es profesor asociado en el Departamento de Ingeniería Química y
Biológica, recibirá el máximo reconocimiento que da la Casa Blanca a investigadores
jóvenes de esa área en Washington durante los tres primeros meses del 2014.
El
joven detalla algo de su trabajo, los cristales porosos que forman
las membranas que diseña y desarrolla el científico mexicano están inspirados
en la composición de las piedras volcánicas o zeolitas. Si tomas una piedra de
éstas y la analizas en microscopios de alta resolución, verás cristales con
poros muy chiquititos. Teniendo como modelo estas zeolitas, en los años 60 y
70, científicos de todo el mundo empezaron a generar cristales porosos en
laboratorios. Actualmente hay más de 200 ó 300 tipos de cristales porosos a
base de zeolitas que pueden sintetizarse en laboratorio. El reto es convertir
estos cristalitos, que son como polvo o talco, en una membrana, que es una
peliculita, como la nata de la leche; eso es lo que hace mi grupo. El
investigador mexicano y sus colegas utilizan esas membranas para separar los
gases de efecto invernadero, es decir, los gases contaminantes producidos por
los carros y las fábricas.
El
dióxido de carbono es uno de los gases de efecto invernadero y es el principal
causante del calentamiento global. Uno de los objetivos de nuestra
investigación es separar, capturar, el CO2 de los demás gases de efecto
invernadero. Una vez que lo capturamos no lo aventamos al ambiente, lo ocupamos
como materia prima para preparar combustibles o plásticos", asegura.
Colocamos
un tubito poroso, de metal o cerámico, de alrededor de 5 centímetros, en un
reactor o autoclave, que es como una olla exprés. Luego agregamos una sal
metálica, un nitrato o un sulfato de un metal, de aluminio, de silicio, de
fósforo, de zinc, y agua, que van a hacer que se te cristalice o crezca la
membrana alrededor de ese tubito poroso.
Después
metemos el reactor a un horno de laboratorio y la dejamos enfriar un día. Así
se forma la membrana alrededor del tubo poroso.
Luego
los investigadores someten a la membrana a un proceso de activación, que
consiste en calentarla en presencia de aire de 5 a 10 horas o de 5 a 12 horas,
y sirve para abrir completamente sus poros. Después pasan una corriente de gas
invernadero por esa membrana, que separa y captura el dióxido de carbono.
Luego
colocan ese CO2 en otro reactor y le incorporan epóxido, para convertir ese CO2
en carbonato cíclico. Finalmente calientan ese carbonato cíclico para después
convertirlo en plástico.
Así,
empezamos con gas indeseable, gas de contaminación, y al final obtenemos un
producto útil.
Para
saber y cuantificar qué tipo de gases obtuvieron y corroborar si el gas
capturado por la membrana es CO2, el ingeniero químico mexicano y sus colegas
utiliza una técnica analítica llamada cromatografía de gases acoplada con
espectrometría de masas. Y la lectura refleja que estás obteniendo 20% de
dióxido de carbono, 5% de nitrógeno, 10% de hidrógeno. El ingeniero químico
michoacano considera que este tipo de investigación se puede hacer en cualquier
país del mundo, incluido el nuestro.
Carreón
dijo que en México hay muchas universidades con muy buena infraestructura,
instalaciones y equipos, y personal capacitado, no veo por qué no pueda hacerse.
Y explicó que no tiene ningún proyecto de investigación a realizarse en el
país. Y que está muy a gusto trabajando en los Estados Unidos.
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