Alex
Islas
En
la sección de comentarios de Facebook de mi escrito de la semana pasada “Lo que
el indigenismo ignora” un usuario me hizo una observación muy importante,
además de tener descendencia europea e india, somos un país que tiene también
una herencia cultural africana, un hecho que no debí haber omitido y que en
este artículo espero poder encauzar. Aunque menos que en otros países, también
tenemos descendencia africana, solo en Oaxaca uno de los Estados con mayor presencia
afromexicana se calcula con base al último censo al respecto del Instituto
Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) que la población afro
descendiente (mestizo-mulatos) es de más de 215 mil habitantes en un Estado con
casi 4 millones de habitantes, es decir, son una minoría importante y que como
me mencionaba el usuario de Facebook, ha sido olvidada.
En
nuestro país la presencia africana se remonta al siglo XVI, cuando los
españoles trajeron a los primeros esclavos africanos para destinarlos sobre todo
a labores agrícolas y actividades como la minería y también como sucedió con
los españoles y los indios, los africanos enriquecieron las raíces mexicanas y
tuvieron descendientes con indios, españoles y con demás mezcla de raza, son
los africanos nuestra tercera raíz; la investigadora Sagrario Cruz Carretero,
afirma que África ha sido importante en nuestra identidad cultural: “Aquí
podría citar una larga lista de rasgos culturales que van desde nombres de
pueblos y ciudades como Mocambo y Mandinga, entre 40 pueblos más, tan sólo en
Veracruz; más rasgos de origen africano se advierten en la gastronomía, el
lenguaje, la música, el baile, procesos mágico-religiosos, la medicina
tradicional y en apellidos como Pardo, Prieto, Crespo y Moreno, entre otros”.
Israel
Reyes Larrea, fundador de la Asociación Civil Colectivo África es contundente
al mencionar la herencia cultural que han aportado los africanos a nuestro
país: “A lo largo de los años, la población que llegó de África se ha ido
mezclando con los indígenas, pero aún conservan rasgos, costumbres y
tradiciones. No podemos concebir toda esta identidad mexicana sin los aportes
de los negros. La música, los ritmos como el merequetengue muy socorrido en las
costas del sur de México”.
Otro
dato que muchos han olvidado es un pueblo a unos 150 kilómetros del Puerto de
Veracruz, Yanga, nombrado en honor de Gaspar Yanga, un príncipe africano de la
tribu Yang-Bara que fue traído como esclavo desde Costa de Marfil o Ghana (ese
dato no se sabe con exactitud) y fue Yanga el que encabezó la primera rebelión
contra la Corona Española el 6 de enero de 1609, más de dos siglos antes de la
consumación de la Independencia definitiva de los españoles, es más la rebelión
fue exitosa, ya que el 3 de octubre de 1631, el virrey Rodrigo Osorio, Marqués
de Cerralvo, decidió otorgarles la definitivamente su Independencia,
convirtiéndose en el primer territorio autónomo respecto a cualquier corona
europea, antes incluso que Estados Unidos.
Algo
como lo que sucedió en Yanga debe ser motivo de orgullo para nosotros como
mexicanos, porque nos habla de la valentía de un pueblo y de una lucha en la
que los que se sublevaron resultaron vencedores, a diferencia de los “héroes”
que desde niños en las escuelas se nos enseña a idolatrar como si fueran unos
santos, Yanga ha sido omitido de los libros de historia, tal vez por lo que
sucede generalmente en nuestro país: gloria para los perdedores y olvido para
los ganadores, en su tiempo Yanga, sí fue una verdadera amenaza para la
estabilidad de la Nueva España no como el disminuido guerrillero Vicente
Guerrero (él mismo un afro descendiente), pero la historia oficial ha decidido
condenar al olvido a alguien que aportó el primer territorio independiente del
continente americano.
Como
podemos ver somos un país con una riqueza y una variedad cultural muy grande,
no se puede sentirse orgulloso de una raíz, renegar de la otra y olvidar una
tercera. México es una nación que ha tomado mucho de varias tradiciones y se ha
enriquecido con la llegada de otras culturas y con las tribus que ya estaban en
el actual territorio nacional, esa olvidada raíz africana es algo que debe
hacernos sentir orgullos, por lo pronto yo prometo nunca más omitir esta raíz.
Referencias:
- Sobre
Yanga.
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