“El Señor Sopla” de Alberto Chessal es un libro de contenido
interesante. Su portada es atrayente; induce a pensar: ¿quién será ese señor sopla?,… ¿por qué el maestro Chessal habrá
escogido ese título para su libro?,… ¿cuál será el mérito y qué habrá hecho el hombre para merecer que lo haya elevado hasta ese
sitial de distinción?,… ¿es broma o una
mención peyorativa?; son preguntas que estimulan el apetito literario e
inducen a la lectura.
Por experiencia propia,
empezaré diciendo que el maestro Alberto Chessal Ramírez hace gala de su
imaginación y sapiencia en el buen decir y escribir. En ciento ocho páginas que
conforman su libro, trae a cuento algo que pudo acontecer ayer o ser circunstancia
vivencial en el presente; crea un entramado escénico con personajes “de carne y
hueso”, y a través de un lenguaje sencillo pero a la vez claro y poético, conduce
y lleva de la mano al lector para que no suelte a “El Señor Sopla”, y lo lea de principio a fin hasta arribar a la felicidad
que proporciona un texto impregnado expresiones, anhelos, realizaciones,… que conducen
a pensar y repensar…
He aquí que “EL SEÑOR SOPLA”, sea un libro que debe acuñarse en el acervo
literario de escuelas, bibliotecas, hogares; es un contenido que debe
consumirse y saborearse como a los buenos vinos: sin prisa, con cadencia propia
de quien disfruta el camino que conduce al embeleso, a la felicidad; es un
documento que lleva a redescubrir que el maestro Alberto Chessal Ramírez,
además de haber sido un excelente maestro y directivo que dejó huella en el ámbito
educacional, es un ciudadano ejemplar, destacado escultor e inspirado poeta y escritor
que engalana el acopio cultural guerrerense.
Su amigo y servidor
Margarito López Ramírez
El maestro Alberto Chessal Ramírez y
el profesor Margarito López Ramírez.
0 Comentarios