falcotitlan : LEGÍTIMO


Hugo Falcón Páez

El fundamento es ganar cuando se sabe y permanecer con esa idea.

La democracia es un sistema huérfano, la legalidad una utopía y la legitimación una realidad. Las reformas estructurales aprobadas el año pasado y en lo que va este 2014, serán prueba fehaciente de la labor que origina un cambio radical en el Estado mexicano. Un ejemplo tácito es en el cual la Cámara de Diputados aprobó la modificación de diversas leyes, en las que se establecerán los requisitos para que se presenten las iniciativas ciudadanas y de preferentes por parte del Ejecutivo federal, así como su trámite ante el Congreso de la Unión. Una iniciativa ciudadana para ser recibida deberá ser presentada por escrito ante el presidente de la Cámara de Diputados o Senadores, o bien, en sus recesos, ante el presidente de la Comisión Permanente y deberá contener los datos completos de los ciudadanos que la entreguen.

La iniciativa tendrá que ser respaldada por al menos el 0.13 por ciento del electorado o Lista Nominal de Electores, lo que equivale cerca de 100,000 personas. El Senado ha indicado también, que la reglamentación establece que al presentar la iniciativa, tendrán que solicitar al Instituto Nacional Electoral que verifique la autenticidad de las firmas y los documentos de los promotores, más treinta días naturales para confirmar el dictamen votado, y si se requieren hacer más revisiones el tiempo será de 15 días. Si se cumple con el porcentaje requerido, se turnará a la comisión respectiva para su análisis y dictamen, para seguir con el proceso legislativo ordinario. Si el Instituto Nacional Electoral llega a la conclusión que una iniciativa ciudadana incumple requisitos, dará conocimiento a la Cámara correspondiente para desecharla, pero los ciudadanos promotores podrán impugnar esa decisión ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Caso contrario, si el INE determina que está en regla, se notificará a los legisladores para que la turnen a las comisiones. Este dictamen que le da otro rostro a la legislación en la República Mexicana, fue elaborado y avalado en la Comisión de Gobernación, y en lo general aprobado con 375 votos a favor, 34 en contra y tres abstenciones. Aquí se reforman varias disposiciones de la Ley Orgánica del Congreso general, la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal y del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales.

En esta tónica la gente responsable, autodidacta, profesionales, expertos, voluntarios y quienes aman el país, tendrán la oportunidad de dos cosas relevantes. Una, empezar una carrera en el ámbito político y equiparar un trabajo moral, ético y verdaderamente ciudadano. Dos, elevar una calidad de vida en el país desde los cimientos, con carácter único y responsable. Sin embargo, la figura de la iniciativa ciudadana fue incluida en la Constitución con la reforma política de 2012, sin estar todavía reglamentada.

La iniciativa preferente podrá versar sobre cualquier materia, y comprender uno o más ordenamientos cuando exista conexidad en los temas. Pero no podrán tener carácter preferente las iniciativas de adición o reforma a la Constitución. El dictamen señala que el Ejecutivo podrá presentar hasta dos iniciativas para trámite preferente el día de la apertura de cada periodo ordinario de sesiones del Congreso de la Unión. O bien, indicar con tal carácter hasta dos que hallase presentado en periodos anteriores cuando estén pendientes de dictamen. Es así que esperemos con el tiempo la benevolencia de algunas acciones en el sistema político actual, nuestro país vive hasta la fecha una regulación nugatoria en el nivel secundario en cuanto a los derechos de los ciudadanos. En el umbral de la reflexión es, la ciudadanía sin salario de diputado o senador podrá hacer la labor de los legisladores. Un obsequio más del mexicano común a la élite política.

Otro punto es, arrebatar espacios a los empleados del gobierno y partidos políticos para los que sí quieren un México inmediatamente rico, nuevo, bien hecho. Requisitos que legalizan un fundamento para el bien común, edificar una generación con aspiraciones, pero sobre todo, restar gastos en la gente que francamente no hace nada en los recintos donde nacen las leyes de México. Hay que permanecer con esa idea y con el sentimiento para un presente futurista, y librarnos de un pasado arcaico. La historia está en camino, vamos todos pues a caminar en la sapiencia y no en la ignorancia. Vamos a legitimar a quienes nos gobiernan y a quienes emiten la legislación en un proceso fidedigno, nuevo y positivo.

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