Alfredo
Sarabia Radilla
Hoy jueves
10 de abril, se cumplieron 95 años de que fuera asesinado, Emiliano Zapata,
glorioso líder campesino y agrarista, que luchó denodadamente y con
autenticidad por los ideales que lo llevaron a estar siempre al lado de sus
“hermanos”, los campesinos, en una etapa social, que no existían “los famosos
proyectos”, que dicho sea de paso, solo constituyen un medio analgésico de
vida, un medio para endulzarle la vida momentáneamente, a los que los reciben,
de forma, pero no de fondo, y fundamentalmente no había televisión manipuladora
como hoy en día.
Como es
sabido, fue un esbirro del régimen gubernamental de la época, el que con
engaños y mentiras, lo llevó hasta el sitio
donde Zapata caería asesinado vilmente. La traición fue perpetrada por
Jesús Guajardo, coronel del
ejército Carrancista.
No obstante, a casi un siglo de su asesinato, en
estos momentos de crisis social de reformas a Leyes, contrarias al sentir ciudadano de a pie y de
clase media, el nombre de Emiliano Zapata, brilla con más intensidad que en otras
épocas “post mortem”. Su ejemplo y su entrega a la lucha campesina, es una
señal que hoy día cobra fuerza entre los sectores marginados, entre los
campesinos, etc.
En este
lapso de tiempo ocurrido del crimen de
Zapata, muchas situaciones vitales, cambiaron para bien en la Sociedad
Mexicana, con altibajos pero se avanzaba, pero igualmente, aumentando la
densidad poblacional pobre y extremadamente pobre (se habla de más de 60 millones de la
población mexicana, que representan poco más de la mitad de mexicanos).
Debes
saber, que en todo el periodo post –
revolucionario, de 1930 a la fecha, únicamente dos Partidos Políticos nos han
gobernado: El PRI y el PAN, siendo el
primero, el que ha estado en el poder durante mucho más tiempo (70 años
ininterrumpidamente), mientras que el PAN, solo
ha permanecido 12 años en el poder federal, suficientes para “desmadrar”
aún más al país. Y hoy día, gobierna
nuevamente el PRI, y con ello, puras
lamentaciones de la ciudadanía respecto a la vida actual. Así las
cosas, con una supuesta alternancia en el poder, vemos con tristeza, que la
vida de desarrollo continúa en picada. Elementos y
factores determinantes en ello, nos ilustran firme y sólidamente este escenario
desolador señalado, y no hay para cuando, se sigue remando sobre las mismas
aguas en que remó el líder agrarista traicionado en 1919, obviamente que ahora,
son distintas las condiciones sociales.
Por tanto,
a Emiliano Zapata, se le debe recordar como aquel que supo comprender para que
era la vida, y por lo mismo, su vida
misma, debe calar y seguir calando en
las nuevas generaciones de México, y así, empapar con denuedo y arrojo, el
perfil de los mexicanos bien nacidos.
La lucha de
este líder, continúa, pues sus ideales, aún está vigentes, vigencias que el
mismo gobierno se ha encargado de
mantenerlas vivas, ya que la corrupción y la impunidad, son elementos
indispensables en la manutención del régimen gubernamental visto.
En este
escenario político – social, se ha arribado a un Aniversario más, de la muerte
de Zapata, quien es, de los hombres que nunca mueren.
El Plan de
Ayala, es uno de sus mejores legados… HASTA PRONTO
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