Rodrigo Huerta
Pegueros*
Muchas palabras se han
dicho sobre los primeros 25 años de la existencia en el mapa político de México
del Partido de la Revolución Democrática.
Mucha tinta y papel se
ha utilizado para recordar, repasar y rehacer la historia del partido de las
izquierdas; muchas imágenes se han vuelto a exhibir para volver a vivir los
prolegómenos de este partido emblemático
que llega a su primer cuarto de siglo.
Coloquios, foros,
libros y programas radiofónicos y de televisión se han ocupado de hacer
recuentos variopintos de la forma como se ha conducido este partido y cuales
han sido sus logros, avances y fracasos.
El balance en si sobre
este partido de las izquierdas no es del todo positivo, aunque habrá que
señalar que la sola permanencia en el sistema de partidos en México es en si
mismo un triunfo, con todo y la última escisión sufrida por uno de sus alter
ego como es el dos veces candidato presidencial y actual dirigente moral del
Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) que está a punto de convertirse en
otro miembro de la sociedad de partidos nacionales.
Pero habrá que
recordar que el PRD tiene una fortaleza de origen.
Es el resultado de una
conjunción de voluntades que hicieron posible tomar acuerdos tácticos y
estratégicos para convertirse en una real fuerza política capaz de representar
a una sociedad que estaba no solo excluída sino mas bien expoliada por los
gobiernos que representaban los entonces
partidos fuertes de México y que se suscribían un PRI hegemónico y un PAN
cabalgando en ancas, pero con imagen propia.
Las nuevas
generaciones no recuerdan ahora que antes de que el PRD pasara lista de
presentes en el expectro político-electoral en México, sus forjadores habían
sido luchadores sociales y militantes de partidos de oposición no reconocidos por
el Estado mexicano como lo fue el Partido Comunista Mexicano (PCM), el Partido
Revolucionario de los Trabajadores (PRT), el Partido Mexicano de los
Trabajadores (PMT), el Partido Socialista Unificado de México (PSUM), el
Partido Mexicano Socialista, entre otros.
Si este cuarto de
siglo que cumple este año el PRD puede servir para recordar su quehacer entre
la sociedad y la clase política nacional,
es también propicio para recordar que su pluralidad de representantes al
interior del consejo nacional ( su órgano máximo de decisión) es la expresión
mas acabada de quienes piensan diferentes y mantienen expectativas divergentes
en cuanto a lo que debe ser y hacia donde debe enfilarse en el futuro inmediato
este partido que hoy día se encuentra en una mas de sus fases de reconstrucción de fuerzas e imagen.
Es precisamente en
estos días cuando la lucha interna en el PRD ha arreciado por tener frente así una de las decisiones más difíciles de su historia que es el determinar quien
encabezará la dirigencia nacional en donde figuras emblemáticas como la del
ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas están en juego o como las fuerzas de quienes hoy
la dirigen Nueva Izquierda (NI) de los llamados ‘’Chuchos’’ (Jesús Ortega y
Jesús Zambrano), quienes impulsan la candidatura de Carlos Navarrete Ruiz o
quienes se han convertido en una corriente decisoria como la Izquierda
Democrática Nacional (IDN) que dirigen la senadora, Dolores Padierna Luna y su
esposo, René Bejarano Martínez, mejor conocido como el ‘’señor de las ligas’’,
quienes impulsan la candidatura del ex jefe de gobierno del Distrito Federal,
Marcelo Ebrard Casaubón.
La determinación del
consejo nacional perredista en este nombramiento los llevará a encaminarse
hacia una verdadera reunificación o se continuará en la misma ruta de las
divisiones e irreconciliaciones que llevan irremediablemente a que el partido
siga desgajándose y por ende debilitándose como puede comprobarse con la
irrupción de MORENA que no es otra cosa que un partido surgido de las entrañas
del otrora PRD fuerte y proveniente del aquel movimiento nacional que dio como
resultado la creación del Frente Democrático Nacional, el que disputó con
éxito al otrora partido hegemónico y casi único, el PRI, la presidencia de la
República.
Lo sucedido el año de
1988, cuando se alzó con el triunfo el presidente Carlos Salinas de Gortari
frente al candidato de las izquierdas, Cuauhtémoc Cárdenas Sol+órzano, fue el
parteaguas para la creación de un partido auténtico opositor y de izquierda que
fue el PRD.
A este partido de las
iquierdas se unieron no solo los movimiento guerrilleros como la Asociación
Civica Nacional Revolucionaria (ACNR), sino también los llamados troskistas
(PRT), los ex partidos satélites como el Popular Socialista (PPS), el
Sinarquista (PDM), el de la Revolución Mexicana (PARM), sin olvidar los
partidarios de los ex partidos arriba mencionados.
El logro de este
proyecto partidista corrió a cargo del ingeniero Cárdenas quien se convirtió
así en el líder moral del perredismo nacional y quien 25 años mas adelante
sigue siendo una figura preponderante y de reconocida solvencia ética, moral y
política y quien según según sus propias palabras, el partido está hoy en el
quiebre de su historia pues su nuevo dirigente tiene que tener los atributos
necesarios para mantener a las corrientes o tribus, empujando en la dirección
correcta para que siga siendo una opción para la sociedad mexicana que demanda
mayor justicia social y cambio de rumbo económico.
Lo cierto es que con
el surgimiento de MORENA, la salida de una serie de personajes que encabezaron
al propio partido (Rosario Robles Berlanga y Ramón Sosamontes Herreramoro), la
forma como los dirigentes nacionales se han comportado para frenar el
resurgimiento del partido tricolor y la forma como se han decidido candidaturas
para gobiernos locales, el PRD necesita ahora si proyectar una nueva cara y dar
a conocer a la opinión pública lo que será en adelante su lucha para beneficio
de la sociedad mexicana.
Hoy se puede etiquetar
al PRD como un partido sin ideología propia, enclavado en lo que se denomina la
social democracia, de ser un partido reformista, de haber dejado atrás su
ímpetu revolucionario y de haber condenado al anarquismo. Se le ubica mas del
lado de los neoliberales que de las corrientes que todavía mantienen las
banderas de la justicia social y de una
democracia real.
La mayor crítica que
ha recibido en estos últimos tiempos el PRD ha sido el de que en su política
electoral ha fallado tanto que se puede medir en la conformación de gobernantes
municipales y regionales que en un ochenta por ciento son de extracción pirista
y el resto surgido de las filas de las demás fuerzas de izquierda representadas
dentro del PRD.
Guerrero puede ser un
ejemplo mas acabado de los fracasos de las izquierdas por construir políticos
que logren ganar las simpatías de los votantes para ganar la competencia
electoral. Esto no ha sucedido asi y para poder obtener triunfos ha tenido que
echar mano de figuras surgidas de la sociedad civil como fue el caso del gobernador
Zeferino Torreblanca Galindo quien logró su triunfo sobre la figura del priista
y actual diputado local, Héctor Astudillo Flores y después el PRD, para seguir gobernando esta entidad, tuvo que
lanzar como candidato a la gubernatura al desecho del PRI, Ángel Heladio
Aguirre Rivero, quien obtuvo un triunfo aplastante contra su contrincante el
actual diputado federal, Manuel Añorve Baños.
Luego entonces, se
debe de reconocer que algo han hecho mal los perredistas a lo largo y ancho del
país que le ha sido difícil crear figuras propias dentro de la política real y
competir con estas frente al electorado y ganar posiciones políticas sin hacer
uso de figuras de otros partidos, quienes como se ha visto y comprobado, no
pueden nunca implantar nuevas formas de gobernar y con ello hacer el cambio que
dentro de su declración de principios enarbola.
Dice Cárdenas que se
requiere un partido unificado para seguir avanzando, pero esta premisa es
insuficiente si no se empata con la utilización de los demás documentos básicos
como plataforma para construir a los nuevos dirigentes de izquierda que se
requieren en este siglo XXI y que nada tienen que ver con desechar tácticas y
estrategias utilizadas en el pasado para hacer reaccionar no solo a quienes
tienen secuestrado al Estado mexicano sino para sacudir la conciencia de las
nuevas generaciones que están mas que adoctrinadas dentro de un esquema
neoliberal y de democracia capitalista que están lejos de representarles las
mejores condiciones para que su futuro desarrollo.
Las izquierdas no
están hoy todas dentro del PRD como sucedió hace 25 años. Hoy son menos, pero
cuando m,enos andan caminando por el territorio nacional con otro estandarte,
pero con el mismo origen y que tarde o temprano tendrán que confluir para hacerle
frente a los demás partidos políticos de derecha que hoy se ufanan de haberse
quedado con el mecanismo que hace posible la transición democrática.
En Guerrero el PRD
tiene en puerta una decisión de suma importancia como es el decidir quien será
el candidato que los represente en la contienda electoral del 2015.
¿Será un perredista o
será alguien más que le represente el triunfo electoral?
¿O serán víctima de
sus propios procedimientos del pasado reciente?
Periodista/Analista
Político*
0 Comentarios