Carolina Rojas
No es necesario un tanque cuando de pasión se trata, años de tradición han adaptado su cuerpo y pulmones para realizar tan grandiosa, admirable pero sobre todo peligrosa labor.
Mejor conocidos como “buzos sin tanque”, son aquellas personas que actualmente efectúan la labor del buceo a pulmón en las profundidades del bello puerto de Acapulco, convirtiéndose en sinónimos de pasión, valentía, disciplina y tradición.
Definitivamente la tradición del buceo sin tanque es un asunto meramente acapulqueño que se trae en la sangre, en la herencia y hasta en el cuerpo, mostrando la firmeza y resistencia corporal que deja el “abolengo acapulqueño”.
Unos de los lugares ideales para practicar el buceo sin tanque es la zona Caleta, de allá donde bucea la famosa “Vaca”, personaje identificado como víctima orgullosa de dicha actividad.
Ya con cincuenta y cuatro años echados a sus redes, la famosa “Vaca”, que porque así le decía su ex novia y lo de “famosa” porque salió con su lanchita en un video de Paulina Rubio, es un ejemplo nato del buceo sin tanque.
Él cuenta que comenzó esta actividad a los diez años y fue porque le dejaba “varo” pero con la práctica le fue agarrando el gusto y la misma práctica lo ha hecho aguantar hasta cuatro minutos bajo el agua.
Otra víctima orgullosa es Guillermo García, que menciona que éste oficio no es nada fácil, debido a la presión que enfrentan los oídos al sumergirse a grandes profundidades y que la preparación puede llevarte meses e incluso años.
El ritual de entrada debe ser con calma, poco a poco, ingresando a la profundidad en forma de diagonal, a diferencia del buceo con tanque que es en línea recta y todo debe ser muy rápido porque los tímpanos pueden llegar a explotar.
Ya lo demás es pura competencia que consiste en agarrar la mayor cantidad de mariscos en el tiempo que los pulmones aguanten.
Para ambos personajes, el mar los ha mantenido tanto económica como físicamente, aunque ahora tienen que dedicarle más tiempo, debido a que ya no consiguen los mismos resultados que años anteriores, incluso mencionan que actualmente el marisco ha disminuido en un 95%.
Realmente es una cifra alarmante porque únicamente queda un 5% de mariscos y esto se debe al abuso del ser humano, a la contaminación y a la falta de respeto en tiempos de veda.
Antes existían mayor número de especies marinas, incluso el riesgo que se vivía antes era ser devorado o lastimado por algún animal pero ahora ya no los hay y el único riesgo es el ser humano.
La labor que realizan estas personas, entregando día a día al mar una parte de su respiración, es muy admirable, valiente, pero definitivamente se debe ser más consciente sobre la situación tan alarmante que se vive en aquella zona que no todos acostumbran llegar.
Si la situación no para, es seguro que aquella pequeña cantidad de mariscos y animales marinos desaparezcan por completo, lo que generaría un descontrol en el proceso del mar, cosa que sería una amenaza al ecosistema.
El buceo sin tanque no deja de ser una excelente actividad, pero realmente está afectando al ecosistema marino, la solución no es dejar de practicarlo, sino mantener un control y darle al mar el respeto que éste exige.
“Definitivamente cuando el oficio se convierte en pasión, el cuerpo se adapta a la acción”.
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