Sobre todo porque
pareciera ser que hay una dinámica inercial de que estos periodos
extraordinarios pues ya están preconcebidos, ya el foro para debatir será el
Congreso de la Unión, pero en esta lógica inercial se ignora lo que está
pasando fuera de este recinto.
Se ignora que en el
tema de telecomunicaciones -que yo mencionaba en la presentación de mi
iniciativa- hay gente que está activa y que está preocupada por el debate en
telecomunicaciones y que quiere participar, y que si no participa en el debate
formal establecido en comisiones, lo está haciendo en la calle, está saliendo,
comunicándose, marchando y buscando tener una incidencia plena en un tema que
consideran fundamental.
Y no solamente es el
tema del derecho a la información como el caso del acceso a internet que hemos
comentado, sino nos parece importante comentar lo que ha ocurrido en la última
semana en estas misivas que ha entregado Cuarón al presidente de la República.
No solamente
determinó 10 preguntas -que un servidor, y que me parece que muchos, millones
de mexicanos y mexicanas, consideran pertinentes en torno al tema de la reforma
energética- sino que el pasado 5 de mayo presentó una última pregunta que es
indispensable en este debate político poner a consideración de todos los que
decimos representar a la gente en este Congreso de la Unión.
Y la pregunta es muy
básica, la pregunta es muy puntual, la pregunta es muy simple, ¿por qué no
debatir? Me ha tocado escuchar a legisladores del PRI, me ha tocado escuchar a
legisladores del PAN, que señalan como si ya fuera un destino manifiesto que el
tema de la reforma energética, de las leyes secundarias, va a estar la segunda,
la tercera o la cuarta semana del mes de junio. Obviamente preocupa que lo
quieran hacer en fechas en las que se estén llevando a cabo los partidos del
mundial para tratar de aprovechar la situación de desinformación que también se
presentó cuando fue votada la reforma constitucional.
Pero quiero tomar el
planteamiento básico que hace Cuarón porque me parece que ahí es donde están
las preguntas que hoy se hacen muchos, millones de mexicanos y mexicanas.
Él plantea -y cito
textual de esta carta, es corta- pero me parece que en la pregunta por qué no debatir,
y en la respuesta que me ha tocado escuchar de parte del poder Ejecutivo, es donde
hay una enorme distorsión en lo que decimos representar aquí en el Congreso de
la Unión, y lo que está pasando afuera, con las preocupaciones que tiene la
gente sobre un tema tan importante como es la Reforma Energética.
Y en él comenta, en
una carta dirigida a Enrique Peña Nieto, presidente de los Estados Unidos
Mexicanos, agradezco su pronta respuesta a las 10 preguntas que formulé sobre
las reformas energéticas y petroleras.
Agradezco que hayan
sido respondidas, si lo considera, no son preguntas sólo a título personal,
sino que él considera que son preguntas que hoy se hacen millones de ciudadanos
mexicanos y mexicanas.
Y señala: por eso
creo que sus respuestas no pueden ni deben agotar la discusión, por el
contrario, abren la oportunidad de que se realice el debate plural y abierto
sobre estas reformas.
El debate que
merecemos todos los ciudadanos, la calidad de una democracia va más allá del
proceso electoral y va más allá de las discusiones y votaciones en el Congreso.
La calidad de una
democracia, -cierra Cuarón- depende mucho de sus debates públicos.
Y por eso compañeros
y compañeras, me parece que es pertinente traer a colación ese debate; si
nosotros como representantes, los diputados y diputadas, los senadores y
senadoras, de la gente en el Congreso de la Unión, estamos dispuestos a que un
tema tan trascendente, tan importante como son las leyes reglamentarias, pues
quieran solamente quedar circunscritas al debate pobre –y hay que decirlo- que
tiene el Congreso de la Unión, o si queremos tomarle la palabra a Cuarón, que
hoy representa a muchos millones de ciudadanos y ciudadanas, que hoy representa
la necesidad de contrastar posiciones, de contrastar información en un tema tan
importante como es el tema energético.
Hemos insistido en el
PRD la necesidad de una consulta popular; hemos votado la mayoría de los grupos
parlamentarios, por instrumentos de democracia participativa.
Me parece que el
punto que hoy pone Cuarón a debate, es la posibilidad que se haga una discusión
en horarios de primer nivel, frente a la ciudadanía, con la posición del
gobierno y sus aliados en el PAN, pero también con actores que desde la otra
trinchera pensamos que el camino que ha sido definido para estas leyes
reglamentarias no es el correcto, pues pueda darle a la gente, a los ciudadanos
y a las ciudadanas, instrumentos para saber qué es lo que se está debatiendo.
Y no trivializar –y
con eso cierro señor presidente- no trivializar en que sería un debate entre
Cuarón y el presidente de la República, no, hagámoslo un debate entre expertos.
La posición que
tienen ustedes, quienes hicieron la reforma constitucional, y la posición que
hicimos nosotros desde la izquierda, donde muchos millones y millones de
mexicanos, quieren saber cuáles son los alcances de lo que ustedes aprobaron en
materia constitucional.
Pongámoslo a
discusión compañeros y compañeras, y no pensemos solamente en sacar un periodo
extraordinario especialmente en el tema energético, por querer sacarlo. Porque
hoy la gente, allá afuera, está participando, y la carta de Cuarón, es la cara
de muchos millones y millones de mexicanos que quieren respuestas de parte de
los políticos.
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