Reforma electoral definitiva; el día
de hoy tenemos un dictamen que nos debe de llevar a reflexionar de dónde
venimos y sobre todo hacia dónde queremos que esta nueva reforma electoral
conduzca los destinos de la democracia de nuestro país.
¿De dónde venimos en el corto plazo?
De arduos meses de trabajo en una mesa de negociación en la que estuvieron
presentes los presidentes de las comisiones que hoy están dictaminando, donde
estuvieron presentes miembros de sus mesas directivas y donde me parece que es
importante retomar un modelo de diálogo que es indispensable retomar en futuros
procesos de definición de temas trascendentes.
Había distintas posiciones; sin duda alguna
el tema electoral es un tema en el que es difícil encontrar coincidencias, pero
quiero destacar y celebrar a nombre de mi grupo parlamentario, el trabajo, el
esfuerzo, el liderazgo que tuvieron los presidentes de la comisión de Prácticas
Parlamentarias Segunda, de la comisión de Justicia, de la comisión de
Gobernación, de Reforma del Estado y de Estudios Legislativos.
Me parece que es importante destacar
ese modelo de acercamiento. No coincido con aquellos que señalan que fue un mal
modelo; me parece que éste es el modelo que funciona en el Senado de la
República, un modelo en el que se transparentan los avances, en el que se van
elaborando las discusiones, en el que los grupos parlamentarios presentan
iniciativas, presentan planteamientos y es precisamente el diálogo del
parlamento, el que va consolidando un dictamen como el que tenemos el día de
hoy.
Son esos tres meses los que nos
permitieron que aun cuando había voces el pasado lunes que señalaban que no
podíamos llevar un acuerdo, los que hoy nos permiten tener un periodo
extraordinario de sesiones y estar a punto de votar una reforma electoral que
le dará claridad al proceso electoral del 2015 y que lo entregamos a tiempo
para que el Instituto Nacional Electoral, pueda tener las reglas de juego claras
para la organización del proceso federal y de los procesos concurrentes.
No es cuestión menor compañeros y
compañeras, pero también es importante recordar que venimos de un proceso
electoral en el 2012 que dejó claro que un proceso electoral requiere estar en
constante revisión y supervisión.
Hemos tenido cinco grandes reformas;
yo espero y le apuesto como miembro de esta generación política que ésta sea
una de las mejores reformas que haya. Habrá que ponerla en su justa dimensión
después del proceso en el 2015.
Habrá que revisar cómo los nuevos los
instrumentos de fiscalización permiten controlar y evitar los excesos en el uso
del dinero, en la participación en los medios de comunicación.
Habrá que identificar cómo la
fiscalización, que es una de las columnas vertebrales de los instrumentos de
los que consta esta ley, nos permite tener una mejor visualización por parte
del Instituto Nacional Electoral y los organismos públicos locales de cómo
funciona el dinero público, de cómo está funcionando el dinero privado, de cómo
garantizamos en tiempo real –que es una de las partes importantísimas del nuevo
sistema de fiscalización- cómo garantizamos evitar los excesos, cómo
garantizamos identificar a través del uso del dinero en la cuenta concentradora
que es uno de los corazones operativos de esta reforma, que haya elementos que
permitan prever que se está violando a la ley.
Cómo garantizamos, por ejemplo, que a
través del proceso de fiscalización, -el procedimiento que estamos
estableciendo- garantizar que los plazos rígidos que hoy se instituyen sean de
utilidad para la autoridad.
Que el órgano interno de
administración, presente por parte del partido, los informes sobre el origen y
destino de los recursos ordinarios y de campaña, en tiempos mucho más cortos,
¿pero sobre todo para qué compañeros? Para que no nos pase lo que nos ha
ocurrido, que la fiscalización ocurre después de que ha terminado el proceso
electoral, pero sobre todo después de que se han calificado las elecciones.
De tal manera que esta falta de
claridad, y esta falta de continuidad en los tiempos, pues termina haciendo que
la gente, los ciudadanos y las ciudadanas, escuchen sobre aspectos de excesos
que hubo en las campañas después de que la autoridad ya está instalada, después
de que ya se ha calificado la elección y entonces todo se vuelve ruido político
y todo se vuelve una sensación de impunidad para los ciudadanos y las
ciudadanas.
Estamos poniendo un nuevo esquema de
financiamiento, o para decirlo con más claridad, mayor transparencia en los
instrumentos de financiamiento, de los que habrán de gozar los partidos
políticos y los candidatos ciudadanos.
Estamos poniendo instrumentos que
garanticen identificar con toda puntualidad de dónde viene el dinero, cuáles
son las aportaciones de militantes, de simpatizantes, cuáles son los topes de
campaña y cuáles son los recursos públicos, de ésta manera, lo que se tiene es
un sistema que busca dar más claridad, origen de los recursos que en una cuenta
concentradora permitan por parte de la autoridad, mejores elementos de
verificación, de supervisión y de fiscalización.
Por eso compañeros y compañeras, este
modelo que hoy trae esta nueva ley electoral, habremos de supervisarlo con toda
claridad. No es la panacea, y me parece que no es la intención definir que
llegamos a una ley electoral definitiva.
Tenemos nuevos planteamientos de
nulidad; las causales que hoy se establecen con toda puntualidad, van en contra
de aquellos que excedan el gasto de campaña, aquellos que compren cobertura
informativa o tiempos en radio y televisión fuera de los supuestos previstos
por la ley, aquellos que reciban o utilicen recursos de procedencia ilícita o
recursos públicos en campañas, y un tema que es importante subrayar, se
presumirá que se está en presencia de cobertura informativa indebida, cuando
tratándose de programación y de espacios informativos o noticiosos, sea
evidente que por su carácter reiterado y sistemático, se trata de una actividad
publicitaria dirigida a influir en las preferencias electorales de los
ciudadanos.
Estos temas compañeros y compañeras,
nuevos elementos de fiscalización, nuevos instrumentos para ubicar y definir
con transparencia el financiamiento y claridad en los causales de nulidad,
deben de permitirnos reglas de juego más claras.
Pero creo que es importante,
compañeros y compañeras, también decir que cuando se hacen reformas
electorales, los partidos políticos y los políticos, pareciera ser que
solamente nos estamos hablando entre nosotros. Y esto es importante destacarlo en
esta reforma electoral.
Tenemos elementos importantes, no
solamente de reglas de la competencia electoral, el tema de la inclusión de las
mujeres en la visión de la paridad de género, es algo de lo que debemos de
sentirnos orgullosos como sociedad y como representantes, en este caso de las
entidades federativas.
Se logra la paridad y garantizar que
el 50 por ciento de las candidaturas, sea para mujeres, y estoy convencido de
que esto habrá de ser una revolución en términos no solamente del formato de competencia
política, sino especialmente de la visualización en la que como país habremos
de integrar las cámaras de representación.
Me parece también importante destacar
y decirle a la sociedad mexicana que tenemos un avance significativo en el tema
del voto de los mexicanos en el extranjero.
No es cosa menor que hayamos logrado
que doce millones de mexicanos y de mexicanas, de paisanos y paisanas que viven
especialmente en los Estados Unidos, hoy vayan a poder tener, a través de los
consulados, una credencial de elector,
no solamente que les de identidad desde nuestro país, sino que de manera
particular –y esto es importante subrayarlo- pueda servirles como elemento de
identificación.
Lo digo, porque en Illinois por
ejemplo, donde viven varios cientos de miles de michoacanos, de zacatecanos, de
oaxaqueños, de guerrerenses, hoy no pueden tener un elemento de identificación,
hoy no pueden decir dónde viven, no pueden exponer su dirección, y no pueden
acceder a una licencia de conducir.
Estamos logrando compañeros y
compañeras, que esta credencial de elector, sea un instrumento de
identificación para nuestros paisanos y paisanas para que voten, y
especialmente para que puedan tener un nombre y un rostro allá en los Estados
Unidos.
No hay reforma definitiva, lo hemos
subrayado; el PRD habrá de votar a favor porque es una reforma que tiene
avances, tiene cuestiones que habremos de evaluar, pero sobretodo porque a
través del diálogo político, y a través del trabajo de todas las fuerzas
políticas, logramos hoy que la democracia avance y que tengamos un esquema
electoral que permita en el 2015, reglas del juego de claras para todos los
actores.
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