Rodrigo Huerta Pegueros*
El aborto no es una cuestión de nuestra actualidad sino que a lo largo
de la historia lejana y reciente se ha practicado en distintas situaciones de
orden moral, de salud, científica y jurídica y es sin duda una praxis nada
placentera para las mujeres que se tienen que someter a esta interrupción del
embarazo.
Hoy sale a la palestra el tema por la iniciativa de ley que ha enviado
el gobernador del estado de Guerrero, Ángel Heladio Aguirre Rivero para la
consideración de los legisladores quienes tendrán que analizar, debatir y votar
a favor o en contra para que la práctica del aborto pueda regirse bajo ciertas
norm,as no solo jurídicas sino científicas y sobre todo para proteger la vida
de las mujeres que en ciertas circunstancias exponen su vida.
El estado de Guerrero es una entidad con amplias dificultades de índole
social, jurídica, político, cultural y de índole religioso. Esta situación que
priva en la entidad, obliga a las autoridades a tener que exponer en amplitud
los motivos que los impulsan a tomar decisiones que pueden resultar
controversiales como es el caso que nos ocupa. Sin embargo, como ya se ha
dicho, la entidad es multiclasista y las diferencias están a la luz en cada una
de las siete regiones que conforman el territorio guerrerense.
Las condiciones que prevalecen en torno a las mujeres es a todas luces
preocupantes, ya que no solo sufren de marginación, explotación, violencia
intra y extra familiar, sino también que son víctimas de los feminicidios o la
ausencia de atención de parte de autoridades del sector salud y son además
sujetas de abusos de autoridad en regiones donde los usos y costumbres son
reconocidos por las propias autoridades locales, regionales y nacionales.
Los datos son duros y no solo apuntan en el sentido correcto de la
petición de una legislación para la despenalización del aborto, sino que
también se debería debatir una nueva ley para incrementar las penas contra
quienes abusan y victimizan a las mujeres
hasta el hecho de quitarles la vida.
Los legisladores de Guerrero tienen en sus manos una iniciativa que
deberán analizar y votar. Lo tendrán que hacer conforme sus conocimientos y el historial que se tiene sobre el
resultado que se ha tenido en los lugares donde la despenalización del aborto
es ya un derecho de las mujeres.
Claro está que la presión social por parte de quienes creen y sostienen
que la vida no es tema de legislación y quienes amparados en un ritual
pretenden influir en la decisión final.
Ciertamente que una inciativa
de este tamaño no se creía posible durante este régimen, pero para sorpresa de
propios y extraños, ahí está ya para ser discutida y votada.
El gobernador Aguirre, como ejemplo de un político avesado, logró no
solo engañar sino también acotar el poder de los representantes de la iglesia
católica, quienes acusaron al mandatario de actuar contra la doctrina católica
de la cual es practicante. Sin embargo, contrario a todos los pronósticos, los
jerarcas de la iglesia no amenazaron con excomulgarlo sino que advirtieron que
harán todo lo posible para que se revierta esta decisión en el propio congreso
del estado.
Si bien es cierto que los diputados al congreso local no son los mas
liberales que quisiéramos, son eso sí, proclives a la sumisión frente al mas
poderoso. Luego entonces, la mayoría de los legisladores habrán de votar a
favor de la iniciativa y con ello proteger la vida de las mujeres guerrerenses
que tienen como toda mujer en el mundo, su derecho a decidir si tiene o no
hijos.
Luego entonces, los pocos legisladores que quedan para hacerle segunda
a los jerarcas católicos de Guerrero, tendrán que sacar sus mejores atributos
de tribunos y de conocimiento sobre el tema para tratar de echar abajo esta
iniciativa para despenalizar el aborto.
La verdad debe decirse. El gobernador Aguirre tuvo que agarrarse de un
clavo ardiente para desviar la atención de la opinión pública sobre su
actuación frente a los destinos del estado durante los últimos tres años. Le ha resultado hasta ahora esta estrategia,
pero no será por mucho tiempo, ya que hay cuestiones de primer orden que no es
posible cubrir para siempre.
Los temas de corrupción, nepotismo, falta de transparencia, desvío de
recursos públicos, extorsión para la asignación de compra vente y licitaciones,
manipulación de la opinión pública, ausencia de transparencia y uso de recursos
sociales para la compra de voluntad con miras a campañas electorales y un largo
etcétera.
Por ahora, la despenalización del aborto será tema para los que están
en contra de esta medida.
Lo que no se puede soslayar es que el gobernador Aguirre sea un político
acabado que ha logrado engañar a los propios jerarcas de la iglesia católica de
Guerrero y los ha sometido a una especie de veto para señalarlo como enemigo de
la institución, ya que pesa sobre ellos el pecado de haber sucumbido a
tentaciones terrenales que son imposible de ocultar.
En el pecado llevan la penitencia.
Despenalizar el aborto es un acierto del gobierno estatal y es sin duda
una forma de hacer justicia a las mujeres en general.
Periodista/Analista Político*
porteno4964@gmail.com
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