Alfredo
Sarabia Radilla
El pasado
jueves 1 de mayo, el ex gobernador Rubén Figueroa Alcocer y su hijo el diputado
Rubén Figueroa Smuthy, así como los legisladores por el PRI Ricardo Taja,
Héctor Astudillo, y Héctor Apreza, los delegados federales del ISSSTE, de
ECONOMÍA y de PROFECO, y el secretario del Trabajo, Alberto López Rosas, así
como autoridades del Cabildo de Acapulco, sintieron por breves momentos “lo que
es amar a Dios, en tierra ajena”, cuando sintieron en “carne propia”, la
violencia, supuestamente proveniente de los contingentes de la CETEG y de los
estudiantes de Ayotzinapa.
Ya en
diversos medios informativos se han dado
los detalles de esta situación, que encuentra su explicación en el hecho
criminal y cobarde impune, sucedido allá a mediados de 1995 del siglo pasado,
en tiempos en que Rubén Figueroa Alcocer, uno de los presentes en el templete
oficial, que de manera apacible y tranquila, se encontraba disfrutando
serenamente, el desfile obrero, lo que provocó el zafarrancho extensamente
publicitado.
Otra
explicación, fácilmente se ubica, en la situación actual en que vivimos y que
se resiente en mucho por la clase trabajadora, que recibe un sueldo irrisorio y
más aún, los aumentos observados en sus
salarios; las demandas y exigencias enarboladas por los diversos grupos de
sindicatos que marcharon en ese día, así lo demostraron. No obstante la
“avalancha” de inconformidades allí
expresadas, no faltó la presencia de una sección sindical agachona y lamebotas
hacia su líder allí presente.
Al
respecto, la periodista Laura Sánchez, detalla esta cuestión así:” Funcionarios municipales, diputados y
delegados del PRI así como regidores de Acapulco bajaron a toda prisa cuando
maestros de la CETEG y estudiantes de Ayotzinapa les lanzaron piedras,
botellas, masetas, sombreros y hasta sus camisetas, se subieron y destruyeron
el presídium al intentar agredir a los presentes, el evento se suspendió. Ante
la falta de elementos policiacos que se encuentran en paro desde hace 14 días,
no hubo nadie que pudiera contener a los manifestantes”..
Debes
saber, que en el evento, se observó la ausencia, tanto del gobernador Ángel
Aguirre Rivero, como del alcalde municipal Luís Walton Aburto.
Ante estos
hechos violentos, donde no hubo muertos, ni heridos, se pregunta: ¿Qué diablos
estaba haciendo allí el exgobernador Figueroa Alcocer? ¿Acaso estaba al
pendiente de su junior que quiere la presidencia de Acapulco? Quien sabe, lo
cierto es que todos los presentes en el templete, se bajaron del entarimado
como pudieron, donde las formas se desvanecieron ante el temor de ser alcanzado
por la ira de los integrantes de la ¿Ceteg?
En este
acto de vil provocación, faltó el ex alcalde Manuel Añorve Baños, donde la
parte sindical oficial señala a miembros de la Ceteg como autores de los
sucesos que ocupan este espacio, mientras que esta, afirma que la violencia
citada, provino del gobierno, "pues los causantes de los desmanes referidos, estaban
encapuchados".
Es de
subrayar la ausencia notoria del ex alcalde Añorve Baños, siendo que este tipo
de foros, es de los más buscado por el chaparrito, para la candidatura del
gobierno de estado…
HASTA PRONTO.
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