Zozobra en panistas guerrerenses, al realizar una brigada para promover el voto del candidato Ernesto Cordero, para dirigir el Partido Acción Nacional en el país. A pesar de una supuesta agresión verbal, miembros del PAN llegaron al Kilómetro 41 encabezados por el blanquiazul Enrique Caballero Peraza, ofrecieron su discurso y convivieron con la ciudadanía.
No se registró ningún incidente, ya que fueron conducidos con propiedad y respeto por el líder Caballero Peraza. A continuación un video y la nota periodística de La Jornada Guerrero, del compañero Claudio Vargas.
En ambiente tenso, hacen campaña a favor de Cordero
El panista Enrique Caballero Peraza, acompañado de una brigada de promotores del voto en favor de Ernesto Cordero, candidato a la dirigencia nacional del Partido Acción Nacional (PAN) , visitó el poblado del Kilómetro 42 a pesar de que existía la amenaza de que serían echados de la zona, por simpatizantes que apoyan a su contrincante Gustavo Madero.
Ayer, cerca de las 4 de la tarde salió del puerto de Acapulco la comitiva que promovería el voto a favor de Cordero; llegó a la cancha deportiva del poblado donde ya los esperaba un grupo de hombres, mujeres y niños, quienes recibieron algunos presentes, pero con el temor de ser agredidos por seguidores del otro candidato a la dirigencia nacional.
“El voto es libre y secreto, nadie debe intimidarlos, ni inducirlos a que voten por éste o aquel candidato; cada quien debe usar su conciencia y analizar las propuestas”, conminó ante el grupo de asistentes.
“La mejor propuesta que tiene el Partido Acción Nacional es la de nuestro compañero Ernesto Cordero, que seguramente con el apoyo de los hombres y las mujeres de este poblado se va a elegir como el próximo dirigente nacional de este partido”, dijo.
Castillo Peraza manifestó que ni la amenaza ni la agresión, detuvieron el trabajo que hacen en favor de Cordero, quien “sin duda va a llegar a la dirigencia nacional, gracias al apoyo de cada uno de ustedes”, concluyó.
Mientras se hacía un registro de quienes acudirían a emitir su voto, los brigadistas obsequiaban pelotas con el apellido de Cordero a los niños, y a las mujeres les daban playeras y bolsas para comprar el mandado.
Entre risas y abrazos, los panistas se despidieron de la gente, y no pasó nada; lograron cumplir su propósito de promover el voto a favor de Cordero.
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