Lo
que se ha argumentado de parte de ustedes, por una razón, porque a las cosas
hay que llamarles por su nombre.
El
día de ayer que yo tomé la palabra, señalaba con especial preocupación y
énfasis en este particular, que así como cambiaron la Constitución, inventando
las licencias para darle la vuelta a la palabra concesiones, ahora con este
tema de uso temporal lo que hacen es darle la vuelta a toda una dinámica y una
mecánica que termina eventualmente en un proceso de expropiación.
Y
me quiero explicar; me quiero explicar porque si no parece que no hay una
discusión, que no nos estamos escuchando y la verdad es que he escuchado con
especial interés a David Penchyna y a Roberto Gil.
La
ley Agraria actual permite todo el rosario de acciones que ustedes están
poniendo como algo nuevo, no hay nada nuevo bajo el sol, e inclusive, si no me
equivoco David Penchyna y Roberto Gil dijeron: hoy se permite.
De
hecho en mi memoria el ejemplo más puntual de una asociación entre ejidatarios
e inversión privada que traigo a mi mente es uno en Hidalgo; uno en Hidalgo que
hizo la Secretaría de la Reforma Agraria y que se vendía como un gran ejemplo
de posibilitar que ejidatarios convivieran con iniciativa privada. Es la zona
plateada de Hidalgo, la parte del cinturón que está ahí en Pachuca.
Bueno,
ejemplos de asociaciones de ese tipo, ese era el único, por lo menos hasta
donde me da mi memoria. Y sé que los últimos doce años no hubo ejemplos nuevos,
por una razón compañeros y compañeras; y yo, estando aquí frente a políticos y
políticas que conocen sus estados, creo que difícilmente nos podríamos engañar
en dos cosas: la iniciativa privada siempre prefiere quitarse ese momento
tortuoso de negociación y de discusión con otros actores; siempre el planteamiento
que existe es, oigan queremos tener los menos problemas posibles, ojalá que
podamos ser dueños de la tierra.
Por
eso el modelo expropiatorio sigue siendo gran parte del debate, especialmente
de la gente que históricamente condenó a la propiedad social como modelo de
propiedad.
Entonces
compañeros, primero digámosle a las cosas como son, no queramos venir aquí al
debate a decir que esto es algo nuevo; esto ya está en la Ley Agraria, y lo que
hacen ustedes cuando modifican el artículo 96, que yo he multicitado es, dar un
instrumento para maquillar el tema y como todo se refiere al final del día a la
Ley Agraria, posibilitar las expropiaciones que están inscritas en la propia
ley.
Entonces
primera solicitud, digámosle a las cosas como son. No inventemos que esto es
algo nuevo, que fue una salida mágica, que fue una gran creatividad del senador
Cabeza de Vaca, la que puso sobre esta mesa. No, lo único que se hizo fue darle
formato y maquillaje, para que no generara tanta preocupación. Primer planteamiento.
El
segundo, la preocupación se mantiene, y se mantiene, por lo menos de mi parte,
cuando lo que escucho son ejemplos norteamericanos, bueno especialmente en las
comunidades indígenas lo que los norteamericanos resolvieron hace 150 años
respecto a las comunidades fue, o exterminarlas o mandarlas a reservas.
No
es el caso mexicano; no es el caso mexicano, 12 o 15 por ciento de compañeros
indígenas, aunque el senador Penchyna solamente le preocupe para efectos de
lutitas, los que puedan estar en la parte alta veracruzana o poblana, son
ciudadanos mexicanos y se rigen por estas leyes.
Entonces
compañeros, vayamos al nudo del problema, las expropiaciones, y sobran
ejemplos, no volveré a citar el ejemplo de Tepic, porque ya me fue aclarado que
ya fue pagado, pero se tardaron 30 años en pagarles a los ejidatarios.
Y
el ejemplo que yo ponía ayer en mi tierra, se tardaron 40 años, y cuántas
carreteras, cuántas presas, cuántos ejes, cuántos pasos de vía hay que no se
han pagado en este país; miles de millones de pesos que no se han pagado porque
las expropiaciones en este país, compañeros y compañeras, no se pagan, no se
pagan. Es una costumbre del Estado
Mexicano no pagarlas.
Entonces,
si le hablamos a las cosas por su nombre y detectamos que el tema de las
expropiaciones seguirá siendo el problema fundamental, especialmente en el
diálogo con las comunidades indígenas, yo les sugiero –no está obligado el
senador Gil a conocer todas las leyes que hemos presentado en los últimos 70
años- pero yo presenté una senador Gil, en julio del 2013, para pensar en
nuevos instrumentos de diálogo que permitan la concertación, especialmente con
ejidos, comunidades, y sobre todo con énfasis indígena, para que el diálogo lo
que permita, es un verdadero involucramiento de la voluntad de las comunidades,
cosa que no está en el modelo que ustedes presentan.
Pueden
voltearlo, pueden ponerle vestido, pueden ponerle moños, pero seguirá siendo el
problema fundamental, respecto a la propiedad social en este país, y si no se
resuelve compañeros y compañeras, hay que dejarlo claramente asentado.
Podrán
cambiar el discurso, podrán obviamente votar, pero la realidad, la realidad se
va a trasladar por lo pronto, y cito a David Penchyna, a Veracruz en su parte
norte, y a Puebla ahí donde están las comunidades indígenas.
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