A nosotros nos
preocupa mucho, y obviamente ahora que ha salido a la luz pública muchos
reportajes y mucha información sobre la situación que guardan los niños
migrantes, pues que solamente sean declaraciones o visiones unilaterales de
alguna dependencia local, pero que no hay una visión global.
El tema de la
migración tiene que ver con violencia desde los países centroamericanos, la
pobreza estructural que viven muchas comunidades, entre ellas muchas de las
mexicanas. El tema de la búsqueda de la reunificación entre familiares, de
gente que está ya asentada en los Estados Unidos, y los niños que en la
desesperación de la dinámica que sufren en sus comunidades, toman la decisión
de irse.
Pero me parece que el
problema es que se ha quedado en una visión –repito- unilateral, y lo que se
requiere es una visión integral, una visión en la que participen todos los
países que tienen que ver con este tema, se quedan, y las cifras así lo
señalan, de octubre del 2013 a junio del presente año, son alrededor de 51 mil
niños, de los cuales 12 mil son mexicanos, pero el resto son centroamericanos
que se quedan ahí prácticamente suspendidos, varados, en la detención que hace
la patrulla fronteriza, con las peores condiciones de salud que es lo que hemos
podido ver, con una política poco clara respecto a cómo darles atención.
Aquí en nuestro país
debiera ser el DIF el que estuviera interviniendo y atendiendo precisamente
estos niños centroamericanos; no está ocurriendo porque no hay la capacidad
institucional claramente asentada.
Entonces tenemos un
problema grave ¿qué es lo que nosotros estamos planteando en este Punto de
Acuerdo? Pues que haya un acuerdo urgente, inmediata, de los distintos partidos
que forman parte de esta problemática y que son los que tienen que ver con las
soluciones, desde Estados Unidos como punto de referencia por la participación
que tiene la patrulla fronteriza, obviamente nuestro país que es el punto, no
solamente de una importante cantidad de niños migrantes, sino también es el
punto de tránsito por el que pasan los niños que vienen de Centroamérica, de
los países Centroamericanos y del Caribe.
Y en ese sentido el
Punto de Acuerdo lo que exhorta es al Ejecutivo Federal para que a través de la
Secretaría de Relaciones Exteriores tome este liderazgo y haga este
planteamiento; es un tema de urgencia, es un tema de humanidad, estamos
hablando –repito- de 50 mil niños solamente en el periodo de octubre de 2013 a
junio del 2014, y me parece que tenemos que hacer que el Senado de la
República, de manera contundente exija a la autoridad federal para que tome
cartas en el asunto.
¿A quién sería la convocatoria para que asistiera,
digamos esta cumbre?
Lo que estaríamos planteando
es que el titular del Ejecutivo Federal, a través de la Secretaría de
Relaciones Exteriores, haga una convocatoria para una cumbre, a realizarse
donde se defina, obviamente podría ser México como un punto de tránsito
relevante, en el cual converjan los países.
Hemos escuchado que
esto, el presidente Obama lo ha tomado como un asunto prioritario. Nos ha
tocado escuchar distintas voces centroamericanas, de la ACNUR, de distintos
organismos internacionales, pues México tiene que tomar un liderazgo, porque no
solamente es parte del problema, sino que tiene que ser parte de la solución.
Y en ese sentido que
México convoque a la realización de urgencia de una cumbre centroamericana y
norteamericana para atender este tema.
Y en ese liderazgo que usted dice que el presidente debe
de asumir en torno al tema ¿Cuáles serían las acciones o propuestas que México
debiera llevar a la mesa de negociación?
Es indispensable que
se revise cómo poder darle una dinámica clara a que aquellos niños que son
detenidos por la patrulla fronteriza, cuenten con las condiciones mínimas de
atención.
Y esto me parece que
no habría que verlo solamente como un tema de un presupuesto norteamericano;
creo que ahí hay decisiones pensadas fuera de la caja que hay que tomar, ¿Cómo
se suman esfuerzos presupuestales entre dos países para garantizar que niños,
que son seres humanos que están sufriendo falta de alimentos, falta de cobijo,
de vestimenta; falta de un techo claro, falta de una cama dónde poder dormir,
la condiciones mínimas básicas, se puedan mezclar recursos.
A mí me parece que
haría muy mal México en dejar solamente esto a una respuesta del presupuesto
norteamericano.
Pero hay que pensar
cuáles son las soluciones; una vez que se tienen detectados estos niños, cuál
va a ser la atención que se les va a dar, cómo vamos a buscar que regresen de
una manera cuidada, de una manera protegida, de una manera segura a sus
comunidades de origen.
O cuáles son los
vínculos, pensando más allá, que se puedan establecer con las familias que se
encuentran asentadas en los Estados Unidos.
A mí me parece que el
tema de los niños migratorios, lo que habla es la enorme necesidad de que
pongamos sobre la mesa el tema migratorio en el corto plazo para darles una
buena atención a estos niños, pero también para ver cómo garantizar que en la
agenda norteamericana y en la agenda mexicana, esto no se pierda como un tema
secundario.
Senador, hace algunos días fue Lupillo Rivera quien
detiene a un camión con niños para que no sean regresados a su lugar de origen.
El acaba de dar una entrevista y dice: “yo soy cantante, a mí me gustaría que
nuestras autoridades de México, me dijeran cómo los apoyo o cómo me ayudan,
para que esto se pueda detener desde acá”. Está con la mayor disposición ¿qué
opinión le merece?
Primero que nada
poner desde el Senado este tema como un tema prioritario, en el cual hay que
pensar cuáles son las dinámicas y los instrumentos institucionales para atender
esta problemática.
A mí me parece que la
respuesta de regresar a los niños a sus comunidades es una respuesta incompleta
en muchos casos; cuando hablamos de violencia, cuando hablamos de que un
importante porcentaje de los niños y especialmente de los adolescentes que
salen de sus comunidades aquí en México, salen porque huyen del crimen
organizado, huyen de las bandas, de las pandillas que están buscando
involucrarlos en el crimen o en actividades ilícitas, pues me parece que pensar
solamente en regresarlos, es cometer un error institucional y profundizar en la
problemática.
Hay que tener un
diagnóstico común, y reitero, hay que tener líneas de política pública clara,
desde las de corto plazo que es la atención inmediata que se les pueda dar a
esos niños que hoy están en albergues que no dan las consideraciones básicas de
seguridad, de salud, de bienestar que tienen que tener esos niños, hasta cómo
darle un tratamiento al fenómeno migratorio. Sea para incorporarlos con las
familias que están buscando muchos de ellos en los Estados Unidos, o sea para
generar una condición donde el DIF, por ejemplo en el plano estatal y en el
plano federal, tenga una política muy clara, presupuestos definidos, para
darles una atención integral a este tipo de niños.
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