Ernesto Rivera Rodríguez
Las viejas y crudas costumbres enlodan a la
Universidad Autónoma de Guerrero, UAGro, una vez más, o mejor dicho de nuevo,
como de costumbre, como ayer y siempre.
Los cochupos se tejen desde adentro, desde los
sótanos de las unidades académicas, desde la venta de las guías de los exámenes
enviados por el Ceneval, que además pocos,
muy pocos saben lo que esto significa y cuáles son sus objetivos en la
certificación de la excelencia de las Universidades públicas y privadas de todo el país.
Siguiendo la huella del dinero, como lo
describiera ¨garganta profunda¨, en el caso Watergate, pero hoy aquí en la
UAGro, las pistas se encuentran por todos lados. Los estudiantes exhiben sin
menoscabo el cómo al no respetar los
protocolos del Ceneval, y el cuánto $$$$, al exigírseles enormes cantidades de
dinero para ser admitidos, es lo que
tienen que padecer para presentar su
examen de admisión , en las unidades académicas donde el lodo y los malos
olores salpican hasta la banqueta, y ensucian la ropa de quienes vayan pasando,
sean de Medicina, Enfermería y Odontología, ‘con razón por ello cobran tan cara la consulta después´, pero no son las únicas escuelas señaladas,
pero tal vez si las más corruptas, por ello será que se pelean hasta en la
calle por los puestos directivos. Hay mucho de ello. Los intereses son enormes.
Pero no son las únicas escuelas donde el pus
ya corre por las calles. Qué podrá hacer el rector, Doctor Javier Saldaña
Almazán, qué podrá hacer el H. Consejo
Universitario donde anida, como en la Ínsula Barataria, lo más excelente y lo
más ruin de la misma. Cómo cambiar la ruta de colisión entre los que quieren
romper con los moldes de la corrupción y romper con esos paradigmas de la
violencia intelectual, ética y moral, y los que prefieren vivir en el lodo y
como se suele escuchar con todo cinismo… que es preferible seguir así, que
morir en la ignominia, o como lo dictara el Gatopardo ¨que todo cambie para que todo siga igual´, y por ello queda
todo muy claro, ¨…algo está podrido en Salamanca. Habrá que voltear también la vista
a Casa Guerrero, y taparse la nariz. Ahí
no cantan mal las rancheras.
Dos: El caso de David Jiménez Rumbo, es todo
un caso para el psicólogo. Su odio contra la figura paterna es grave,
convertido ya en un caudillo, su liderazgo es
patológico, y va a llevar consigo al barranco al Grupo Guerrero, cuando
no a todo el PRD. Solo es cuestión de tiempo.
Lo otro es el choque de trenes que se avecina.
Para Acapulco, alguien salido de la SCT,
camina y avanza firme y silenciosamente. No tiene prisa, va con el tiempo y el
reloj en mano.
gernestorivera@gmail.com
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