Hugo
Falcón Páez
México, un país
exacerbado todos los días. Solemnidad, oculta en cada mexicano.
El
Grito fue programado para las once de la noche. Pero el presidente de México, Enrique
Peña Nieto, se adelantó un poquito pasada las diez y media de la noche, para
dar un cuasi “Grito virtual”, a través de la red social Twitter. En su cuenta @EPN
sentenció: Esta noche celebremos 204 años del inicio de la lucha que nos hizo
una nación libre e independiente. Esta noche celebramos a México. Y adjuntó
otro mensaje. ¡Vivan los héroes que nos dieron Patria y Libertad! ¡Viva esta
gran nación que nos une! ¡Viva México! Por qué se anticipó a la Ceremonia
Oficial del Grito de Independencia el pasado 15 del presente, antes de que se
cimbrara la multitud a metros abajo del balcón de Palacio Nacional. Simplezas
de la mercadotecnia política, o desmembrar también, el protocolo de la arenga.
En
esa nocturna típica de las Fiestas Patrias, la Escolta del Heroico Colegio
Militar portó la Bandera Nacional, no como lo hicieran sus compatriotas y cantantes
Paulina Rubio o Thalía, y qué decir de la Miley Cyrus. En fin, ya en el Salón
de Recepciones se encontraban los Poderes de la Unión y el Gabinete legal
(ampliado), con el equipo de trabajo del Gobierno de la República Mexicana. Ahí,
Enrique Peña Nieto embrazó la Bandera Nacional, se dirigió al balcón con su
familia, e hizo lo propio, lo que cada año durante más de 200 años hacen los
mandatarios de nuestro país. Pero bueno, con modificaciones que van de 1810, 1811,
1813, 1822, 1824, 1840, 1846, 1847 y 1857. Alteraciones al famoso Grito de
Dolores por el cura Miguel Hidalgo y Costilla, ya sea por emparejar otros
festejos, cumpleaños, eventos y uno que otro berrinche. La exclamación ¡Mexicanos!
¡Vivan los héroes que nos dieron patria! ¡Viva Hidalgo! ¡Viva Morelos! ¡Viva
Josefa Ortiz de Domínguez! ¡Viva Allende! ¡Vivan Aldama y Matamoros! ¡Viva la
independencia nacional! ¡Viva México! ¡Viva México! ¡Viva México!, ha quedado
con sumas y restas, muy merecidas hoy en día claro está. La proclamación de
este año fue con un tono débil y apático, usted lea y hágalo en su hogar o
donde se encuentre, y saque ese mexicano liberado de la esclavitud, el
Imperialismo, la anarquía y los extranjeros. A tono pues. “Mexicanos, vivan los
héroes que nos dieron patria y libertad. Viva Hidalgo, viva Morelos, viva
Josefa Ortiz de Domínguez, viva Allende, viva Aldama, viva Galeana, viva
Matamoros, viva Guerrero, viva la Independencia Nacional. ¡Viva México! ¡Viva
México! ¡Viva México!”. Entonces pasadas las once de la noche, el Ejecutivo
federal repicó la campana y ondeó el Lábaro patrio, seguido de entonar al
unísono el Himno Nacional y concluir, para devolver la bandera a la Escolta de
Honor. La lluvia de gritos y las nubes de humo por los juegos pirotécnicos,
estallaron entre alaridos, quejas, insultos, accidentes y lo que suele haber en
el Zócalo capitalino con gran tumulto. La verbena siguió entre antojitos y
bebidas de todos sabores y colores, una vendimia muy sobada para entender la cultura
de México.
Es necesario retornar a los principios con claridad
y fortaleza. Tal como lo hizo el nacido en Tixtla, Guerrero. Me refiero a
Ignacio Manuel Altamirano, quien fuera periodista, escritor, político, pero
sobre todo un maestro que unió a la academia con la ética, la moral y la
civilidad, para los guerrerenses hacia el país y el mundo. Por mencionar otros,
serían Francisco Figueroa Mata, un militar nacido en Quetzalapa, quien tuvo la
oportunidad de ser dos veces gobernador provisional en Guerrero. El maestro
Othón Salazar Ramírez, de Alcozauca de Guerrero, normalista y revolucionario. Se me pueden escapar
muchos nombres, pero es vital entender que un maestro puede ser quien inspira,
quien fundamenta un criterio, quien conoce y quienes desde su ángulo filosófico
nos dan una materia. En la historia y en la actualidad tenemos a quienes con
arrojo y aplomo han construido letra por letra y número por número la
educación. Sacan adelante la matrícula de una escuela en todos los niveles, el
propósito es enseñar y que aprendan los individuos. Reconocer a los pioneros y
a los docentes, a los profesionistas y profesionales que se han convertido en profesores,
así como quienes difunden la insignia del saber en un aula. Activos guerrerenses
o de otros estados. Como Berta Von Glumer Leyva, Adolfo Cienfuegos y Camus, Juan
B. Salazar, Joaquín Eguía y Lis, Salvador Castro Villalpando, Benigno Burgos
Castro, Baldemar Santana Pineda, Jorge Rodríguez Lezama, Celso Sánchez
Castillo, o Armando Hernández Torres, quien falleció recientemente. México debe,
por sentido común, portar la solemnidad, y descubrirse ante el mundo como un
país forjado de estudio. Por ello y más, hay que darle vida a la nación, que
¡Viva México!
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