El pasado viernes 26 del presente mes, fueron asesinados en Iguala de la Independencia, de manera artera y cobarde, 8 personas, entre ellas, tres estudiantes de la escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos”” de Ayotzinapa, ubicada en el municipio de Tixtla.
Esta masacre ocurrió a “manos” de elementos de la policía preventiva municipal de ese lugar, quienes tras una feroz persecución de los estudiantes Normalistas, lograron someter a los jóvenes que viajaban en autobuses de la Línea Estrella Blanca.
No obstante las condiciones indefensas de estos muchachos, los enloquecidos policías, dispararon criminal y salvajemente contra ellos, cayendo mortalmente dos de ellos, y otro más fue encontrado asesinado con mucha saña y odio.
Igualmente, pero un poco más tarde, fueron interceptadas por hombres armados otras personas que viajaban de Iguala a Chilpancingo, era un equipo de futbol de la 3ª División.
Los rafaguearon, y ahí quedaron muertos, un muchacho de 15 años y el chofer del autobús, pero también se habla de más homicidios, que nada tenían que ver en el asunto.
Debes saber, que se dice que la Policía municipal de Iguala, está infiltrada seriamente por la delincuencia organizada, hipótesis que se refuerza con los lamentables y abominables acontecimientos criminales en que esta corporación policiaca, ha sido la protagonista de los sucesos sangrientos homicidas, previamente descritos, máxime que es de todos conocido, que la Policía Preventiva Municipal, no tiene que disparar ante una situación de emergencia…a menos, digo yo, que sea algo que justifique una acción de defensa,…lo que no era ni con mucho, el caso que nos ocupa.
Al respecto, según hay 20 policías detenidos, pero es para tratar de mitigar el dolor de los familiares de esos jóvenes estudiantes, que de pronto, vieron truncadas, de tajo, sus vidas, que es lo más preciado que se pueda tener como ser humano viviente.
Estos hechos violentos denotan clara y nítidamente el ambiente en que se vive en el estado de Guerrero. No hay certeza ni confianza en la Seguridad pública en que nos desenvolvemos, ya que de muchas formas se está expuesto a sufrir algún percance, aun si tener “vela en el entierro”.
El viernes fue en Iguala, al rato quien sabe que cabecera municipal será, pues no son pocas en las que se ha vivido con angustia y temor a padecer y sufrir en carne propia, situaciones violentas y criminales, pero lo cierto, es que con todo lo enrarecido y opaco que se observa y se palpa el ambiente, el quehacer cotidiano no se detiene, con el riesgo ya explicado.
El gobierno municipal de Iguala, es perredista y rápido ha aprendido fieras mañas represivas priistas… HASTA PRONTO.
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