Ernesto
Rivera Rodríguez
El Alcalde
de Acapulco, Luis Walton Aburto, arriba al final de su Segundo Año de gobierno,
dejando atrás la carga financiera que a su arribo a la alcaldía encontró con
previsibles arcas vacías, producto de la voracidad de su predecesor,
que con el mayor de los cinismos, pulula
campante resguardado por la inmunidad que le otorga el ser diputado federal, de
la LXI Legislatura Federal.
Atrás
quedaron los barruntos de los vientos de una confrontación y con hábil y
prudente manejo político y administrativo ha
logrado pese al desencanto de muchos, mantener el rumbo y mejor dicho,
darle un nuevo rumbo, una nueva y renovada imagen a este municipio,
Acapulco de Juárez, sin duda el destino turístico de playa más
importante de México, y la ciudad más importante del estado.
Los hechos
hablan por sí solos, es una realidad imbatible. El golpe de timón dado para la
administración de los recursos financieros y de las finanzas mismas ha sido el
principal motor del cambio no sólo sustancial, sino sustentable.
No entender
y no querer reconocer los cambios que la administración de Luis Walton viene
generando, es querer seguir en la confrontación, miope, partidista a per se, pretendiendo con ello
crear de facto una y muchas “Ínsulas Baratarias” dentro del propio H. Ayuntamiento.
Esquizofrenia pura.
No entender
y no
querer reconocer el cambio en la vida institucional que se ha dado, que
se ha generado a través de las grandes inversiones, becas, infraestructura,
capacitación, fomento al deporte y a la cultura, apoyo a los grupos de
discapacitados, protección y generación de micro empresas a los campesinos y
etnias indígenas, más un inacabable e innumerables imprevistos sociales como
naturales, tal la contingencia de la Tormenta Tropical Manuel, que a un año
las consecuencias y los daños aún se
perciben, pero que con esfuerzos y entrega profundamente solidaria y de su
compromiso total con los acapulqueños, la administración pese a errores no dudo
ni un momento en hacer frente a la contingencia. Ello más allá de sus propias
posibilidades materiales y humanas. Hubo liderazgo, y convirtió su
administración en una administración sustentable, responsable y efectiva.
La
administración sustentable de Luis Walton no es únicamente la inversión per se,
sino es el desarrollo y la aplicación de políticas de desarrollo social y
económico con un gran efecto positivo en
el municipio de Acapulco y más allá del mismo. Sustentabilidad que es el
resultado de un enfoque sistémico como consecuencia de las causas, es decir, resultado
de las políticas aplicadas desde el
Palacio Municipal del Parque Papagayo, las cuales son tan diversas, como lo
social, la administración, lo económico, lo político, lo ambiental, la seguridad,
etcétera.
No hay
sustentabilidad sin responsabilidad
social, y este es el sentido más drástico de la inseguridad, la cual no se
puede revertir sin la coparticipación del todo, no sólo de las partes y esto es
lo que la presente administración municipal con el inminente apoyo federal y
estatal pretende lograr. Pero la rémora de los grandes intereses de la
delincuencia organizada lucha por evitarlo, pretendiendo convertir el todo
social en un campo de batalla.
La
administración municipal a cargo de Luis Walton Aburto, ya ha logrado superarse
a sí misma, pese a los presagios, pese a los depredadores anónimos y con
nombre. Acapulco hoy ha logrado reinventarse.
gernestorivera@gmail.com
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