Enrique Vargas Orozco
SE ESTANCA LA INVESTIGACIÓN POR LA NO IDENTIFICACIÓN DE LOS
CUERPOS ENCONTRADOS
La investigación de la masacre de Iguala, cometida por
policías municipales unidos a los sicarios del grupo Guerreros Unidos, que
acabaron siendo la misma mafia delictiva, ha entrado en una especie de impasse,
pues aunque las procuradurías estatal y la federal se mantienes muy activas en
busca de lograr mayores elementos de prueba contra los autores de los
asesinatos, el hecho de que no se hayan identificado los cuerpos encontrados
hasta ahora, impide que se pueda afirmar que hay un avance importante en la
determinación de asegurar que las víctimas eran o no normalistas de Ayotzinapa.
Además, surgen versiones como es de que en un poblado cerca
de Huitzuco habría un grupo armado que mantenía retenidas a un grupo de
personas no identificadas, que alguno suponen podrían ser los normalistas,
aunque es muy posible que sólo se trate de un rumor sin sustento suficiente,
pero como los padres y otros estudiantes no han podido llegar hasta allá por
las supuestas amenazas existentes, por lo que en esos casos las corporaciones
federales deberían acompañarlos a comprobar los datos divulgados o informarles
que no existe esa posibilidad, que no hay ningún grupo recluido en la iglesia,
sino que se trata de trascendidos sin base real.
Lo que en estos momentos hace falta es que la PGR y los
equipos forenses avances en la identificación de los cuerpos encontrados hasta
ahora en las fosas clandestinas, para avanzar en la definición del caso y
determinar cuántos y cuáles son los normalistas que se encontraron en esas
fosas, para que se haga entrega de los cuerpos a las familias que se mantienen
en la peor incertidumbre, al no tener ninguna información del paradero de sus
hijos.
Sin embargo, el hecho de que no exista la certeza de que los
normalistas están muertos, mantiene la expectativa de los padres de
encontrarlos vivos, lo que a estas alturas no puede confirmarse ni negarse
definitivamente.
El hecho de que los encontraran vivos sería una maravillosa
sorpresa, pero no hay elementos para poder hacer predicciones seguras en ese
sentido, desgraciadamente, pero tampoco se puede hacer una afirmación tajante de
que los 43 normalistas están muertos, porque tampoco hay elementos suficientes
en ese sentido, de modo que lo único que queda es esperar que avancen las
investigaciones y que los equipos forenses entreguen los resultados.
LO QUE ES DEFINITIVO ES LO QUE OFRECIÓ el gobernador Aguirre
en el sentido de que debe castigarse con todo el peso de la ley “a aquellos que
cometieron actos que no tienen perdón, porque ahí iremos hasta las últimas
consecuencias”.
DETIENE LA GENDARMERÍA A CUATRO SECUESTRADORES EN CHILPANCINGO
Aunque se desconocía que hubiera algún contingente de la
Gendarmería Nacional en Chilpancingo, este sábado se informó que esos efectivos
detuvieron en la capital a cuatro presuntos responsables de secuestro y
rescataron a una persona, en lo que sería una primera acción de ese grupo
policiaco, cuya presencia fue solicitada por el gobernador Ángel Aguirre y el
alcalde Mario Moreno Arcos, quien se entrevistó con el secretario de
Gobernación, Miguel Osorio Chong hace dos o tres semanas, precisamente, para
solicitarle que enviaran a la capital guerrerense a un contingente de esa nueva
agrupación policiaca nacional, para hacer frente a los problemas de inseguridad
que se habían presentado en Chilpancingo.
En un boletín publicado en el portal de ese organismo se
informó que la Gendarmería desplegó distintas acciones en la capital de estado,
como vigilancias fijas y móviles que consistían en investigar el modo de operar
de los presuntos delincuentes.
Indican que se pudo conocer que los sujetos detenidos daban
seguimiento a las actividades de sus presuntas víctimas, para luego actuar con
la seguridad suficiente para evitar riesgos y reacciones de parte de los
afectados al momento de privarlos de la libertad, para luego exigir el rescate
a sus familiares, mientras eran trasladados a una de las llamadas “casas de
seguridad”, donde los mantenían vendados y atados de pies y manos hasta que
lograban cobrar el rescate.
En esa acción realizada el fin de semana, una vez que
ubicaron el domicilio donde retenían a la víctima se dio una veloz y efectiva
acción policiaca que permitió rescatar a la mujer secuestrada, sin necesidad de
que se hiciera un solo disparo.
Ahí detuvieron a los cuatro plagiarios, identificados como
Sergio Ricardo Robles Zurita, de 42 años, presunto líder del grupo delictivo y
encargado de negociar el rescate con los familiares de las víctimas; Jesús
Adalid Castro Rendón, de 34 años; Jorge Hernández Castañeda, de 29 y Moisés
Bello Atanasio, de 22 años; estos tres últimos se encargaban de preparar los
secuestros y vigilar a las víctimas durante su cautiverio.
Aseguraron los efectivos policiacos un arma de fuego, dos
vehículos y equipo telefónico, que fueron entregados a la representación del
Ministerio Público estatal, junto con los detenidos.
Pues no se había informado de la llegada ni de la presencia
de la Gendarmería Nacional en Chilpancingo, pero hay que ver si se trata de una
decisión de mantener a un grupo suficiente en la capital o si fue una acción
aislada, aunque lo deseable es que ya se
haya decidido mantener en la capital una unidad de esa agrupación federal, ya
que resulta muy necesaria, porque el hacerse la limpia de la policía municipal
quedaron muy pocos elementos en servicio y el Mando Único Policial no ha
logrado conjuntar tampoco el número suficiente de elementos para hacer
frente las necesidades de la capital,
por lo que la llegada de un grupo de la Gendarmería sería una gran noticia en
favor de la seguridad y la tranquilidad de los capitalinos.
El alcalde capitalino Mario Moreno había planteado la
necesidad de contar con esos elementos para mejorar la seguridad en la ciudad y
si esto representa una respuesta a sus demandas, pues resulta de lo más
satisfactorio.
Sólo hay que esperar que no sea flor de un día.
evargasoro@hotmail.com
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