Federico Nogueda Berdeja
Si el gobernador Rogelio Ortega
quiere triunfar, tiene que romper con su pasado, de lo contrario, sólo pasará
sin pena ni gloria y con la amenaza de que también agarre camino.
Todo parece indicar que el gobernador Rogelio
Ortega ha tomado muy enserio la crisis que está experimentando en sus primeros
meses de gobierno, es algo natural que se da como una mini transición del
gobierno saliente, lo que ya no puede
verse muy natural es que no hiciera intentos para equilibrar la crisis que se
antojaba como una amenaza para desestabilizarlo, por ello no dudó en realizar
cambios en el área de Comunicación Social.
Por su puesto que el gobernador no a todo lo
que le expresen los de su gobierno va hacer caso, pero precisamente con sus
asesores deben tener el sentido agudo de que le conviene, se le analizó la
prontitud con que debía de actuar en su discurso ya que Ortega no nos estaba
comunicando casi nada, carecía de una dirección el mensaje, este era lanzado
como para ver que agarraba, eran más reflexiones de su llegada a su puesto,
como admiración a lo que vivía.
Hoy al realizar cambios en diferentes áreas
Ortega se está dando la oportunidad de amortiguar su crisis, de hoy en adelante
ya no más reflexiones, sino mensajes que tengan un objetivo, dirección y si se
puede a determinados segmentos, que ya ni de broma vuelva al mensaje de elogios
sin sentidos, porque si no volverá a ser objeto a nivel nacional como estatal
de críticas ramplonas como sarcásticas que lo exhiben con mucho desgaste.
Ya no debe decir “tírenme mejor a mí las
piedras”, o “yo no voy actuar de ninguna manera en contra de los destrozos que
hagan los Ayotzinapos y cetegistas”, ya que se entiende de antemano que nadie
quiere ver un gobierno represor, pero tampoco un gobierno desentendido en su
totalidad, ya que al momento de protestar como gobernador automáticamente deja
todo su pasado, ahora es el señor gobernador de Guerrero.
Ahora debe de decir, es cierto que no quiere
ser un represor, es cierto que no quiere ser un gobernador violento, pero si
debe de decir a los actores de los conflictos, que tenemos la necesidad urgente
de ponernos de acuerdo de una u otra forma, porque el estado ya no puede seguir
así, con una economía ciudadana destrozada y no por las malas ventas o falta de
turismo, sino por la violencia de unos cuantos, una minoría que mal entiende el
momento.
Lo que se sabe del gobernador Ortega es que
es mesurado, pausado pero reacciona, no se cierra, no es tan terco como algunos
que a pesar que no saben siguen en su terquedad de seguir así, aunque vayan al
desbocadero, vamos a entender que el gobernador ha entendido los mensajes de la
ciudadanía en sus opiniones, de lo que cree que debe de hacer independientemente
de lo que él pueda pensar y esté mal, sabemos que le puede servir de algo.
Vamos a esperar, para observar que el
gobernador Ortega quiere cooperar de una manera como quiere la gente, no como
lo quiera él, ya que al final si actúa como se lo pide la mayoría de triunfar o
fracasar tendría un respaldo y legitimación, de lo contario que se esté
equivocando y sin tener la venía del pueblo, a que se equivoque con la venía
del pueblo.
federicosol@yahoo.com.mx
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