Ernesto Rivera Rodríguez
Los empresarios acapulqueños
adheridos a las faldas de Mary Bertha
Medina, expresaron frente al alcalde Luis Walton Aburto, que padecían de “ébola”, sí parecía decir la
presidenta de AHETA, “d-ebo-la renta”, “d-ebo-la luz” y así todo el manual de
las siempre exigencias de los empresarios y comerciantes de Acapulco,
asustados, compungidos y hasta llorones, señalando con el dedo flamígero de que
su desgracia es por culpa de las marchas, de los
cetegistas-ayotzinapos-etcétera, y que por ello se niegan a pagar impuestos.
No sin antes
mencionar y punto de romperse la camisa
o blusa, sus también exigencias por la pronta aparición con vida de los 43
estudiantes de la Escuela Rural Isidro Burgos, de Ayotzinapa, desaparecidos el
pasado 26 de septiembre en Iguala, cuando nunca abrieron la boca ni se
manifestaron en contra por la desaparición de los cerca de mil millones de pesos, de la administración municipal de
Manuel Añore Baños, y que llevó a la quiebra al H. Ayuntamiento de Acapulco.
Hoy como “fariseos” alardean sus pérdidas económicas y
callan sus inmerecidos reconocimientos que hizo la defenestrada administración estatal pasada,
cuando hizo entrega la condecoración al mérito civil y desarrollo comunitario
al empresario “nerd”, y presidente de la
Coparmex en Acapulco Joaquín Badillo, “Yacko, para sus amigos”, no por sus
meritos personales porque no se le conoce absolutamente ninguna labor a favor
de las comunidades guerrerenses, sino por ser un aplaudidor de las políticas
del ex gobernador Ángel Aguirre, y que llevaron a tocar las puertas del
infierno a este estado hoy en plena convulsión social.
Los empresarios no se acuerdan del gran daño que cometió
Manuel Añorve Baños, enquistados en la cúpula de un Acapulco inexistente, de un
Acapulco, que busca hoy renovarse, reinventarse así mismo, bajo la tutela de
Luis Walton Aburto, que esta entregado a rescatar desde su primer día de
mandato este municipio porque así lo juramentó en el momento en que tomo
posesión constitucional como alcalde de Acapulco, en tanto ellos siguen usando
la misma fraseología, ya cosificada, de sus grandes necesidades trienio tras
trienio, buscan y exigen siempre ser beneficiados con todo y lloriqueando
amenazan con no pagar impuestos, cuando
se conoce que deben millones de pesos a la Comisión Federal de Electricidad, a
la Capama, a Catastro, al SAT, y Finanzas municipales y mucho más, y esto no es por culpa de las marchas de los
ayotzinapos y amigos que los acompañan.
No hay comerciante que no sea llorón. Y “Fuenteovejuna” se
pregunta: “Qué han hecho ellos por Acapulco”, cuando sus pérdidas son
irrisorias comparadas con la deuda que dejó Manuel Añorve, a quien siempre
aplaudieron y cortejaron, y jamás han sido solidarios con la administración de
Luis Walton Aburto, quien tuvo que pagar los “platos rotos añorvistas” y hoy es
presionado por comerciantes y empresarios sin escrúpulos que sólo ven sus
propios beneficios, jamás la solidaridad
social.
gernestorivera@gmail.com
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