Alfredo Sarabia Radilla
Cuándo se programó el proceso Electoral para este año, nunca se pensó que habría problemas
en el estado de Guerrero como los que
hoy se están viviendo y, gravemente amenazan seriamente con frenar este
ejercicio de la democracia (si hay o no hay en México y en Guerrero, es otra
cosa).
La situación derivada de los maquiavélicos
y criminales aconteces de Iguala en contra de estudiantes normalistas de
Ayotzinapa ocurridos hace casi cuatro meses, tienen al Estado Mexicano en una
situación difícil, y aunque la solución está en sus “manos”, la viene alargando
deliberadamente, porque más que nada no le encuentra a ella una salida
decorosa, que no salga tan deteriorado en su imagen, ya que el ambiente
electoral programado con antelación, le llegó.
Lo que en un principio “la vieron fácil”,
pues todo fue planeado por el gobierno federal, se les ha complicado, y mucho,
a tal grado que no hayan “la puerta para salir” del embrollo con resonancia
nacional e internacional.
Es obvio que si no hay la plena
satisfacción de los padres de familia respecto de este caso, el ambiente
electoral se va a enrarecer aún más, con
funestas y letales consecuencias inimaginables.
Las declaraciones del Secretario de
Gobernación realizadas el pasado lunes 19, apuntan en esa dirección, pues dijo,
palabras más, palabras menos, “que las elecciones en Guerrero, están
garantizadas”.
De hecho, es una amenaza sangrienta y no
hay asomo siquiera, de dar una solución
favorable al problema que está permeando fuertemente la tranquilidad de
la Ciudadanía, como si no fuera suficiente con los problemas de inseguridad de la delincuencia organizada que se han
venido padeciendo de años atrás.
Ya me imagino el escenario del día de la
jornada electoral del 7 de junio, con calles inundadas de policías, de
ministeriales, del ejército mexicano, de los marinos, todo con el pretexto de
“brindar seguridad a los votantes”, pero que en realidad esto hará que la gente
ordinaria y libre de pensamiento y sin ataduras partidistas, no saldrá de sus casas y por tanto, no
votarán.
Con ello, el partido ganón, perversamente
sería el PRI, nos guste o no. El voto duro de este partido vetusto, harán
posible el escenario explicado. El otro escenario es el que con fervor y
apasionamiento se defiende, que afirma que no habrá elecciones.
Debes saber que esto, sería lo más
deseable, pero por ahora, las condiciones políticas en el Gobierno federal y en
las Cámaras Legislativas, no son nada favorables, por lo que difícilmente esta
aseveración, prosperará, no le veo un buen futuro, a menos que la misma gente
en grandes cantidades de significancia, exigiera el vacío electoral, pero
desafortunadamente es utópico hacer que se logre.
Acuérdense, después de la Revolución
mexicana, la historia no registra de alguna elección que se haya suspendido y
además, estamos viviendo en un país donde por medio del voto, se cambian a
nuestras autoridades; si estas actúan mal, de nosotros es la culpa por
volverles a dar el voto…
HASTA LA PRÓXIMA.
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