Alfredo
Sarabia Radilla
El
pasado día lunes 26, miles de personas, entre los que se observaron padres de
familia de los estudiantes desaparecidos, realizaron marchas de protesta en la
ciudad de México, exigiendo la presentación de los estudiantes normalistas de Ayotzinapa.
Pero
no tan solo fue allí, también se reportaron actos de protesta en diversas
partes del mundo y del país, como lo informa La Jornada en su edición de este
martes 27: También hubo manifestaciones
en Toluca, estado de México, así como en las capitales de Colima, Querétaro,
Durango, Zacatecas y Oaxaca; Pachuca, Hidalgo; Puerto Vallarta, Jalisco;
Culiacán y Mazatlán, Sinaloa; Saltillo, Coahuila; Tampico y Ciudad Victoria, Tamaulipas;
Tepic, Nayarit, y en Monterrey, Nuevo León.
Igual
se manifestaron en Acapulco y la caseta
de peaje de la Venta, fue tomada.
De
hecho, se desquició el DF, pues una diversidad de organizaciones,
principalmente de profesores, y
universitarios locales y provenientes
de varias pates de la república mexicana.
A
cuatro meses de que sucedieron los terroríficos y cobardes hechos sangrientos
de Iguala, cuyo saldo fue de tres estudiantes asesinados, tres civiles y más de
dos decenas de heridos, aún no se da n respuestas satisfactorias que
conlleven a tranquilizar la tensa y
angustiante situación que se vive.
El
Gobierno federal sigue sordo, ciego e insensible ante este asunto, ante este
reclamo justo que se ha venido haciendo incansablemente, y que ha merecido la
atención mundial, los derechos humanos de las víctimas, siguen por los suelos,
pues han sido múltiples y variadas las acciones de inconformidad ante los
atropellos infernales y diabólicos suscitados en la ciudad tamarindera de
Iguala y no pasa nada.
Ante
lo que pasa, cuestionamos: ¿Qué clase de gobierno se vive?
Un
Gobierno que no da respuestas convincentes para apaciguar la tensa situación
social que se padece, que no resuelve este problema que aqueja y lastima
dolorosamente a la sociedad. Y de pilón, es emanado del PRI.
Tal
parece que hemos retrocedido a la época del porfirismo, la diferencia de hoy,
es que “los ojos del mundo” está puestos en el país, y con ello a los aconteces de Ayotzinapa, nos
ven en un crisol, principalmente a la vigencia de los derechos humanos,
elemento clave para detener o inhibir acciones represivas del movimiento que ha luchado de manera denodada
e incansable, en pro de la aparición con vida de los 43 estudiantes normalistas
desaparecidos, esto a pesar de que en el estado de Guerrero, ha habido voces
retrógadas y arcaicas que pujan por un aplacamiento a través del uso de la
fuerza policiaca y que reprima violentamente lo explicado al inicio de este
párrafo, lo que afortunadamente no se ha dado, pero las amenazas están
latentes, pues la presencia omnipotente de más de mil policías federales
antimotines, están en esa dirección.
La
Federación le apuesta al cansancio, al enfado y al desgaste físico y social del
movimiento que reclama con justeza la aparición con vida de los 43c normalistas desaparecidos pero por lo
que ha visto, esto en nada disminuye, allí está, cimbrando al sistema político que padecemos y amenaza
seriamente al desarrollo de las Elecciones que se tienen programadas para el 7
de junio…
HASTA
PRONTO.
0 Comentarios