Alfredo Sarabia
Radilla
La detención policiaca
que realizó la Procuraduría General de la República (PGR) del hermano del ex –
gobernador Ángel Aguirre Rivero, Mateo y otros dos cercanos al defenestrado ex
– gobernador, deberá verse como una cuestión política y no como dicen que es.
No se trata de buscar erosionar las trapacerías que son atribuidas a esos
especímenes, que representaban un blanco fácil para “tirarle” y no errarle en
el momento más apropiado para hacerlo.
Y ¡pum!, se disparó lo
planeado con perversa antelación y ahora, nos han inundado publicitariamente
con la novedad de que atraparon al hermano del ex – gobernador Ángel Aguirre,
tratando con ello, de tapar o pasar a términos ínfimos, verdaderas
noticias que si son de interés para el grueso de los guerrerenses.
Con ello, con esa
aprehensión se nos quiere hacer creer que el gobierno federal, “si combate la
corrupción y la impunidad”. Piensa que de esta manera, los guerrerenses
“nos chupamos el dedo”, pero no, ya hemos abierto los ojos como para dilucidar
situaciones sospechosas como la que nos ocupa en este espacio.
Pues existen
indicadores de ex – funcionarios que han cometido toda clase de trapacerías, de
mañosidades (robos), de fraudes y más fregaderas cometidas por personajes
de mayor rango, de mayor resonancia política y de mayor rango económico y andan
muy campantes en su vida, incluso algunos de esos tipos, están en activo
en el sistema político mexicano.
Usted apreciable
lector, sabe los nombres de esos pelafustanes con caretas de gente honrada. Son
tantos ladrones “honorables”, que este espacio sería insuficiente para
nombrarlos uno por uno.
Repito, este caso de
la aprehensión de Mateo Aguirre, hermano del ex – gobernador Ángel Aguirre
Rivero, responde más que nada a los intereses políticos del gobierno federal,
que es priista, y de ninguna forma combate con la seriedad requerida, a
actos de corrupción e impunidad.
No hay que soslayar
el caso de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, ya que
posiblemente tiene mucho que ver en este asunto; ha sido “una papa
caliente” para el gobierno federal, y esto que vemos, es parte de la
desesperación política en que este ha caído, no haya la salida de la trampa que
el mismo tendió.
En realidad, le está
dando un empujoncito al candidato priista al gobierno del estado, pues quiérase
o no, los hechos criminales acaecidos durante los días 26 y 27 de septiembre
del año pasado, en Iguala, permean y han permeado la popularidad del PRD,
principal objetivo a destronar en este proceso electoral, como sí esos lamentables
y desgraciados hechos, hubieran sido determinantes en la debacle que ya se
venía observando en ese otrora partido de Izquierda desde antes de los
mencionados sucesos abominables de la ciudad tamarindera de Iguala.
No hay, ni ha habido
un interés real y verdadero por parte del gobierno federal para someter o
disminuir en algo a los actos de corrupción e impunidad que inhiben en mucho el
avance de nuestro país, y al contrario, se han visto estímulos que ensanchan
las irregularidades y que solo hinchan las comodidades de los cercanos al poder
gubernamental…
HASTA PRONTO.
0 Comentarios