Averígüelo
Vargas : Enrique Vargas Orozco
Funcionarios
del ayuntamiento capitalino, que encabeza Mario Moreno Arcos, concluyeron una
primera etapa de revisión del palacio municipal que estuvo cerca de 8 meses en
poder de la Ceteg y grupos de normalistas y encontraron que entre otros
destrozos en el edificio, los vándalos, disfrazados de maestros, robaron o
destruyeron 680 equipos de cómputo, saquearon el cajero automático que había
sido surtido con 1 millón 400 mil pesos, de los que no dejaron casi nada.
La
revisión está a cargo del secretario de Finanzas, Jesús Urióstegui Alarcón,
quien definió lo hecho por los cetegistas como un acto de “rapiña”, porque en
la mayoría de los equipos de cómputo de oficina no se los robaron en todos los
casos, pero si los destruyeron para que no pudieran ser utilizados nuevamente,
sin ningún beneficio aparente para los destructores, que sólo hicieron daño y
provocaron pérdidas.
Las
computadoras personales que estaban en las oficinas de los funcionarios, se las
robaron los sujetos dirigidos por Ramos Reyes Guerrero y Antonia Morales,
contra quienes se presentó la denuncia por la destrucción y saqueo y se adjuntó
la relación de los objetos dañados y robados del palacio municipal capitalino.
Esos
son los “maestros” que se oponen a la Reforma Educativa, que rechazan tajantemente
ser evaluados, para conocer el nivel de preparación y capacitación que tienen, para
llevarlos a capacitación en los casos necesarios o hasta retirarlos del
servicio si se niegan a hacerlo, según la determinación de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación.
Ocho
meses mantuvieron secuestrado el palacio municipal, el que trataron de
incendiar en el primer día que asaltaron las instalaciones, pero sólo lograron
hacerlo parcialmente, gracias a la intervención de algunos trabajadores que
impidieron que el fuego se propagara a otras oficinas, luego que fue iniciado
con las oficinas del Registro Civil, que está ubicada en el sótano uno, con
acceso directo por la calle de Altamirano.
No
puede esperarse mucho del gobierno del estado en cuanto a que inicie una acción
legal contra esos vándalos de la Ceteg, porque en lugar de actuar legalmente
contra ellos, los buscan para premiarlos y otorgarles cantidades indeterminadas
de dinero en efectivo y hasta vehículos, para premiarlos por los destrozos y
haber robado decenas de equipos de cómputo al gobierno capitalino, además de
los daño en otros edificios, como el palacio de gobierno, y de los partidos
políticos como el PRI, PAN y PRD, entre otros.
Obviamente
que los problemas no se van a resolver dando privilegios y toda clase de
regalos a quienes causaron destrozos y robaron tantos equipos, a quienes se les
garantiza la mayor impunidad, en contra de la ciudadanía y de la ley que
debería prevalecer.
EL
ARZOBISPO GARFIAS PIDE HACER ACUERDOS CON LA DELINCUENCIA, TERMINAR EL PROCESO
ELECTORAL Y RECHAZA BODAS DE HOMOSEXUALES
Otra situación se enfrenta con la
delincuencia organizada, que también se muestra fuera de control y que da
muestras de haber incrementado sus actividades, pues crece cotidianamente el
número de muertos y ejecuciones que realizan en casi todo el estado.
La
presencia de la Policía Federal, de la Gendarmería Nacional, del Ejército y la
Marina no parece suficiente para controlar y poner orden en el estado, pues
aunque alguna parte del problema es por la lucha entre los grupos
delincuenciales por el control de las plazas, también hay un importante repunte
en los secuestros y asesinatos de ciudadanos inocentes, que casi nunca son
aclarados por la PGR o la Fiscalía general del Estado.
Ante
la ausencia de resultados en la lucha contra la delincuencia, surgen voces que
proponen buscar acuerdos y hacer negociaciones con los representantes de los
cárteles o grupos de delincuentes, para que le bajen a sus agresiones,
especialmente contra la ciudadanía, que ninguna culpa tiene en la lucha entre
ellos.
Quienes
han propuesto que se busquen esos acuerdos es el rector de la UAG, Javier
Saldaña, quien pidió a los grupos delincuenciales que hagan una tregua en las
agresiones contra los universitarios, pues son varios los que han sido objeto
de secuestros, extorsiones y amenazas.
Lo
apoyó en ese planteamiento el arzobispo de Acapulco, Carlos Garfias, quien
pidió que las autoridades busquen un acercamiento con esos grupos, para que se
haga la paz entre ellos, pensando en el beneficio de la sociedad, que está bajo
presión por la amenaza que representan.
El
religioso pidió a las instancias electorales cumplir con los trámites para dar
por terminado el proceso electoral, porque la incertidumbre no permite que la
gente esté tranquila y que las actividades normales se desarrollen con
seguridad.
Sobre
las bodas gay dijo que resulta indebido “que por beneficiar a un grupo se
atente contra una verdad clarísima como es la realidad del matrimonio y la
realidad de la familia”.
Comentó
que si hay que apoyar a los gay a las lesbianas y demás, que se les apoye, pero
que no se atente contra el matrimonio y la familia, porque “es muy doloroso que
se defiendan los derechos de unos cuantos y se acabe con los derechos de la
sociedad”.
Son
temas que dividen a la sociedad, porque se trata de los derechos de grupos
minoritarios, que no son compartidos socialmente.
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