Guerrero, triunfos enlodados

Tercera Vía : Ernesto Rivera Rodríguez

Para el candidato priísta, hoy convertido en candidato electo, Héctor Astudillo Flores, los “resultados electorales son contundentes”, y las “acciones de Carlos Navarrete y compañía, carecen de sustento”.

Para el Partido de la Revolución Democrática, este denunció en su impugnación, que el Partido Revolucionario Institucional, PRI, en Guerrero, gastó 137 millones de pesos en la campaña, cuando el tope era de 27 millones.

Además Carlos Navarrete Ruiz, criticó a los consejeros distritales por no entregar a tiempo las actas de cómputo.

Otra de mayor calibre fue su aseveración de que el “crimen organizado intervino a favor del PRI, además de amedrentar en diversas ocasiones a candidatos del PRD, entre ellos a la propia candidata Beatriz Mojica Morga.
En tanto el ex procurador del estado Alberto López Rosas, olvidándose de los  lodos que lo acompañan desde el 12 de Diciembre del 2011, dio el brinco de “liana” al señalar ante los medios de comunicación que “él, no observó en la campaña de Astudillo nada ilegítimo”, (sic). “Y de que a pesar de que no coincide con el PRI, considera que el “buen hombre del gobernador electo queda a salvo”.

Astudillo Flores se molesta por las críticas, no le ha gustado que le ensucien su “triunfo”, mucho menos que se lo  “enloden” con presuntas trapacerías, que dicen los malosos llevaron a cabo como un ejército miles de operadores priistas “under graun” antes y durante el proceso electoral,  horas en que la lista de las formas fueron realmente inimaginables, pero a la vez en este “mundo electoral al revés”, formas muy conocidas.

Ni quien diga que no. La cuestión es probarlas. Pero encontrar las pruebas requiere de muchas habilidades, tantas o más que aquellos que las llevaron a cabo, Si supuestamente los del tricolor las llevaron a cabo, es porque les comieron el mandado a los del sol azteca, a los propios observadores, de acuerdo a López Rosas, y que decir de los observadores con gafete del INE, y los de instituciones extranjeras, ni los que envió por “consenso universitario el rector  priísta Javier Saldaña Almazán.

En que elección anduvieron? quien sabe. Fue un No una elección de estado? Todo apunta hacia ello, donde hasta el arzobispo de Acapulco, Carlos Garfias Merlos aplaudió la victoria del priísta Héctor Astudillo Flores. En su tumba han de estar muy molestos los polvos de Benito Juárez, el Benemérito de las Américas.

Esto es lo que esperaba Astudillo Flores, que todos le aplaudieran su triunfo, en una elección donde si es candidato legalmente electo, tiene que trabajar mucho para ser legitimado en su gobierno, que se vea en el espejo de Enrique Peña Nieto, como presidente de la República y como priísta que estuvo totalmente fuera del proceso electoral, porque era una carta negativa para los candidatos priístas. 

Luego entonces,  dónde las lecturas muestran un elemento extra que hasta hoy era difícil de ponderar: la propia debilidad de la figura presidencial abrió campos de mayor  autonomía relativa a las “otras”, como la de Manlio Fabio Beltrones.

Astudillo Flores ganó, su triunfo es innegable, quien gano ante la gran paradoja de la vida: entró por la rendija que le abrió un PRD tempranamente vencido por su manera de brillar, pero hoy tiene mucho que hacer dentro de su propio partido, para que le permitan trabajar, los grupos figueroistas, añorvistas y  renejuaristas, principalmente exigirán parte de la tajada del pastel y los grandes beneficios políticos y económicos que ello conlleva. Quedarse afuera, es quedarse fuera de las expectativas del 2018, que digan lo que digan ya está en marcha. Y este tren no hay quien lo pare.

Una pregunta en medio de este enlodamiento, ¿Qué van hacer con Manlio Fabio  Beltrones, cuyo candidato ganó en Guerrero?

Beatriz Mojica Morga, parece no darse cuenta que fue engañada, traicionada por su propio partido, cuando desde mucho antes de su nombramiento el derrotero del PRD en Guerrero ya estaba cantado, antes de que tronara el Pacto por México, “Los Chuchos pactaron el futuro de Michoacán y de Guerrero”. Sólo no ve, el que no quiere ver. 

gernestorivera@gmail.com

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