Analizan en la Cineteca Nacional la imagen del arqueólogo en el cine



Héroe, aventurero, sabio, apuesto, conquistador e intrépido, son algunas de las cualidades que han caracterizado al estereotipo del arqueólogo en el cine, así lo expuso Luis Alberto López Wario durante su conferencia Arqueólogos en la cinematografía mundial que tuvo lugar este 21 de julio en la Sala 4, Arcady Boytler de la Cineteca Nacional.

Maestro en historia por la Escuela Nacional de Antropología e Historia, López Wario compartió con el público parte de su investigación en torno a las diversas representaciones del arqueólogo plasmadas en el cine.

“Las películas, con su gran impacto cultural, han difundido entre la sociedad un concepto de arqueología muy particular. Me interesaba estudiar esa imagen, no juzgarla o reprobarla, sino definir cómo nos percibe el público a través de ella”, compartió.

El investigador señaló que por medio del análisis de 90 filmes, que incluyen largometrajes y cortometrajes de ficción de diversos países, ha encontrado temáticas y características comunes: “Las cintas que estudié parten del año 1932 y comprenden muchos géneros cinematográficos, principalmente la aventura, la comedia y el drama.

Aunque se ha transformado, el arqueólogo en el cine suele ser un sabio e intrépido héroe que va en busca de un objeto, un tesoro entre misterios y comúnmente desata sin querer maldiciones y peligros diversos”.

De acuerdo con su investigación, el especialista encuentra que Estados Unidos es el país con mayor número de producciones con arqueólogos como personajes, ya sea protagonistas o secundarios. De hecho, la primera cinta que identificó al respecto proviene de ese país: La máscara de Fu Manchú (Charles Brabin, 1932), un filme de terror y aventuras protagonizado por Boris Karloff.

Como un recorrido histórico, López Wario presentó, divididos en décadas, algunos ejemplos de los filmes contenidos en su estudio, ilustrando con varios fotogramas y afiches de cada uno. Destacó que en México las películas relacionadas con arqueólogos se centran en los géneros de terror y comedia, y sobresalieron en las décadas de los sesenta y setenta. “Las películas de El Santo, tan populares en su época y con un contenido erótico tan marcado, tenían muchas veces un personaje arqueólogo que servía como pieza clave para develar misterios o algunas veces como el villano de la trama”, señaló.

Puesto que desde los años treinta se realizan diversas cintas que representan a los arqueólogos en torno a ciertos estereotipos, es en los ochenta cuando la imagen de esta profesión se trasforma radicalmente a partir del éxito de la cinta de aventuras Indiana Jones y los cazadores del arca perdida (Steven Spielberg, 1981).

“Sin duda, el arqueólogo más famoso en la historia del cine es Indiana Jones, quien cambió la forma de percibir la tarea del arqueólogo. Sigue siendo un estereotipo de hombre apuesto y valiente, con muchos recursos, pero la vestimenta y carácter se trasforma por uno más desenfadado e informal. La tarea arqueológica se percibe como una búsqueda de tesoros sin importar el contexto de los objetos”, compartió el investigador.

La última cinta de su exposición muestra cómo el cine ha llevado la figura del arqueólogo a las más diversas temáticas. Se trata de Prometheus (2012), película de ciencia ficción y terror dirigida por Ridley Scott, donde la trama es la historia de una exploración arqueológica de una avanzada civilización alienígena.

Al concluir su charla, López Wario planteó que en su investigación no buscaba calificar las representaciones de su campo de trabajo: “Existen muchos argumentos para analizar estos filmes. Algunos comprenden juzgar la veracidad de los hechos históricos o las técnicas arqueológicas. Mi análisis más bien se centró en los valores que transmiten estas obras y la imagen que comparten de una profesión como cualquier otra”.

Para complementar la ponencia se proyectó La rosa púrpura de El Cairo (1985), obra de Woody Allen, protagonizada por Mia Farrow y Jeff Daniels, una historia de comedia y fantasía romántica que incluye a un arqueólogo, el protagonista de una película que sale de la pantalla para conocer a una mujer que tiene por refugio el cine. “En esta cinta el arqueólogo es representado con una imagen muy clásica, pero tiene una relación muy particular con el espectador y con el contexto histórico del filme, la Gran Depresión”, subrayó el investigador.

Con este ciclo de conferencias, organizadas por el Centro de Documentación de la Cineteca Nacional, y que continúan durante el segundo semestre de 2015, se busca invitar al público a reflexionar sobre una variedad de tópicos relacionados con el séptimo arte. Incluye tanto temas históricos como de género, cada conferencia estará acompañada de la proyección de una película.

La última actividad de este programa, correspondiente a julio, es la presentación del libro Teoría y práctica de la adaptación, de Robert Stam, por parte de Lauro Zavala y Rodolfo Peláez. Tendrá lugar el día 28 a las 18:00 horas en la Sala 6 del complejo del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.




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