Hugo Falcón Páez
El valor de una
moneda será unificado por un país.
No pasará de este año, cuando nuestra
moneda nos precipitará a una nueva crisis económica y social, por supuesto. La
devaluación eminente podría alcanzar un colapso en el mercado interbancario, es
decir, nos aproximaremos a los 20 pesos por un dólar americano. El peso
mexicano y su fracción de cien centavos será atropellada, y el Banco de México
no podrá hacer nada. La inflación es un indicador con porcentaje, pero la realidad
mercantil y financiera está en las calles, en los hogares de cada mexicano. La
histórica transacción del cacao en la época prehispánica, hasta el intercambio
por medio del internet, nos compromete a racionalizar nuestra forma de vida.
Recordemos que el peso fue el primero en el orbe en usar el signo “$”, mucho
antes que el dólar de EUA. El peso mexicano es el octavo más negociado en el
mundo, la principal divisa de Latinoamérica y el tercero en todo el continente
Americano. Hoy, el peso mexicano es un valor fiduciario que beneficia a otros
países.
Por ello, el panorama se ha
miniaturizado en cuanto al poder de compra, venta, renta y adquisición,
plusvalía mobiliaria y desarrollo de proyectos directos por el gobierno
federal. Provocado por las malversaciones en los dineros e indudablemente a los
altos salarios de las autoridades en los poderes Legislativo, Ejecutivo y
Judicial. No se necesita ser un avezado en economía, administración o
contaduría, para tener un conocimiento raso y poder entender que nada será
igual. La salida de Grecia de la zona euro, el mercado bursátil de China y el
alza de tasas de interés de Estados Unidos, comprometen a que México accione de
manera inmediata una condición proactiva, cosa que no está haciendo, sólo se ha
comportado de manera reactiva, y los activos mexicanos perderán más. Un
indicativo es que en lo que va del 2015, los inversionistas extranjeros han
retirado más de 90 mil millones de pesos en posiciones de bonos mexicanos.
Conmocionando la dificultad fiscal que presenta nuestro país.
Los BRICS (Brasil, Rusia, India,
China y Sudáfrica) empezaron su séptima cumbre, inauguran el Nuevo Banco de
Desarrollo con un capital de cien mil millones de dólares. El cual nace para
financiar infraestructuras y desarrollo sostenible. Más que sumarse, este
conglomerado confrontará al Grupo del Banco Mundial y el Fondo Monetario
Internacional, ya que el plan es fortalecer y asistir a los países del Sur en
progreso, ante el gran déficit existente en el mundo. Para la nota, los BRICS acumulan
el 25 por ciento del PIB y 41.4 por ciento de la población del planeta, es
decir, casi tres mil millones de personas. No es algo improvisado, como lo que
Wolfgang Shäuble, ministro de Finanzas de Alemania, propuso al secretario del
Tesoro de EUA. Grecia por Puerto Rico, sin más ni menos. Como talegas repletas
de papel moneda, el trueque está en la mesa. Los puertorriqueños tienen 72 mil
millones de dólares de deuda, y Grecia 320 mil millones de euros. Comparando el
actual PIB per cápita de los “boricua” es de 28,900 dólares y el de los hijos
del Olimpo es de 21,300 dólares. Aquí lo que sobresale es que ninguno tiene sus
propias políticas monetarias, por lo que Grecia puede considerar volver al
dracma, sin embargo, Puerto Rico seguiría unido al dólar. Ahora bien, el primer
ministro Alex Tsipras se compromete a reformar el sistema de pensiones,
obteniendo ahorros de 0.25 por ciento y 0.5 por ciento del PIB durante este
año, y de 1 por ciento en 2016. Propone elevar el IVA de 13 por ciento a 23 por
ciento, y reducir la tarifa mínima de 6.5 por ciento a 6 por ciento para medicamentos,
libros y teatro. Para esta deuda pública de 180 por ciento del PIB, el
Parlamento griego debe aprobar un paquete de 35 mil millones de euros para
crecimiento, que no son la solución de filósofos ni de los siete sabios de
Grecia. Ya que como salida triunfal renunciarían a pedir la reestructuración
del conflicto. Esperemos qué indicarán los 28 integrantes de la Unión Europea. Muy
parecido al escenario mexicano que se está viviendo.
La alerta roja va en aumento con
América Latina, la materia prima que proviene de países asiáticos y las monedas
que representan una débil propuesta, nos enmarca como un cúmulo de países en
desarrollo y no emergentes como lo son China e India. Sin embargo, Claudio X.
González Laporte, presidente saliente del Consejo Mexicano de Negocios, anunció
ante Enrique Peña Nieto, una inversión este año de más de 30 mil millones de
dólares (520 mil millones de pesos). Para impulsar y mantener los sectores de
telecomunicaciones, productos al consumidor, sector químico y minero,
autopartes, banca, alimentos, construcción, transporte, tecnología e
información, tiendas al detalle e infraestructura. Pero la congruencia señala
una inestabilidad, por otro lado el discurso de las secretarías de Economía y
de Gobernación, arrojan datos en que la sociedad mexicana va creciendo y
avanzando. Aseguran que la generación de empleos en el primer semestre dio más
de 400 mil plazas.
Cada quien en la postura negociable que los lleva a mantener
una directriz muy personal. Lo que no es permutable en el mundo, es el peso de
la amargura, de la pobreza y de la miseria que se extiende como si quisiéramos
ser unificados por un solo país.
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