Hugo Falcón Páez
La ignorancia es el
más mínimo detalle que puede hacer desaparecer a un gobernante.
Antes que nada, me permito hacer un
apartado al comenzar esta columna. La gobernanza, va más allá de lo que los
libros, los maestros, los expertos y el internet nos ilustren. Es el
sentimiento conectado con la mentalidad de un ser despierto. Se origina con
atributos filosóficos, esa amalgama de reflexiones sobre las causas y efectos
de las cosas naturales, lo que es el hombre y el universo. La esencia de esa
idea, nos lleva a un conocimiento exacto y razonado de las cosas. Para cerrar
ese círculo, el sentido común nos trae la contemplación de cualquier actividad
comunicativa, estética, en donde la emoción, nos llega para interpretar lo
plástico, lingüístico, sonoro y mixto. Me refiero al arte directamente, como
una concepción de la cultura, que nos hace entender aún más, los componentes
sociales y económicos de una población. Transmitir ideas no es fácil, sobre
todo si se es un ignorante en el espacio y tiempo en el cual vivimos. Por lo
tanto, la gobernanza hoy cobra un significado contundente. Hay que saberlo
usar, pero sobre todo, diseñarlo, ejecutarlo y esperar los resultados óptimos.
La gobernanza es una palabra que ha cobrado mucha difusión como una materia
obligada para ejercer el poder y el control en una empresa, un país o incluso,
un hogar. ¿Por qué? Simple. Nos remitimos a una serie de conceptos.
Unos indican que es una noción que
busca, antes que imponer un modelo, describir una transformación sistémica
compleja, que se produce a distintos niveles, de lo local a lo mundial. En
diversos sectores, tanto como público, privado y civil. Parece provenir
remotamente de Platón, para denominar metafóricamente el modus de dirigir o gobernar
a los ciudadanos. Por otro lado, se gesta del latín gubernatio, que es
gobierno. Al término de la Edad Media se registra el uso de esta palabra con el
francés gouvernance, del que pasa al inglés con registro de habilitarse en
1380. En sí, como el arte de gobernar. Pero es en el idioma portugués, la
palabra governança, y en español se retoma como gobernanza. Aparece definido
por primera vez en el Diccionario de la Real Academia Española en 1803, como
“antiguamente lo mismo que gobierno”. Ya en 1990, los académicos anglosajones
promovían este principio en asuntos públicos, institucionales, de gestión, y
como un modelo que promovía el sano equilibrio entre el Estado, la sociedad
civil y el mercado de la economía.
Los términos de gobernanza y
gobernabilidad son usados en ámbitos de técnica de dirección y gestión de
empresas. El conocido management privado, pero aplicable para y en
organizaciones internacionales, de las ciencias sociales y de las instituciones
políticas tanto nacionales como regionales. La Unión Europea aplica en demasía
los procesos y reglas de esos mecanismos de gobernanza. Interesante tendencia
que toma forma como gobernanza corporativa, la cual se ejerce en autoridades
económicas, políticas y administrativas de una organización, tanto empresarial
como gubernamental, o del tercer sector, tales como ONG y Asociaciones Civiles.
Este enfoque multidisciplinario no cualquiera puede crearlo y enseñarlo, pero
sí cualquiera puede aprenderlo. Ya que también tiene una disposición teórica, y
se puede concebir en el comportamiento y aspectos sociales gerenciales, de
organizaciones, económicas de los costos transaccionales y economía
institucional, jurídicas sobre personalidad de las sociedades y el derecho
laboral, así como financieras y su regulación legal. Es una aportación medular
para aportar, estructurar, promover, salvaguardar, difundir, respetar,
identificar, promover, remunerar y reconocer a los interesados y afectados de
dichas actividades en lo que a gobernanza corporativa se refiere, como lo
denomina la ISO 26000. Hay diversos tipos de gobernanza, claro está, una de
ella es la gobernanza global, la gobernanza proyectiva, la gobernanza de la
ciencia y la tecnología, la gobernanza económica (utilizada fielmente en la
Unión Europea), la gobernanza política e institucional, gobernanza estratégica,
gobernanza en internet, y gobernanza local, entre otras. Es vital subrayar que
no es a modo de, sino más bien, por ejemplo el gobierno corporativo, es un
plano exacto y preciso entre el directorio, la alta administración y los
accionistas.
En un amplio espectro, la gobernanza
en Acapulco y en Guerrero, es inoperante e inexistente. Claros ejemplos se
observaron en la pasada contienda. En donde el equipo de trabajo en la campaña
de algunos candidatos a cualquier puesto de elección popular, asesores y sus directrices,
no obtuvieron lo previsto o al menos el ángulo que se quería ganar en tan sólo
un planteamiento político y social. Sabemos que ciertos entes toman el sano
oficio y profesión de ser políticos por mero deporte, coincidencias de la vida,
exclusividad generacional, y porque saben que es dinero ganado fácilmente y en
grandes cantidades. Los partidos políticos no necesitan comunicadores ni
egresados de ciencias políticas, para difundir la idea central que llevará al
éxito la empresa de ser gobernante. Si bien no estudian, aprenden y dominan la
gobernanza y sus ramas. Hasta hace poco los incidentes o pifias de algunos que
creen ser políticos, son el hazmerreír, o bien, se llevan el cese de sus
funciones como tales.
Un caso aleatorio fue en donde un
galardonado empresario, ex candidato a la alcaldía por Acapulco y al parecer ex
integrante del Partido Verde Ecológico de México, propagó imágenes personales
en un yate con escualos en peligro de extinción, que al parecer había pescado.
La presunción llegó a tal grado, que las redes sociales lo colmaron y la sede
del partido se deslindó y decidió investigar por ese lado este caso, que para
muchos fue chusco, para otros, un desagrado e infortunio. Pues se contrapone el
pensamiento racional, no hay coherencia en lo que se escribe, se hace, se habla
y se piensa. Esto es fundamental y se encuentra en la asesoría operativa, en
ejes de trabajo, en la dirección y gestión de proyectos.
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información:
2 Comentarios
Excelente, mi estimado Hugo, un abrazo y buen fin de semana.
ResponderBorrarAlfredo, amigo. Abrazo y gracias. Igualmente, excelente fin de semana.
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