ENTREVISTA EXCLUSIVA
JOSÉ GORDON
Platícame acerca de
Imaginantes, ¿cómo se originó esa idea?
Fíjate
que siempre teníamos el gusanito de realizar otro tipo de discurso en la
televisión, por decirlo así, romper la pantalla, siempre está pasando en la
televisión algo que ya se vuelve ruido blanco. Es decir, ya no pones la
atención ahí, y entonces yo quería de alguna manera romper la pantalla para que
apareciera lo inesperado, que apareciera lo asombroso, y entonces con un amigo
muy querido que se llama Manuel Gilardi
en Televisa empezamos a pelotear esta idea de cómo hacer otro tipo de discurso
en la televisión.
Me
acuerdo que le conté de la posibilidad de narrar en un minuto alguna viñeta que
fuera fascinante, que te dejara asombrado y luego volvieras a cerrar la
pantalla y que te quedaras con la inquietud de que algo muy importante, muy
interesante había pasado, que es lo que ocurre precisamente cuando se da la
experiencia del mundo del arte, del mundo de la imaginación. Entonces me
acuerdo que me dijo: “¿Y cómo qué podríamos narrar?”, yo tenía en la mente un
texto de Italo Calvino que aparece en
Las Cosmicómicas, que sentía que se
podía capturar prácticamente en menos de un minuto una sensación de asombro muy
poderosa y se la conté en el momento. Para hablarte del relato, lo que está
planteando Italo Calvino es la
hipótesis de que hubo un tiempo de que la luna estaba muy cerca de la Tierra, y
entonces la gran imaginación de Calvino
se echó andar y con ese dato probable o plausible, él tiene la idea que
entonces de que los hombres y mujeres salían a la mar en una barca y con una
escalera tocaban la luna, y con un pequeño saltito estaban ahí ya en la luna y
por supuesto tenía una consistencia como de queso, en donde se incrustaban
estrellas de mar fosforescentes atraídas por la fuerza de la gravedad. Había un
hombre en este marco que ama a una mujer secretamente, y ella en una ocasión,
pero él no se atreve a decirle su amor, ella está en una ocasión en la luna y
el hombre está en la escalera, y de repente se empieza a sentir que se va a
separar la luna de la Tierra para alcanzar ya la órbita en la que la vemos hoy
en día. El hombre tiene un momento de indecisión, no da el salto y la luna se
va para siempre con la mujer amada, y Calvino
termina el relato diciendo: “Esa es la razón por la que los perros aúllan en
las noches de luna llena, recordando el dolor de ese hombre por la pérdida de
la mujer amada”, eso nos cuenta Italo
Calvino en el libro Las Cosmicómicas,
que hoy nos da una pausa para la imaginación. Se lo cuento a Manuel Gilardi y él me dice, “y mientras
tú estás diciendo eso empieza aparecer una luna animada y empiezan aparecer
peces fosforescentes detrás de ti, y entonces empezamos a imaginar juntos Imaginantes, lo que podría ser esa
pausa para la imaginación, un momento que de repente rompe la pantalla, te da
una pausa para la imaginación y te lanza a otros lados.
¿Cómo vas a la
búsqueda del micro cuento?
De
esos micro relatos. Fíjate que para mí se vuelve muy natural hacer micro ensayo,
porque en algunas ocasiones esto alcanza la categoría de micro ensayos o de
respuestas al arte con el mundo del arte. Entonces por supuesto hay ciertas
historias, ciertos momentos en los que veo que se enciende la imaginación en un
escritor, en un poeta, en un cineasta, en un artista plástico, que me parece
que se pueden y deben de compartir. Son momentos que me han dejado sumergido en
el asombro y en una sensación de belleza, de inteligencia y creatividad, que me
rebasan.
Y
entonces existe naturalmente el deseo de compartir y de jugar, en el mismo
lenguaje del arte para responder a ese momento de imaginación que se expresa en
el arte. De esta manera entonces aparecen estas cápsulas que las concibo como
una especie de haikus en los tiempos del iPad. Es decir, expresiones breves que
verdaderamente resuenan profundamente con el espectador y que además tienen un
trabajo elaborado de animación, con un equipo muy comprometido que se avoca a
la tarea de tratar de traducir ese lenguaje, esos instantes de los que se
enciende el foco de la imaginación de un creador, para que resuenen en el
espectador, porque al final del día, si resuenan, es porque todos somos imaginantes.
El
imaginante no es nada más el creador,
sino el recreador, y por eso es tan importante la mirada del público, la mirada
de quien supuestamente no está
participando activamente, sí está participando activamente, el acto de la
creación se completa en la recreación, y es un acto de una dignidad tal, que si
volvemos a recuperar públicos que tienen esa capacidad de recreación, estamos
hablando de comunidad de belleza, comunidad de inteligencia.
En esa capacidad
sináptica. Imaginantes, ¿hasta dónde
crees que ha llegado?
Bueno,
fíjate una cosa muy interesante es algo que platicaba el día de ayer en una
conferencia que tuvimos precisamente en el Centro Cultural de Acapulco. En
donde Octavio Paz planteaba que lo
importante en la poesía es que no se quede detenida en el papel, que salte a la
realidad, que encarne en la vida cotidiana, me acuerdo que por ahí decía algo
como, “Palabras que son flores, que son frutos…”, es decir, que de alguna
manera esto se traduce en la vida cotidiana, y es claro uno de los anhelos más
asombrosos que puedas tener, porque lo que te está invitando a decir es: “Si
encontraste la belleza del arte en un escenario, porque no la encuentras en la
vida cotidiana”.
Hay
ejemplos de esto que a mí me han conmovido, desde “La Rosa Púrpura del Cairo”,
en donde Woody Allen nos hace ver
cómo el protagonista de una película salta de la pantalla, para tratar de
encarnar en la vida cotidiana de otras personas, y que el mundo de la
imaginación conviva en la carne y en el cuerpo, digamos es el deseo de Imaginantes, que de alguna manera forma
parte ya de nuestra conciencia colectiva mexicana. Te lo voy a plantear con una
imagen que me es muy clara, que tiene que ver con el famoso juego de la lotería
mexicana. En donde ves los arquetipos, desde la bandera, hasta el nopal, hasta
ciertas estampas que de alguna forma están conectados con el imaginario
mexicano. Que para mí el momento en que esto forme parte del cartoncito de la lotería, de la conciencia
colectiva mexicana, me plantearía el propósito más amplio de un proyecto de este
tipo, que de verdad sea de todos, que de verdad sea un patrimonio de maestros,
que pasen Imaginantes a sus alumnos
y con ello están siendo invitados a la lectura, o algunas cápsulas, como en una
buena novela, tocan la vida de otra persona y hacen que esa vida se transforme.
Este
es un tema que viene desde Cervantes,
el hecho de saber que un libro puede influir en la realidad, hay una novela de Amos Oz, hablando de un personaje del
que hemos estado platicando, que me parece
maravilloso. Es una novela en donde hay un matrimonio, que está viviendo
lo que se llama esa etapa gris, sin chispa, sin chiste, en la que a veces decae
una vida de pareja, y entonces es muy interesante porque la mujer tiene varias
opciones, ya se hizo triste la vida, entonces ¿qué hacemos? Entonces el
personaje femenino en esa novela de repente dice: pues ¿qué opciones tengo, un
amante?, pero ya leí “Madame Bovary”, entonces dice, esa historia yo no la
quiero para mí; y entonces vemos como se transforma un personaje de novela al
ser tocado por una novela, que es el tema cervantino
por excelencia.
Bueno,
lo mismo quisiera que de alguna manera pase con Imaginantes, es el reflejo de un mundo del arte que pasa al haiku,
si ese haiku te toca, quisiera pensar que así como una novela puede cambiar a
un personaje de novela, una novela o un micro relato también puede cambiar en
un milímetro nuestra vida cotidiana, al saber que tenemos opciones de otros
relatos, que no hay relatos unívocos, que no nada más se trata de una forma de
ver el mundo, que precisamente de lo que se trata el arte, la, cultura y la
literatura, es de abrir la mirada a otro tipo de historias y de relatos para
ver si de verdad puedes hacer también otra novela con tu vida.
¿Imaginantes son
aforismos o apotegmas multimedia?
Sí,
así es.
¿Piensas que es una
herramienta pedagógica?
Puede
ser una herramienta pedagógica siempre y cuando, nos demos cuenta de que no
está hecha para ser pedagogía, sino que está hecha para responder al arte con
el arte, y si la pedagogía viene es por añadidura, no porque estemos tratando
de educar. Porque ahí es precisamente donde el alumno se da cuenta que lo están
engañando, que le están haciendo una historia muy divertida y entretenida, pero
que tiene fines ulteriores, que viene la educación con el arte eso es algo que
siempre se ha sabido. Lo que pasa es que no se ha explorado, y se trata de
mantener esa característica salvaje del arte que no responde a ningún propósito
ni fin utilitario, sí de eso se trata. De descubrir la belleza, de descubrir
una inteligencia arriesgada, sí de eso se trata. Que eso tenga luego resultados
pedagógicos, sí, pero por añadidura, no como meta.
¿Cuánto tiempo
tienes con Imaginantes?
Son
ya varios años, el proyecto empieza en 1998, ahora estamos en una etapa muy
interesante porque ha decantado en la educación, pero vuelvo a insistir bajo
esta idea que hemos estado planteando, en donde naturalmente la gente se nos
acerca y nos pregunta. “¿Oye, sí me gustó esta cápsula de Keret, qué más puedo leer de este autor?, sí me gustó Cortázar, ¿qué otro tipo de autores hay como
él?, entonces hemos hecho una página con Fundación
Televisa que se llama www.imaginalee.org
en donde damos algunas herramientas de lecturas, ahí siempre hay una cápsula de
Imaginantes. Hay recomendaciones de
libros o entrevistas que pueden ahondar en el personaje y de libros afines por
si te gustó este autor, pues entonces éste otro se acerca a este registro, para
que tú vayas viendo dentro del abanico de las posibilidades literarias con
quien resuenas. Porque en muchas ocasiones uno de los grandes problemas es que
sí tú no encuentras a la familia artística con la que resuenas, puedes de
repente, estar negado a la cultura porque te dijeron “tenías que leer a Borges”, y si Borges en ese momento no te dice nada, entonces tú te sientes que
estás negado a la literatura y abandonas la literatura cuando a lo mejor te
gustaba Bukowski, y empezaste con Bukowski y luego vas abriendo el abanico
y a lo mejor en una de esas llegas a Borges
o no llegas.
Pero
eso es uno de los problemas, fíjate que me lo enseñó un maestro mío que se
llama Paco Prieto, que siempre me
dijo: “Mira, lo primero en el arte, es encontrar a la familia que perteneces”.
Es Brahms en música, es Mozart, y saber que bueno no es Brahms, bueno, pero Mozart sí, entonces es Mozart,
no es Mozart es Bach, bueno. Encuentras tu familia y una vez que la encuentras, te
vas a ir dando cuenta que tu interés en el arte se va a ir ahondando y cuando
no te das cuenta, incluso con familias con que no resuenas, por lo menos las
empiezas a conocer y entiendes el impulso que está detrás de eso. Pero entonces
ese es el problema que a veces tenemos en la educación literaria, Álvaro Mutis me acuerdo decía: “Hombre,
pero qué es esa cosa de que tienen que dejarle El Quijote a fuerza a los niños”, para que puedan odiar la lectura,
si lo encuentran, y lo van a encontrar en su momento les va a encantar. Y
entonces encontrar a la familia porque de otra manera dices: “Estoy negado para
eso”, porque encontraste un autor con el que no resuenas, y terminas detestando
la literatura cuando de repente de lo que se trata de verdad la literatura, es
de hallazgo, asombro, sorpresa, y cuando resuenas de repente hay algo que es
maravilloso, porque descubres el secreto del gran arte de la literatura, somos
una soledad acompañada.
Bajo esta cultural
neuronal, cuéntanos acerca del proyecto nuevo que se llama Colisionador de
Ideas.
Sí,
es un proyecto en el que la exploración del mundo de la ciencia como narrativa
de lo que nos ocurre, pues es asombroso, y entonces es adentrarnos también en
formas breves con una variación de este discurso, a lo que nos están revelando las historias y
relatos de la ciencia, que prácticamente lo podríamos leer como poesía
contemporánea al saber que, yo me acuerdo cuando me ha tocado hablarle a niños
sobre hallazgos de la ciencia, y les digo: “¿Quieren conocer una máquina del
tiempo?”, y todos muy entusiasmados gritaban, “¡claro, yo quiero conocer la
máquina del tiempo!”. Entonces les digo, bueno, esta noche por favor vean las
estrellas, cuando vean las estrellas están viendo el pasado, la luz que les
tarda a las estrellas para que las lleguemos a ver, estamos viendo lo que pasó
hace millones de años, cuando vemos la luz del Sol, no estamos viendo Sol, estamos
viendo lo que pasó hace ocho minutos, y nosotros apenas lo estamos viendo, como
si fuera un tiempo diferido, un tiempo poético.
Que
además nos hace que por ejemplo el Big
Bang, de repente lo podamos escuchar en las estaciones de radio en las
noches cuando ya no hay transmisiones, algunos de los sonidos que se captan no
nada más vienen de la estática en la radio, no viene nada más de la
interferencia electromagnética de un refrigerador, sino aquí y allá los sonidos
del Big Bang a los que les tomó trece
mil ochocientos millones de años para alcanzarte. Cuando ves eso te vuelves a
sentir sorprendido y asombrado de lo que nos ocurre, y estas cápsulas de Colisionador de Ideas tienen esa
pretensión, entrar a ideas que de verdad nos hagan sentir.
Te
voy a contar una, que vamos hacer un Colisionador
de Ideas con esta imagen. Mi hijo cuando era universitario me llegó con una
pregunta, que creo que a todos los jóvenes les pasa. “Papá mientras más
aprendo, ya me doy cuenta que esto no tiene solución, que esto de verdad nos
vamos a estrellar, está terrible, no hay esperanza”. Entonces curiosamente dos
semanas antes tuve la fortuna por coincidencia o sincronicidad, o lo que tú quieras, yo había
entrevistado a Mario Molina, y con él
habíamos platicado sobre el problema del calentamiento global, y estábamos
hablando sobre el Efecto Mariposa, que
quiere decir que la pequeña perturbación de un aleteo de una mariposa puede
desencadenar una tormenta, pero también puede desencadenar algo majestuosamente
hermoso. Es decir, las fluctuaciones pequeñas pueden causar caos o pueden
también causar patrones de coherencia en el cerebro, que digas, pero con una
idea pequeñita que aleteó en el cerebro, mira la vista que se abrió a este
científico o a este poeta, y es un aleteo de una idea en los cien mil millones
de neuronas. Y él me estaba hablando del Efecto
Mariposa y me contó algo muy interesante, me dijo: “Fíjate que referente al
calentamiento global, se han hecho estudios de qué es lo que se necesitaría
para revertir el problema del calentamiento global, estos estudios los hicieron
en Gran Bretaña y en el MIT, y la conclusión fue que con el orden del dos por
ciento o tres por ciento de inversión del PIB global, el Producto Interno Bruto,
en este caso del planeta, tendríamos los recursos suficientes para revertir el
calentamiento global… Claro que ésta es una cantidad extraordinaria, el dos o
tres por ciento de la producción global del planeta, pero es mínima en
comparación con los daños que están causando los huracanes y los cambios que
estamos ya sufriendo por el calentamiento global”. Lo que fue interesante, es
que en medio del caos, la ciencia se toma la paciencia para dimensionar las
cosas, y eso es algo a lo que no estamos acostumbrados, a dimensionar.
¿De
qué tamaño es el problema? ¿Es un problema enorme? Sí, pero vamos a
dimensionarlo, y al dimensionarlo te das cuenta que con voluntad política, que
con el dos o tres por ciento del PIB del planeta sí se podría invertir ahí, por
qué se invierten en otras cosas que son absurdas y que con un pequeño giro de
saber que no hay negocio si no hay planeta, hasta las empresas pueden entrar a
la idea de cabildear, para que haya un futuro para la empresa, porque sin
planeta no hay empresa. Empieza a cambiar la dinámica del pensamiento, ¿podremos
atravesar ese umbral y verdaderamente saber que sí podemos recorrer esa salida?
Eso está todavía en pregunta, es una interrogante, pero ya vemos la luz al
final del túnel, es decir, al estar dimensionada ya sabemos por dónde está la
solución. Y eso creo que hoy en día es importantísimo, ese tipo de ideas son
las que pienso que deben de estar de alguna manera permeando nuestra conciencia
colectiva, para que les exijamos a los gobernantes, para que nos exijamos a
nosotros mismos, que el día en que tengamos puestos y posiciones de
responsabilidad, hagamos lo que esté en nuestros medios para resolver las cosas.
Porque tenemos ideas que han coalicionado, que han chocado para bien, para
generar nuevas vistas, para generar nuevas posibilidades.
Quiero
decirte que esto no es imposible, porque puede sonar utópico, pero me acuerdo
que escuché a Evtuchenko, el poeta
ruso, en una ocasión estuvo en México y lo entrevisté. Un poeta que daba
recitales a cinco mil personas, llenó la Arena
México, y en Rusia igual tenía llenos totales, entonces en la ex Unión
Soviética cuando no se permitían conciertos de rock, sí se permitían recitales,
porque la poesía siempre ha estado arraigada en el alma de la conciencia
colectiva rusa. Le pregunto a Evtuchenko.
“¿Qué puede hacer la poesía siendo algo tan delicado, tan frágil, donde vive precisamente
la barbarie, la desgracia, los armamentos, la ignorancia y la
irresponsabilidad?”. Él se me queda viendo y me contesta. “Fíjate que esto es
algo interesante”. Es una pregunta que por cierto le hice a Carlos Monsiváis, le hice a George Steiner, son preguntas que a mí
me han parecido importantes. ¿Por qué persistir en la cultura, cuando todo parece
indicar que es la barbarie?
Evtuchenko me dio una respuesta
muy interesante, me dijo que en una ocasión lo llamó Gorbachov, y entonces él se asustó, porque cuando te mandaban a
llamar de las jerarquías de la ex Unión Soviética, pues siempre había una cosa
de quién sabe qué va a pasar, si tu destino es Siberia, o qué ira a pasar, ya
nada más por acto reflejo. Pero Gorbachov
le dijo. “Se acuerda de esos recitales en donde usted se encontraba con miles
de jóvenes y recitaba sus poemas”, le dijo “sí”. Y Gorbachov le asentó. “Le quiero decir que yo era uno de esos
jóvenes, y que la Perestroika tiene
que ver con la semilla de esos pensamientos que se sembraron en mí, de la
poesía y de la libertad”.
Ahí
es cuando te das cuentas de que a veces la vida rebota y hace coalicionar ideas
que van pasando de mente en mente, y que nunca uno sabe en qué momento pueden
catalizar cambios profundos transformadores, que además están relacionados con
lo sutil, porque sabemos de la influencia de lo burdo, pero a veces
desconocemos completamente el poder de lo sutil, y lo sutil bien jugado en una
conciencia colectiva puede tener un poder fantástico. El problema es que no
sabemos convocar los sueños de la tribu como debiéramos, hay un relato
maravilloso de Sabina Berman que
aparece en una obra de teatro que se llama La
Maravillosa Historia del Chiquito Pingüica, y ese relato a mí me deja
siempre con un sabor de lo que podría ser México.
Resulta
que está vacante el trono del Imperio
Maya, de Uxmal, entonces el Señor Venado dice: “Perfecto, yo voy a
ser el nuevo rey”, y le dicen, “Momento esto se tiene que decidir
colectivamente, vamos hacer una especie de olimpiadas, entonces en las
olimpiadas va haber unas competencia y el que gane las competencias va a ser
quien se merezca ser el rey de Uxmal”.
Entonces vienen las primeras competencias, y por la argucia y la astucia, el
pequeño Pingüica, que era un enanito,
siempre tiene la capacidad de empatar con el emperador o con el rey, con el Señor Venado, y llega la última prueba,
porque han estado empatados, y la última prueba es, ganará quien construya el
edificio más grande, la construcción más grande aquí en el mundo maya. Y
entonces el Señor Venado dice: “Perfecto,
esclavos a trabajar, pongan piedra tras piedra, piedra tras piedra, y así
lograré el edificio más grande”. Pingüica, muy parecido a lo que hace Ganesha, en vez de ponerse a trabajar,
se queda en la noche viendo el pueblo que está abajo, el pueblo maya,
durmiendo, y en vez de ponerse manos a la obra, lo primero que hace es, cierra
los ojos y al cerrar los ojos aparece de pronto el sueño de los abuelos, el
sueño de los ancestros, el arquetipo de la pirámide de Uxmal , y lo sueña con tal intensidad, que entonces el sueño
empieza aparecer en todas las mentes que están soñando en el pueblo, en cada
mente empieza aparecer Uxmal, el
mismo sueño arquetípico. Vas viendo como cada uno de los miembros del pueblo se
va levantando y va sabiendo lo que debe de hacer y se erige la pirámide de Uxmal, y el rey de Uxmal es precisamente el que puede conjuntar los sueños de la
tribu, el que puede volver a marcar una imagen majestuosa de belleza y comunión,
el que mueve los corazones al mismo tiempo. Creo que todo esto de eso se trata.
Gordon, un mensaje
para los internautas.
La
verdad es un gusto que podamos resonar, porque siempre estoy seguro de que resonamos
precisamente en ese sueño. Sino de la pirámide de Uxmal, de un México en donde la ciencia, el arte, la inteligencia y
la creatividad, nos dé las salidas reales a los problemas, además, que no van a
circular por la violencia sino por la inteligencia, una inteligencia tan fina
que pueda desarticular el desorden. Y eso es lo que nos toca hacer a cada quien,
en el orden que les corresponda jugar.
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3 Comentarios
Ojalá y éste proyecto se aplicara en Breve en Guerrero. Bien por la entrevista.
ResponderBorrarBella,excelente y muy interesante entrevista.
ResponderBorrarAmbos geniales, felicidades.
Muy interesante la entrevista.
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