La Casa de Chile, considerada refugio de exiliados, centro cultural y frente de resistencia contra la dictadura, fue recordada y reconocida como un ejemplo de la amistad entre naciones este viernes 14 de agosto, con la develación de la Placa conmemorativa por parte de la presidenta Michelle Bachelet, durante su visita de Estado a México, quien estuvo acompañada por el titular del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta); Rafael Tovar y de Teresa.
Fundada el 11 de septiembre de 1974 en la calle de Mercaderes 52, colonia San José Insurgentes, después del golpe militar en Chile, ocurrido el mismo día, pero en 1973, el recinto que hoy alberga la sede del Festival Internacional Cervantino (FIC), fue en opinión de Michelle Bachelet un símbolo de la generosidad de México, y espacio considerado soporte para muchos chilenos que reconstruyeron ahí sus lazos humanos en el exilio.
Por su parte, Rafael Tovar y de Teresa afirmó que esta casa fue una referencia para todos los exiliados que viven en México, y un lugar donde lo mismo había una atención personal para cada persona, como para los distintos grupos que se integraban a México. También había atención médica, pero sobre todo un programa vinculado a la difusión cultural.
“Es un lugar donde se encontró lo mejor de Chile en esos años y también existe un gran agradecimiento por parte de México, porque muchos exiliados se integraron como maestros de ciencias sociales, humanidades, ciencias básicas y enriquecieron nuestra cultura de manera muy importante, lo cual contribuyó al desarrollo del país durante el siglo XX, algo sólo comparable con lo que ocurrió en el exilio español”, afirmó el titular del Conaculta
A su vez, la presidenta de Chile afirmó que cuando México ofreció este refugio durante la dictadura militar, salvó la vida de muchos chilenos y fue ahí, desde México, donde surgió el ejemplo de muchos de nuestros compatriotas para organizarse, crear comités y dar visibilidad en el contexto latinoamericano, tanto para la política como para la cultura sudamericana.
“La Casa de Chile se conserva como un espacio de hermandad del cual Gabriela Mistral escribió alguna vez de forma muy conmovedora. Es este espíritu del pueblo mexicano hacia el chileno el que queremos reconocer con esta placa conmemorativa para que se mantenga como un recuerdo de lo que fue abrir las puertas a nuestros compatriotas en momentos difíciles”, agregó Michelle Bachelet.
En tanto, Sonia Daza Sepúlveda, última directora de la Casa de Chile en México, afirmó que este espacio tuvo muchas facetas para sus compatriotas que huían de la dictadura, quienes lo mismo encontraban un amplio programa que los conectaba con su identidad, que denunciaban a través de publicaciones las atrocidades del régimen de esos años. Incluso recordó que en 1985 la casona fue un centro de ayuda a damnificados de los terremotos.
“Fueron muchos años de actividades, muchos recuerdos, muchos rostros que aquí encontraron refugio y consuelo y que a través de la labor de este espacio crearon un precedente de lo que es la solidaridad entre nuestros pueblos latinoamericanos”, concluyó.
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