El Festival de la Décima fue creado en honor al poeta veracruzano Guillermo Cházaro Lagos (1919-2010), con la idea de hacer un reconocimiento en vida a personajes que con su labor contribuyen a la conservación de la poesía y la música tradicional, así como para ofrecer un espacio de promoción al trabajo de poetas, músicos y artesanos.
En esta ocasión toca el turno a los músicos y versadores Zenen Zeferino, de Jaltipán, y a Tirso López, de Comejen, comunidades del sur de Veracruz, para reconocer su labor en la educación musical y la trayectoria de quienes han contribuido a la promoción del son jarocho en diversas partes del mundo.
Zenen Zeferino es músico, compositor, versador y repentista, cuyo trabajo ha sido de suma importancia para la revitalización de la música tradicional veracruzana, emprendida en los últimos 40 años, tiempo en el cual se ha presentado por América Latina, Estados Unidos, Europa y Asia, al promocionar el son jarocho, el fandango y la décima.
Por su parte, Tirso López Cruz, quien se caracteriza por su potente voz y su gran memoria, ya que conoce un sinfín de versos tradicionales de son jarocho, desde pequeño aprendió a tocar jarana y a versar, es referencia obligada de los cantadores del sur, por tanto es músico y poeta de gran influencia en la región.
El festival es organizado por el colectivo Que Siga el Fandango, cuyo trabajo comunitario de más de 10 años se ha visto reflejado en la promoción de la cultura tradicional mexicana, a través de talleres de cooperación voluntaria de son jarocho, son de Tierra Caliente y danzón, en espacios públicos como el Parque Revolución de la Ciudad de México, así como la organización de fandangos dominicales, festivales de música tradicional y conciertos.
“Este evento es producto del trabajo de la sociedad civil. Los alumnos de los talleres organizados por Que Siga el Fandango se encargan de la logística, otros del diseño, algunos más de la comida para los músicos. Todos son voluntarios que trabajan para que se lleve a cabo este festival, que es de todos”, destacó en entrevista Miroslava Cruz Terán, directora del festival y de la organización del encuentro.
“Todo inicia por vivencias de cada uno de los integrantes de Que Siga el Fandango, ya que la mayoría somos hijos de tlacotalpeños, y nuestro objetivo es que esta tradición no se pierda. Nosotros nacimos en el Distrito Federal y queremos transmitirla en la Ciudad de México, con la colaboración de muchos artistas, artesanos y la sociedad civil que se nos une para que año con año se realice esta gran fiesta veracruzana”, reafirmó.
Para esta octava edición están programada una gran variedad de grupos de son jarocho de diversas comunidades. De Jaltipán, Zenen Zeferino y el Sonoro Sueño; de Comején, Tirso López Cruz y su grupo; de Tlacotalpan, Estanzuela, Son Barrio Abajo, Los Cocuyos; de la comunidad del Nopal San Andrés Tuxtla, Los Baxin; de Acayucán, El Colectivo Altepee; de Santiago Tuxtla, Son Meztli; de Cosoleacaque, Los Hijos de Chuchumbé; también se presentará el grupo Balajú, originario de Ciudad Nezahualcóyotl, Estado de México.
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