La figura humana vista a través de los ojos del escultor Javier Marín es el eje de la exposición Corpus. La belleza de lo imperfecto, que será inaugurada este 19 de noviembre en el Antiguo Colegio de San Ildefonso con el apoyo del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta).
Se trata de una cuidadosa selección de 48 esculturas en bronce, madera y resinas combinadas con diversos materiales, producidas entre 1998 y 2015, de las cuales 25 se exhiben por primera vez.
“Hay obra en dimensiones miniatura y monumental en las que vemos todas las edades del cuerpo. El término corpus también discurre sobre el cuerpo representado por fragmentos, en su entereza y monumentalidad. Eso aporta en las técnicas y experimentaciones que ha hecho Javier, una nueva dimensión de su producción que el público podrá apreciar aquí”, explicó el curador Ery Camara.
Por su parte, la directora de la Fundación Javier Marín, Silvia Zárate, señaló que la muestra invita a conocer la evolución de la metodología de trabajo de Marín para tomar el concepto de proceso como eje discursivo y mirar no sólo la obra terminada, sino también el uso de diferentes técnicas.
Javier Marín destacó que En corpus se presenta Pierna, su primera escultura hecha en madera de seis metros de altura y en cuya elaboración utilizó un robot para hacer el diseño general.
“El modelo en madera se mandó a Italia, a un pueblo con larga tradición en talla en madera. La idea es mía y parte del trabajo lo hizo un robot, una mano no humana que hace una reinterpretación”.
También se puede contemplar obra que dialoga con los espacios arquitectónicos barrocos novohispanos de San Ildefonso. Es el caso de Dos chalchihuitl, monumentales círculos concéntricos integrados por distintas partes de cuerpos que reciben a los visitantes.
Otras piezas que llaman la atención son El más pequeño, miniatura de un recién nacido; En blanco, que expone una cascada de figuras humanas a manera de ofrenda de lo que somos y Siete, serie de esculturas de rostros barbados.
Además, a lo largo de la exposición se observa el gusto por la experimentación que llevó al ganador del Primer Premio en la Tercera Bienal Internacional de Beijing, China, a utilizar la resina (material más bien de uso industrial), y mezclarlo incluso con semilla de amaranto, tabaco, sal y carne seca.
“Hay cosas que el material te dice y uno no lo controla. Me gusta la búsqueda del accidente y de lo imperfecto. Es emocionante ver qué va a suceder, por eso luego dicen en broma que tal vez trabajo para los restauradores”, comentó Javier Marín.
Agregó que la exposición parte del proyecto Corpus Terra, el cual se presenta en dos sedes más (Palacio de Cultura Bamanex-Palacio de Iturbide y Plaza Seminario), representa “una especie de muestreo de todos estos años de trabajo y una manera de ver hacia dónde llevarlo”.
El resultado son una serie de esculturas dinámicas y elocuentes que exploran todas las escamas del cuerpo mediante un contraste de materiales para ofrecer una visión propia de la figura humana.
Por ello la curaduría plantea que cada espectador descifre y establezca un diálogo con las piezas, a partir de su propia experiencia, evocaciones y recuerdos sin necesidad de un itinerario fijo.
En el marco de la muestra se llevará a cabo una serie de actividades que incluyen el coloquio El cuerpo como objeto de arte; conferencias a partir del 9 de diciembre a cargo de especialistas, como el crítico de arte Luis Rius, el académico Óscar de la Borbolla, el investigador Iván Mejía, entre otros; además del taller Corporis animati y visitas guiadas.
La exposición Javier Marín. Corpus permanecerá hasta el 20 de marzo de 2016 en el Antiguo Colegio de San Ildefonso, ubicado en Justo Sierra No. 16, Centro Histórico. Horario: martes de 10:00 a 19:30 horas. De miércoles a domingo de 10:00 a 17:30 horas. Ingreso: $45. Jubilados, estudiantes y maestros con credencial vigente: $22.50. Martes, entrada libre para el público en general.
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