La milpa tradicional encierra infinidad de saberes ancestrales que se transmiten de generación en generación y continúan vigentes hasta nuestros días. Desde la región donde se establece el origen del maíz se amplía el debate con la participación de los portadores de estos antiguos conocimientos.
La importancia de la milpa en la reproducción de este grano y las manifestaciones culturales que se desarrollan en su entorno, son el fundamento para la creación del Primer Encuentro de Experiencias Comunitarias sobre el Universo de la Milpa, el cual se llevará a cabo en Tehuacán, Puebla, del 25 al 30 de noviembre.
Este foro permitirá conocer el contexto en el cual se da el sistema de milpa: preparación de los terrenos, la siembra y su desarrollo, así como la asociación de los cultivos, la cultura alimentaria, la cocina tradicional, rituales, festividades, la creación artística y el conocimiento de la naturaleza.
El Universo de la Milpa se mostrará al público a través de un programa conformado por diversos espacios de análisis, una expoventa artesanal, exposiciones fotográficas, artes escénicas, conciertos de música tradicional y contemporánea; danzas, rituales, muestras de cocina y medicina tradicional.
En esta ocasión uno de los atractivos será la Carrera de la Tortilla, donde participarán mujeres de Santa María Coapan, municipio de Tehuacán, quienes se dedican a elaborar tortillas para surtir los hogares de la ciudad, actividad que conservan como tradición milenaria.
El Primer Encuentro de Experiencias Comunitarias suma esfuerzos de la Unidad Regional de Culturas Populares, en colaboración con el Ayuntamiento de Tehuacán, la Universidad del Valle Campus Tehuacán y la Escuela Normal Superior en Tehuacán.
Las instituciones convocantes acondicionaron espacios para las actividades culturales, musicales y lúdicas, así como los talleres de formación literaria, creatividad y cocina tradicional (taller de quelites y de insectos comestibles), en los cuales participarán niños, jóvenes y adultos del municipio.
Dentro del sistema de producción tradicional los componentes principales de una milpa son el maíz, frijol y calabaza, acompañados en algunas regiones por siembra de chile, tomate, haba y chayote. Esta combinación del cultivo, de acuerdo con la tradición, permite que el suelo reponga lo que el maíz toma para su crecimiento.
La palabra milpa deriva del náhuatl milli, parcela sembrada, y pan, encima, en. Literalmente, “lo que se siembra encima de la parcela”, en otros casos se traduce como sembradío o lugar de cultivo.
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