La vinculación del Director de Gobierno de Tlalpan, Gabriel Leyva Martínez, al caso del cobro por puestos en la vía pública “es el resultado de nombrar personas sin conocimiento, sólo por compadrazgo, y porque no basta cambiar de color para hacer un buen trabajo; en su caso, el director Gabriel Leyva se fue con el canto de las sirenas sin saber realmente el fondo del asunto”, dijo la dirigente de comerciantes en vía pública de La Esperanza, María García Grimaldo.
El pasado jueves 28 se dio a conocer que “el actual director de Gobierno de la Delegación Tlalpan, Gabriel Leyva Martínez, pretendería forzar a los comerciantes en vía pública que se encuentran en el puente que comunica la estación del Tren Ligero Estadio Azteca con el llamado Coloso de Santa Úrsula y el Centro de Transferencia Modal (Cetram), al pago de 35 mil pesos para que en unas semanas les instalen unos puestos metálicos donados por la mayor compañía de refrescos de cola que existe en el país.
En la respuesta de Comunicación Social de Tlalpan al día siguiente no exculparon a Gabriel Leyva Martínez de los actos de corrupción de los que lo acusan los comerciantes, tampoco dieron argumentos sólidos en su defensa y ni siquiera lo mencionaron.
En el comunicado, en cambio, afirman que la negociación es entre la empresa refresquera y los comerciantes, con lo cual admitieron que existe el proyecto y que les están cobrando por el mismo. Sin embargo, la duda sigue. Para quién será ese dinero que suma 650 mil pesos, porque las empresas que desean tener su publicidad en los espacios de venta son quienes siempre pagan todas las estructuras que están dentro de sus costos para poder generarse publicidad.
También comentaron que la delegación combate la corrupción pero en el caso específico de Leyva no explicaron qué harán, tampoco se comprometieron a iniciar una investigación y sin haber realizado ningún tipo de investigación dan por descartado que las afirmaciones de los comerciantes son falsas.
Los comerciantes del lugar tienen miedo de que los vayan a desalojar porque el viernes por la tarde-noche se realizó una reunión, donde los hicieron firmar “un papel de que no hablaríamos más del asunto, que juntemos nuestro dinero porque es para nuestro beneficio”, dijo uno de ellos.
Al ser cuestionada la dirigente de comercio en vía pública, María García Grimaldo destacó que “en este espacio también hay compañeros que pertenecen a nuestra agrupación, y nunca fuimos convocados, ni se nos informó de tal proyecto. Nos enteramos por medio del periódico”.
La dirigente de La Esperanza, dijo que siempre tiene “el valor de decir de frente lo que pienso y cuando un servidor público abusa de nuestros compañeros también; a este señor director (se refirió a Leyva Martínez) le falta sensibilidad y espíritu de servicio, cuando quieren votos dan permisos, cuando quieren quedar bien con la clase alta quitan puestos. Nos volvemos botín de políticos”.
Asimismo, dijo: “Quiero pedirle a Rosa María Rincón, quien fuera coordinadora del Programa de Reordenamiento y luego Jefa de Vía Pública en Tlalpan con Higinio Chávez y Héctor Hernández, respectivamente, que saque sus sucias manos de Tlalpan; no le bastó llenar de comerciantes nuevos la delegación en dos administraciones cuando fue servidora pública, ni cancelar permisos de personas con mucho tiempo de antigüedad? Ella dejó en estado de indefensión a muchos compañeros, y hoy quiere seguir mamando de la misma ubre. ¡Ya basta, su tiempo ya fue! todo este lío es para que se le respeten sus más de 250 permisos nuevos, que ella y otros se auto autorizaron”.
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