El escritor mexicano Fernando del Paso (Ciudad de México, 1 de abril de 1935) recibirá el próximo sábado 23 de abril el máximo galardón de las letras hispánicas, el Premio de Literatura en Lengua Castellana Miguel de Cervantes, durante una ceremonia en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares, en Madrid, y que estará presidida por los reyes de España.
En entrevista previa a su llegada al viejo continente, Fernando del Paso compartió algunas impresiones sobre este reconocimiento y las actividades que llevará a cabo durante su visita y que incluirá la tradicional Lectura Continuada de en el Círculo de Bellas Artes con motivo del Día Mundial del Libro, el depósito de un legado personal en la Caja de las Letras del Instituto Cervantes y la gala en los salones de Palacio Real con los reyes Felipe y Letizia. El Quijote.
— ¿Cuáles son los primeros sentimientos que llegan a usted al ser distinguido con el Premio Cervantes?
—Naturalmente la noticia me llenó de alegría y me halagó sobremanera. No es que no lo deseara pero habiendo tantos buenos escritores en España y Latinoamérica consideré siempre que era muy difícil.
— ¿Cómo, a través de las décadas, hemos visto que los puentes culturales más sólidos entre naciones han sido a través de la cultura y los creadores?
—En nuestro caso, los latinoamericanos y España, la razón principal de ese intenso intercambio cultural, es que compartimos la misma lengua. Hace 500 años era sólo de los españoles, hoy pertenece a toda aquel que la habla en Latinoamérica. México no es la excepción.
—Entre los actos que llevará a cabo durante su visita a España llama la atención el depósito de un legado personal en la Caja de las Letras del Instituto Cervantes, que permanecerá custodiado hasta el 1 de abril de 2116, ¿podría hablarnos un poco de ello? ¿podría tratarse de un mensaje de Fernando del Paso a los autores y a las sociedades del futuro?
—La clave está en una camisa que le pertenecía al poeta mexicano, tabasqueño, José Carlos Becerra Acosta, quien murió prematuramente en un accidente automovilístico. Yo heredé una camisa suya. Desde entonces, cada vez que yo sentía pereza de escribir, desánimo o escepticismo, me ponía la camisa y comenzaba a trabajar. Consideré que tenía un deber hacia aquellos artistas cuya muerte prematura les impidió decir lo que tenían que decir.
—Como hombre que ha conocido dos siglos, el XX y el XXI, ¿cuál considera que son los pendientes que como sociedad hemos dejado de lado y cuál cree que será el papel de la cultura en esa lucha por la supervivencia que librarán las sociedades de nuestro tiempo en los próximos 100 años?
—Como toda la literatura está sujeta a interpretaciones, confío que la mía les diga cosas distintas a cada nueva generación, como ha sido el caso de Cervantes. Y que entre otras cosas satisfaga las nuevas expectativas que vayan surgiendo. Un premio como éste, el Cervantes de Literatura Española, es cada vez más importante en el establecimiento de uno de esos pendientes de los que usted alude: una intensificación de los lazos culturales de nuestros países. Cuando digo nuestros países me refiero por supuesto a América Latina y a España.
—¿Qué mensaje podría darles a los jóvenes mexicanos que hoy lo mismo se encuentran inmersos en la tecnología, que reciben en una de las herencias culturales más importantes del mundo y al mismo tiempo participan ya de forma vigorosa para enriquecer ese legado?
—Que no se dejen llevar por la abulia y el derrotismo, y que añadan a sus actividades cotidianas una actitud combativa para que mejore el país, principiando por ellos.
0 Comentarios