Este
año, el Día de la Madre Tierra
coincide con la ceremonia de firma del Acuerdo de París sobre el cambio
climático, que tuvo lugar en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York. El
Acuerdo fue aprobado por los 196 Estados partes de la Convención Marco sobre el
Cambio Climático en París el 12 de diciembre de 2015. En el acuerdo, todos los
países se comprometieron a trabajar para limitar el aumento de la temperatura
global por debajo de los 2 grados centígrados, y dados los graves riesgos, a
esforzarse por lograr que sea menos de 1.5 grados centígrados. La ceremonia se
llevó a cabo en el primer día que el Acuerdo se aperturó para la firma,
marcando el primer paso para asegurar que el Acuerdo entrá en vigor.
La
Asamblea General, Reconociendo que Madre Tierra es una expresión común
utilizada para referirse al planeta Tierra en diversos países y regiones, lo
que demuestra la interdependencia existente entre los seres humanos, las demás
especies vivas y el planeta que todos habitamos y Observando que cada año se
celebra el Día de la Tierra en numerosos países, decidió designar el 22 de
abril como Día Internacional de la Madre Tierra en 2009, en virtud de la
resolución A/RES/63/278 .
El
Día de la Tierra comenzó a celebrarse en los Estados Unidos de América en 1970
y ahora se dirige hacia su 50 aniversario. El Día está organizado por
la Earth Day Network, cuaya misión consiste en ampliar y diversificar el
movimiento ambiental en todo el mundo y movilizarlo eficazmente para construir
un medio ambiente saludable y sostenible, hacer frente al cambio climático, y
proteger la Tierra para las generaciones futuras. El tema de este año tiene el
objetivo de plantar 7.8 millones de árboles en los próximos cinco años.
Los
árboles ayudan a combatir el cambio climático y absorben el exceso perjudicial
de CO2 de nuestra atmósfera. De hecho, en un solo año, media
héctarea de árboles maduros absorbe la misma cantidad de CO2
producido por la conducción promedio de un automóvil, que es de unos 42,000
kilómetros. Los árboles absorben los olores y los gases contaminantes (óxidos
de nitrógeno, amoníaco, dióxido de azufre y ozono) y las partículas de filtro
del aire atrapándolos en sus hojas y su corteza. Mediante la plantación de los
árboles adecuados, podemos ayudar a contrarrestar la pérdida de especies, así
como proporcionar una mayor conectividad del hábitat entre los fragmentos
forestales regionales.
Los
árboles ayudan a las comunidades a lograr la sostenibilidad económica y
ambiental a largo plazo y proporcionar los alimentos, la energía y los
ingresos.
El Día
de la Tierra es un día celebrado en muchos países el 22 de abril. Su
promotor, el senador estadounidense Gaylord Nelson, instauró este día
para crear una conciencia común a los problemas de la superpoblación, la
producción de contaminación, la conservación de la biodiversidad y
otras preocupaciones ambientales para proteger la Tierra. Es un día para
rendir homenaje a nuestro planeta y reconocer a la Tierra como
nuestro hogar y nuestra madre, así como lo han expresado distintas culturas a
lo largo de la historia, demostrando la interdependencia entre sus ecosistemas y
los seres vivos que la habitamos.
En
1968, Morton Hilbert y el U.S. Public Health Service (Servicio de
Salud Pública de EUA), organizaron el Simposio de Ecología Humana, se
realiza una conferencia por los nombrados anteriormente para una asamblea
conferencia medioambiental para que estudiantes escucharan a científicos hablar
sobre los efectos del deterioro ambiental en la salud humana. Este fue el
primer antecedente del Día de la Tierra. Durante los siguientes dos años,
Hilbert y sus estudiantes trabajaron para planear el primer Día de la
Tierra. Surgieron otros esfuerzos como Survival Project (Proyecto para la
Supervivencia), uno de los primeros eventos educacionales de conciencia
ambiental, que fue llevado a cabo en la Universidad Northwestern el
23 de enero de 1970. Este fue el primero de varios eventos realizados en campus
universitarios por todo Estados Unidos. Asimismo, Ralph Nader empezó
a hablar acerca de la importancia de la ecología en 1970.
La
primera manifestación tuvo lugar el 22 de abril de 1970, promovida por el
senador y activista ambiental Gaylord Nelson, para la creación de una
agencia ambiental. En esta convocatoria participaron dos mil universidades,
diez mil escuelas (primarias y secundarias) y centenares de comunidades. La
presión social tuvo sus logros y el gobierno de los Estados Unidos creó
la Environmental Protection Agency (Agencia de Protección Ambiental) y una
serie de leyes destinadas a la protección del medio ambiente. En 1972 se
celebró la primera conferencia internacional sobre el medio ambiente. La Cumbre
de la Tierra de Estocolmo, cuyo objetivo fue sensibilizar a los líderes
mundiales sobre la magnitud de los problemas ambientales.
PACHAMAMA
Pachamama (Madre
Tierra) o Mama Pacha es una diosa totémica de los Incas representado
por el planeta Tierra, al que se brindaban presentes. La ofrenda era con ella
en las ceremonias agrícolas y ganaderas; las que aún se estilan, actualmente,
en el mundo andino. Es el núcleo del sistema de creencias de actuación
ecológico-social entre los pueblos indígenas de los Andes Centrales
de América del Sur.
La divinidad de la Pachamama (la Madre Tierra) representa a la Tierra, pero no solo el suelo o la tierra geológica, así como tampoco solo la naturaleza; es todo ello en su conjunto. No está localizada en un lugar específico, pero se concentra en ciertos lugares como manantiales, vertientes, o apachetas. Es una deidad inmediata y cotidiana, que actúa directamente, por presencia y con la cual se dialoga permanentemente, ya sea pidiéndose sustento o disculpándose por alguna falta cometida en contra de la tierra y por todo lo que nos provee. No es una deidad creadora sino protectora y proveedora; cobija a los seres humanos, posibilita la vida y favorece la fecundidad y la fertilidad. A cambio de esta ayuda y protección, el pastor de la Puna Meridional está obligado a ofrendar a la Pacha parte de lo que recibe, no solo en los momentos y sitios predeterminados por el ritual sino, particularmente, en todos los acontecimientos culturalmente significativos, configurándose así una suerte de reciprocidad. Sin embargo se la considera asimismo con una faz negativa: la Pachamama tiene hambre frecuente y si no se la nutre con las ofrendas o si casualmente se la ofende, ella provoca enfermedades.
El ritual central
de la Pachamama o fiesta de la Madre Tierra es la challa o pago,
que como ya se ha mencionado implica un acto de reciprocidad. Aunque se ha
popularizado el primer día del mes de agosto como día principal para su
realización, de hecho se lo practica durante todo el mes, y en muchos lugares
también el primer viernes de cada mes. Las ceremonias están a cargo
de personas ancianas o de mayor autoridad moral dentro de cada comunidad. En el
caso del pueblo aimara esta persona recibe el nombre de 'YATIRI'. También
se realizan ceremonias a la Pachamama en ocasiones especiales, como al partir
de viaje o al pasar por una apacheta. Según Mario Rabey y Rodolfo Merlino
―antropólogos argentinos que han estudiado la cultura andina desde los años
setenta a los noventa, «el ritual más importante es
el challaco». Challaco es una deformación de los vocablos quechuas ch'allay y ch'allakuy,
que se refieren a la acción de ‘rociar insistentemente’, 'aspergar'; en el
lenguaje corriente de los campesinos del sur de los Andes Centrales, la
palabra challar se usa como sinónimo de ‘dar de comer y beber a la
tierra’.
El
challaco, tal como se practica en la zona estudiada, abarca una compleja
serie de pasos rituales que comienzan en las viviendas familiares la noche de
la víspera, durante la cual se cocina una comida especial, la tijtincha, y que
culminan en un ojo de agua o la toma de una acequia donde se realiza el ritual
principal a la Pachamama, con una serie de ofrendas que incluyen comida,
bebida, hojas de coca y cigarros.
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