El virtuosismo de Christina y Michelle Naughton conquistaron al público que se dio cita en el Palacio de Bellas Artes para disfrutar el recital que las hermanas ofrecieron en piano a cuatro manos y con piezas creadas para dos pianos.
Ataviadas en negro, las hermanas Naughton, originarias de Nueva Jersey, Estados Unidos, ejecutaron con maestría temas de Mendelssohn, Mozart, Adams y Messiaen, que integraron el repertorio de su primer concierto en el recinto de mármol de la Ciudad de México.
La velada comenzó con Andante y Allegro brillante, una de las pocas piezas que Felix Mendelssohn compuso para dueto de piano a cuatro manos, melodía de gran belleza que requiere una gran técnica interpretativa.
Los dedos de las hermanas Naughton iban y venían a lo largo de todo el teclado, donde danzaban y saltaban, acompañados por una gran expresividad en los rostros de las pianistas que concordaban con la emotividad de la pieza.
El recital continuó con un tema de Wolfgang Amadeus Mozart, Andante y Cinco variaciones en sol mayor para piano a cuatro manos que tocaron con gran dominio sin partituras, en momentos con frenesí y a gran velocidad, o bien de forma ligera a manera de suaves roces en el teclado.
Después vinieron las piezas para dos pianos: La primera fue Hallelujah junction, de John Adams, tema de tintes contemporáneos y gran exigencia técnica, compuesta en 1996, y la segunda fue Visiones del amén, de Olivier Messiaen, que data de 1943.
Notas lúgubres y dramáticas imperan en esta pieza de impulsos religiosos que, integrada por siete movimientos, mostró la perfecta sincronía que han logrado las Naughton, poseedoras según la crítica especializada de una sobresaliente armonía y una seguridad estilística.
Al finalizar el concierto, que fue transmitido en pantalla gigante en el Corredor Ángela Peralta, a un costado del Palacio de Bellas Artes, Christina y Michelle lograron sonoros aplausos, por lo que las pianistas regresaron al escenario para ofrecer un encore a cuatro manos, en el que refrendaron su dominio en el instrumento.
Egresadas del Instituto Curtis de Filadelfia y de la Escuela Juilliard de Nueva York, las hermanas Naughton también se dieron tiempo para tener una firma de autógrafos que se realizó luego del recital en el Salón de entrevistas del recinto de mármol donde además tuvieron oportunidad de convivir con sus seguidores.
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