Inauguran la exposición Têtê-à-tête, de Ernesto Zeivy y Endy Hupperich




Têtê-à-tête es un diálogo de dos amigos que han compartido por diversas causas talleres en algunos momentos de su vida y han trabajado juntos, “Al alimón” en obras de gran formato.

Ahora estos pintores, el mexicano Ernesto Zeivy y el alemán Endy Hupperinch, son los curadores de sus obras individuales y trabajan desde hace algunos meses piezas en las que ambos participan, “es como cocinar juntos”, afirmó Hupperinch en el estudio que Ernesto Zeivy tiene desde hace ya más de una década, un concepto heredado de otros creadores y por el cual han transitado desde hace 30 años artistas como Boris Viskin, Gustavo Aceves, Daniel Lezama o Luciano Spano.

“La curaduría la haremos juntos y cada uno escogerá sus obras a mostrar, pero tomaremos en cuenta nuestras opiniones para este diálogo. Quiero saber qué obras mías le interesan más a Endy y por qué. Esperamos que nuestras obras juntas se vean bien. También presentaremos uno o dos cuadros a cuatro manos, ya lo hicimos en alguna ocasión y el trabajo nos gusto”, cuenta Ernesto Zeivy, quien desde hace 21 años junto con el también artista visual Boris Viskin es uno de los dueños de La Gloria, un restaurante que desde que abrió sus puertas ha sido también galería y ha mostrado el trabajo de más de un centenar de creadores.

En Têtê-à-tête cada quien colocará un autorretrato que estará a la entrada de la exposición, mostrando por sí mismo a los dos participantes, añade Zeivy, quien en esta ocasión mostrará un trabajo más minimalista, con una figura apenas esbozada que me ha permitido llevar su obra a su mínima expresión. “¿Cómo se puede hacer un retrato con apenas unas líneas? Creo que la clave está en el ritmo al utilizar las brochas” añadió.

Para Endy Hupperinch, quien ha vivido en México por distintos periodos desde hace más de una década, lo que le interesa de nuestros país son las cosas que ve en la calle, esa vida cotidiana surrealista con recursos muy interesantes que no se pueden ver en Alemania.

“Mi ciudad, Múnich, es muy limpia, con mucho orden, y aquí la calle es como un museo, con muchas instalaciones, por ejemplo los postes que pone la gente en sus entradas para que los coches no se estacionen, bien podrían ser las instalaciones de un museo. México es como un collage visual”

Sobre Têtê-à-tête, aseguró que el trabajo conjunto encuentra su dificultad en que cada quien tiene su ritmo, “pero lo que hacemos es que uno empieza una cosa y el otro debe añadir algo sobre una idea inicial. Es apreciación de artistas que nos lleva a encontrar un camino entre dos, y al final de la obra no ves quién hizo qué, es como cocinar juntos”, asegura.

Las obras que Hupperinch presenta contienen objetos que ha extraído de su lugar original para colocarlos en otro contexto: naturaleza muerta como realismo abstracto, una tridimensionalidad que abre ventanas para otras historias; fotografías hechas en computadora que transforma en un collage por el que entran las nubes y los cielos de México.

Contento por exponer en La Gloria, este artista alemán aseguró que esta característica de convertir en galería los restaurantes es una costumbre que en Berlín se ha hecho con mucho éxito.

Por su parte, Zeivy añadió que al iniciar la muestra los espectadores se encontrarán con los autorretratos de los pintores que servirán como una carta de presentación de los artistas para decir “estos son los que pintan”. Aunque reconoce que la idea de mostrar el trabajo juntos se le ocurrió a Endy. “Si bien es un diálogo, para mí también es un reto y un honor exponer con este artista al que admiró mucho”, finalizó.

Têtê-à-tête de Ernesto Zeivy-Endy Hupperich se inaugura a las 20:00 horas en el Café La Gloria, Vicente Suarez No. 41. Colonia
Condesa, Ciudad de México. La exposición permanecerá hasta septiembre y la entrada es libre.

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