La oportunidad de conocer un episodio relevante de nuestra historia, que se convirtió en la primera expedición científica de la edad moderna: el descubrimiento y estudio de la vasta riqueza vegetal y animal de nuestro país, encabezada por el científico español Francisco Hernández entre 1571 y 1577, se recoge en el libro Tesoro mexicano. Visiones de la naturaleza entre Viejo y Nuevo Mundo, coeditado por la Secretaría de Cultura y Franco Maria Ricci.
A partir de textos de reconocidos autores escritos de manera clara, amena y sencilla, y de una amplia selección de imágenes, Tesoro mexicano ilustra al lector sobre un episodio de gran significación en la historia del México colonial, en el que médicos, herbolarios y dibujantes indios guiaron al erudito español al hallazgo de una realidad para él casi incomprensible.
Un importante legado documental de la herbolaria prehispánica que, pese a su gran valor, ha pasado casi desapercibido dentro de la historia de la ciencia, y que ahora se presenta a través de una serie de textos, acompañados de imágenes que narran otra parte de la misma historia, es decir la resistencia de la estética azteca ante la embestida del canon artístico europeo.
Hace poco menos de medio milenio, el toledano Francisco Hernández, médico de la Casa Real de España, encabezó una misión científica a México con el cometido (un encargo personal de Felipe II), de catalogar y hacer el inventario de las plantas medicinales del nuevo mundo, señala en el texto de presentación de la obra Rafael Tovar y de Teresa, secretario de Cultura.
“El resultado de dicha expedición fue un documento sin precedentes: 16 libros de textos y láminas pintadas que constituyen una especie de enciclopedia de la naturaleza americana digna de Plinio. Titulado Tesoro Mexicano, aquel proyecto siguió un derrotero editorial a lo largo de los años digno de una novela de aventuras, y lo cierto es que aquellos 16 volúmenes ya se confunden con la leyenda.
“Lo que tenemos es un extracto, valiosísimo también, que muestra con gran belleza la flora, la fauna y los minerales característicos de lo que fue México en aquel entonces. Fruto de una colaboración intensa entre un grupo de destacados tlacuilos y un médico español, el tesoro Mexicano fue el primer tratado naturalista del Nuevo Mundo, y es con gran gusto y responsabilidad que hoy, adentrándonos también en aquella misión, lo rescatamos”, agrega Rafael Tovar y de Teresa.
El libro reúne cinco ensayos que convergen sobre un único tema, el de las relaciones entre dos visiones de la naturaleza americana, la de los europeos y la de los indígenas, refiere Giorgio Antei, curador de la obra, quien agrega que las ilustraciones, producto de una cuidadosa pesquisa, cuentan su propia historia y revisten un interés no inferior al de los ensayos.
Antei señala que muchas de las imágenes son inéditas, otras poco conocidas y otras más, en cambio, hacen parte de un repertorio visual común a todos. La mayoría proceden del Museo Nacional de Antropología (Ciudad de México), el Museo de los Uffizi, y las bibliotecas Marciana de Venecia, Laurenziana de Florencia, de la Universidad de Boloña, de la Universidad de Valencia, Angelica de Roma y Francisco de Burgoa de Oaxaca.
Tesoro mexicano editado en dos versiones, en inglés y en español, se presentará dentro de las actividades de la Feria Internacional del Libro de Antropología e Historia (FILAH) 2016, el sábado 24 de septiembre a las 17:00 horas, en el Auditorio Jaime Torres Bodet del Museo Nacional de Antropología, ubicado en Paseo de la Reforma y calzada Gandhi, colonia Chapultepec Polanco, con los comentarios de Miguel León-Portilla, Rodrigo Martínez Baracs y Carlos Zolla.
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