Juan Pablo Luna
No se preocupen, ni se desagarren vestiduras, aún con la visita del Sr. Trump a Los Pinos, aún así no le alcanzará para revertir su caída en picada en las encuestas, sólo un milagro del tamaño colosal de un atentado terrorista de proporciones mayores como el de las Torres Gemelas, o como un bombazo en alguno de sus recintos públicos u oficiales que se lleve entre las patas a vidas de ciudadanos norteamericanos, entre otras pifias de gobierno, que pueden ocurrir en estos dos meses que restan para las elecciones en los Estados Unidos; sólo algo así, podría ser que se revierta la elección y hacerse presidente el Sr. Donald Trump. Pero sus estrategas están buscando el timonazo que logre subir su preferencia en el electorado, y así fue que aconsejaron venir a la Ciudad de México a platicar con el Presidente de nuestro país. Que por cierto el nuestro, el más anti-popular y menos querido en el electorado mexicano en la historia moderna, me atrevo decir que gracias a las redes sociales, a la baja en la credibilidad de los “mass media” tradicionales como Tv Azteca y Grupo Televisa, esto ha sido posible. Ahora la gente le cree más a la gente y cada vez menos a los que accionan y trabajan en la alguna vez llamada “caja idiota” (la TV).
Lo cierto es que Donald Trump le entró a un ruedo político que desconocía, quizás no lo ignore del todo pero hay fuerzas ocultas y obscuras en el lado norteamericano, que le ha impedido a los últimos presidentes gobernar a sus anchas, como verdaderos estadistas, que bien podrían hacerlo pero, hay políticos en el poder añejados con inclusivo hasta más de dos décadas, como senadores, congresistas, generales retirados y en activo, ex miembros de la inteligencia norteamericana, acaudalados capitalistas y demás que, son los que mueven los hilos en la política interior y exterior del sistema que yo llamo “Tío Sam”. Verán amigos, es ahí donde radica el verdadero poder, el de tras bambalinas, lejos de los reflectores y de encabezados de los principales diarios del mundo. Son ellos los que tienen la capacidad junto con otros particulares de incluso provocar guerras por el simple hecho o intención de vender más armamento, que no se nos olvide. Un poco más del 90% de la industria armamentista del mundo está en manos de particulares, esos que no figuran en la lista de Forbes ni mucho menos se atreven los medios a cuestionar su abultada riqueza en diferentes puntos del planeta. Corporativos que brillan en lo imponente de este tipo de empresas como Lockheed Martin, (si gustan, échenle un vistazo en google, y vea lo que hacen) entre otras, no hay en esas empresas una sola acción en manos del gobierno, todas en manos de particulares. Son quienes definen el rumbo de naciones enteras en un marco ideológico de “Business War” entre otros intereses. Y para ejemplo los invito a reflexionar sobre lo siguiente:
Nadie tiene la menor duda de la influencia de los mercados bursátiles en nuestras vidas al cotizar ahí, los insumos primarios y otros servicios indispensables en nuestras vidas, en Wall Street se cotiza de todo, y ni que decir del NASDAQ que es el índice de cotizaciones de todo lo que tiene que ver con tecnología e internet.
Ahora imaginemos que existe por ahí en algún lugar del planeta, donde se cotice y especule sobre todo lo ilegal que conocemos hoy en día. Sí, todo lo ilegal y me refiero a prostitución, trata de blancas, drogas, armas (de todo tipo), tráfico de personas, tráfico de órganos, etc. Todo absolutamente todo lo ilegal. Pues bien, mucho de eso ilegal corre entre las dos fronteras más transitadas del orbe, me refiero a la división política que existe entre México y los Estados Unidos, ¿Cuánta droga y armamento no pasa entre ambos territorios? Ahora bien, ¿Se ha imaginado, el valor comercial del narcotráfico, por año? Algunos expertos calculan entre 40 y 50 mil millones de USD. al año, nada más de aquí y allá y viceversa. Eso es la lana que se mueve entre los distintos carteles que operan las distintas organizaciones, que mueven todo tipo de droga; ahora bien, cada vez que el Sr. Trump menciona la palabra “Muro” a lo que él muchas veces lo ha llamado “Great Wall”, en ese centro bursátil de lo ilegal, donde se hacen especulaciones del costo de la droga tanto al mayoreo como al menudeo, cada vez más va a la alza de manera estrepitosa y se cotizan caras las acciones, ¿qué si habrá compradores para esas acciones? Seguro los hay y los habrá, téngalo por seguro, ¿Por qué? Muy sencillo, siempre habrá un gran mercado para ese producto, sólo que ahora, si se llegará a dar el triunfo electoral del Sr. Donald Trump, ahora se cotizaría más caro, mucho más, el valor del producto final en manos del consumidor final, incrementará su valor de manera casi inalcanzable para la clase media norteamericana, sería un tema de ricos, como cuando empezó el negocio antes de que masificara, por el simple hecho de que ahora sería más complicado su trasiego al cruzar la frontera, los sobornos más caros, etc. Pero aún así nada impediría que llegara el producto al consumidor final. Sólo por el hecho de que construyan un gran muro para “impedir” el trasiego de droga y demás cosas ilegales, tendrá mayor valor.
¿Usted cree que esto sea “saludable” para la sociedad norteamericana en general? Es ésta la principal razón por la cual dudo que alguien que intente poner un muro sólido, con drones, con detectores de movimientos subterráneos de costa a costa, sea Presidente de los Estados Unidos. Eso señores, provocaría a la larga un caos en el gran imperio del norte. ¿Cómo va a controlar el tío Sam a sus sobrinos e hijos más “alocados”? ¿Ustedes creen que porque ya exista un muro, ya no habrá narcotráfico en el vecino país?
Y eso que no he mencionado sobre las deportaciones de los más de 11 millones de ilegales que hay en los estados Unidos. ¿Ustedes quien cree que ocupará los puestos de los connacionales, en los talleres, cocinas, campos de cultivo, etc. que sólo los indocumentados pueden hacer? La economía de ellos sin duda se verá afectada, al igual que los costos o el valor que tendría la droga, un kilo de fresas, de las que ellos producen y que nuestros connacionales realizan la pizca, si al menudeo está hoy en día en $12.usd el kg. ¿Cuánto costará ahora con mano de obra “legal”? ¿Será el mismo costo? La verdad lo dudo, así que descuiden, el Sr. Trump cada vez más lejos de la Casa Blanca y no por bien intencionado, al contrario, cuando comprenda que las buenas intenciones para sus compatriotas son a su vez un veneno, entenderá como funciona los engranes de lo legal y lo ilegal de todos los países con quienes los norteamericanos hacen negocios. El tío Sam no estaría dispuesto a hacerse el Hara-kiri, eso téngalo por seguro.
jpablo_luna@hotmail.com
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